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• El Cuco
El «cuco» (Cuculus canorus), es un ave esquiva y solitaria, que tiene dos características que la hacen muy singular: la primera su inconfundible canto «cu cu», en intervalo musical de tercera mayor descendente; y la segunda, por la de poner sus huevos en nido ajeno.
La hembra del «cuco» pone sus huevos de uno en uno en los nidos de otras especies de aves con el propósito de que éstas los incuben y los críen. Es todo un parásito de la incubación, pero debido al riesgo que conlleva su estrategia, de los aproximadamente 20 huevos que una hembra pone en una temporada, solo conseguirán salir adelante 3 de sus crías, las demás, morirán.
La señora «cuco» observa detenidamente los nidos de otras especies de aves y comienza la formación del huevo en su interior, y cuando uno de los nidos es abandonado por un instante, el «cuco» pone en 2 segundos su huevo en él y se come a uno de los de la otra especie.
Aproximadamente 11 días después sale la cría, que en cuanto tiene 10 horas de vida comienza a tirar hacia fuera los otros huevos o a los hermanos de nido. Algunas especies como el mirlo común se dan cuenta del engaño y tiran el huevo al suelo, por lo que generalmente el «cuco» reconoce el nido de la especie donde se crió y siempre intenta «colocar» sus huevos allí, generalmente carriceros y bisbitas, aunque se sabe que el «cuco» parasita a más de 30 especies de aves.
• Origen del Sistema Solar
Sabemos que el Sol se formó hace unos 4.600 millones de años y, con él, todos los planetas y objetos que componen el Sistema Solar. Por lo que hemos observado en otros lugares de la Vía Láctea, parece que todo comenzó hace mucho, mucho tiempo, en una nebulosa…
La hipótesis nebular
La explicación más aceptada para la formación del Sistema Solar es la hipótesis nebular. Según ella, el Sol, los planetas y todos los objetos del Sistema Solar se formaron a partir de material nebuloso hace miles de millones de años. Esta hipótesis a día de hoy es aceptada en general para explicar cómo se forman todos los sistemas estelares del universo.
Todo comenzó con una nube de gas y polvo molecular. Una nebulosa. Hace unos 4.570 millones de años, algo provocó que esa nube colapsase sobre sí misma. Quizá fue el paso de una estrella cercana, o la onda de choque provocada por la explosión de una supernova, pero el resultado es que el centro de la nube experimentó un colapso gravitacional que desencadenó un proceso que terminó con la estabilidad de aquella región. Fue un factor desequilibrante. Como una especie de reacción en cadena.
En ese colapso, se comenzaron a formar acumulaciones de polvo y gas en regiones cada vez más densas. A su vez, a medida que esas regiones se hacían más densas acumulaban más y más materia. La conservación del momento angular provocó que comenzase a girar, y el aumento de presión provocó que se calentase. La mayor parte de ese material terminó en una esfera en el centro de la región, mientras que el resto de la materia se acumuló y acható en un disco que giraba a su alrededor. La bola del centro se convirtió, eventualmente, en el Sol, y el resto del material se convirtió en algo a lo que llamamos disco protoplanetario.
Los planetas se formaron por la acreción de ese disco. El polvo y el gas gravitaba conjuntamente y se unió para crear objetos más grandes. Como sus puntos de ebullición son más altos, sólo los metales y silicatos podían existir en forma sólida cerca del Sol, y fueron los que eventualmente dieron lugar al nacimiento de los planetas terrestres: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Como los elementos metálicos sólo eran una pequeña fracción del total de la nebulosa de la que surgió el Sistema Solar, los planetas terrestres no podían tener un tamaño demasiado grande.
En contraste, los planetas gigantes: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, se formaron más allá del punto entre las órbitas de Marte y Júpiter en el que el material es lo suficientemente frío como para permitir que los compuestos volátiles de hielo sigan en estado sólido. Los hielos que formaron estos planetas eran más abundantes que los metales y silicatos que dieron lugar al nacimiento de los planetas interiores terrestres, permitiendo que fuesen lo suficientemente masivos para capturar grandes atmósferas de hidrógeno y helio. Los restos que quedaron de la nebulosa y que nunca se convirtieron en planetas se congregaron en regiones como el Cinturón de Asteroides, el Cinturón de Kuiper y la Nube de Oort.
En 50 millones de años, la densidad del hidrógeno y su presión, en el centro de la protoestrella fue lo suficientemente grande para desencadenar la fusión termonuclear. La temperatura, ritmo de reacción, presión y densidad aumentaron hasta que se alcanzó el equilibrio hidrostático (es decir, la fuerza de la gravedad está en equilibrio con la propia presión del objeto). En ese momento, el Sol se convirtió en una estrella en secuencia principal. Su viento solar creó la heliosfera y barrió los restos de polvo y gas que todavía quedaban del disco protoplanetario, expulsándolos al espacio interestelar y concluyendo el proceso de formación planetario.
Fuentes: astrobitacora.com
• ¿Por qué se nos ponen coloradas las orejas? – Sugerido por Daniel MH
La expansión de los vasos sanguíneos del oído, es la razón principal por la que las orejas se ponen rojas y calientes. Cuando los vasos sanguíneos se dilatan, hay un aumento de la circulación sanguínea en esa zona. Este repentino aumento del flujo de sangre también aumenta temporalmente la temperatura en esa región. Así, mientras persiste la vasodilatación, esa parte del cuerpo se pone en rojo vivo. Inicialmente, el lóbulo de la oreja se pone roja y caliente y, finalmente, el enrojecimiento se extiende sobre todo el oído. A veces, los vasos sanguíneos se dilatan o se producen las hemorragias internas debidas a un fuerte golpe en la oreja. Esto también puede causar una sensación del ardor en la oreja a la que se refiere a veces como “las orejas en llamas”. Mejillas calientes y rojas, también se observan junto con esto muy a menudo. Sus causas son: • Problemas de ira: En vez de exteriorizar la ira, la gente trata de ocultarla y el cuerpo reacciona de una forma siguiente – se ponen las orejas rojas y calientes. • Humillación: Las orejas rojas y calientes en los niños y los adultos, son a menudo consideradas como la respuesta del cuerpo a una humillación o una situación embarazosa. • Estrés: El estrés y la ansiedad pueden hacer que una persona experimente la sensación del calor en el oído. Ataques ‘del oído caliente’ son más frecuentes en las personas que sufren de los trastornos de la ansiedad. En las situaciones del estrés, la cara se vuelve roja. • Reacción alérgica: Los oídos rojos y calientes también pueden ser el resultado de una reacción aguda alérgica intensa a un metal o cualquier otro objeto. • Perforación de orejas: Las personas que desean usar aretes o pendientes, primero deben perforar sus orejas. Ahora bien, si no se utiliza el instrumental adecuado para la perforación, se puede desencadenar una infección del oído y hacer que las orejas se pongan al rojo vivo. • Alergias a los alimentos: Ciertos tipos de los productos alimenticios y las bebidas pueden causar una reacción alérgica leve y se manifiestan como las orejas rojas y calientes. Los desequilibrios hormonales que se producen sobre todo durante el embarazo o la inclinación frecuente de la cabeza también pueden causar las orejas rojas y calientes. Fuentes: radiomundial.com.ve• ¿Por qué nos da comezón? – Sugerido por ABBY hkr
«El insecto libera una toxina en la piel que tiene un impacto en los mastocitos o células cebadas, que a su vez liberan un químico llamado histamina«, explica el neurocientífico Francis McGlone de la Universidad John Moores de Liverpool.
«La histamina se fija en los receptores de los nervios de la comezón y envía la información al cerebro de que hay piquiña en esa parte del cuerpo», agrega McGlone.
«Todo eso causa una dilatación local de los vasos sanguíneos, que empiezan a filtrar plasma para lavar la toxina que causó la comezón».
Por eso el área se pone roja y salen ronchas, de manera que, no es la toxina lo que pica sino la reacción a ella. Pero, ¿por qué ni los músculos ni el cerebro pican?
La razón es que las histaminas liberadas se fijan a fibras nerviosas especializadas que sólo se encuentran en la piel.
Tus músculos no necesitan ese tipo de protección.
La piel está haciendo su muy importante trabajo: es una especie de traje espacial que protege todo el interior de tu cuerpo de los peligros del mundo.
Así que la picazón es una cuestión de piel.
Y… ¿por qué es tan placentero rascarse?
«Como neurocientífico me he estado haciendo esa pregunta por años», confiesa McGlone.
«Yo puedo hacer que te dé comezón pasando histamina en tu piel usando corriente eléctrica para que no te haga daño, así que puedo crear todas las reacciones normales a la piquiña. Si te rascaras tu piel antes de hacer todo eso, sería incómodo. Si lo haces después, es increíblemente placentero».
«Lo siento, pero no sabemos cuál es el mecanismo que causa que algo tan gratificante suceda como respuesta a la liberación de histamina y la sensación de comezón».
«Lo que sí puedo decir es que cualquier conducta asociada con una gratificación, generalmente evolucionó porque de alguna manera es beneficiosa para ti», apunta el neurocientífico.
Además, hay que añadir que la picazón es contagiada y esta comprobado científicamente, de seguro que mientras lees este articulo te estas rascando alguna parte del cuerpo.
¿Habrá alguna parte del cuerpo que cuando se rasca produce más placer?, le preguntamos.
«Sí, un colega y yo publicamos un estudio que demostraba que rascarse el tobillo es lo más placentero según la mayoría de la gente».
«En términos de evolución, quizás sea porque están cerca del suelo y es donde más fácil llegaban los insectos, por eso se volvió más gratificante rascarse ahí. Siempre hay una razón y la razón de la evolución siempre es la protección».
Placentero, pero ¿beneficioso?
Aunque rascarse ayuda a dilatar los vasos capilares para que liberen más plasma y este lave las toxinas, no siempre es beneficioso ya que el problema es que dispara un ciclo sin fin.
Cuando te rascas la piel puede liberar más histamina que envía más señales de piquiña al cerebro que hace que te rasques más…
Eso puede hacer que la piel se pele, se infecte, salga sangre…
Fuentes: bbc.com
• ¿Por qué a veces vemos la luna de día? – Sugerido por Adonay Gracias
La Luna está muy cercana a la Tierra, y aunque no tiene luz propia puede reflejar fácilmente la del Sol, debido a su color claro que la hace un espejo perfecto. Su cercanía la hace imposible de pasar desapercibida, incluso durante las horas de día. La reflectividad provoca que la veamos fácilmente.
Este satélite no tiene la misma luz que el Sol, que brilla por sí mismo, pero tiene 100 mil veces más brillo que la estrella que se ve más brillante en el cielo nocturno. Otros de los objetos que puedes ver en el día por su brillo son Venus, Mercurio y Júpiter, pero el resto de las estrellas no logran la cercanía suficiente a la Tierra.
Orbita de la Luna alrededor de la Tierra
Por otro lado, la Luna órbita alrededor de la Tierra y al mismo tiempo se va moviendo de lugar a medida que transcurre el ciclo lunar. Cuando es luna llena, está opuesta al Sol, pero cuando se acerca la luna nueva está mucho más cerca del Sol y por tanto se verá mejor durante el día, y menos en la noche.
La idea de que la Luna y el Sol están opuestos en el cielo no es para nada cierta, por lo menos en la mayoría del mes, cuando no hay luna llena. Cuando están opuestos, el Sol sale al ocultarse la Luna, pero en los demás días puede estar en otras posiciones más cercanas.
Fuentes: vix.com
• ¿Cómo se forma la nieve? – Sugerido por Vicente Collado
La nieve son cristales que crecen en la atmósfera mediante la absorción de gotitas de agua, cuando colisionan, se unen entre sí formando los copos de nieve, que por el peso caerán. Cuando el aire caliente y húmedo sube de la Tierra hacia la atmósfera, se forman nubes. Esto ocurre sobre todo cuando dos masas de aire de diferentes temperaturas chocan, desplazando el aire caliente hacia arriba.
¿Cuál es la diferencia con la lluvia? Lógicamente, la temperatura. La nieve se forma cuando la temperatura atmosférica -y no la que sentimos nosotros- está en cero grados Celsius o por debajo, aunque también debe haber un cierto grado de humedad para completar el proceso. Mientras más temperatura haya, la nieve pasará a ser granizo o lluvia.
Cuando la nieve llega al suelo y forma capas, se debe a que la temperatura está por debajo del punto de congelación. Si la temperatura es más elevada, los copos comenzarán a derretirse, formando una fusión que crea enfriamiento por evaporación, lo que enfría el aire. En ocasiones, a mayor temperatura se pueden formar los copos, pero siempre debe ser menos a cinco grados Celsius (-5 °C).
En general, la gente asocia la nieve al frío extremo, cuando lo cierto es que la mayoría de las nevadas se producen cuando en el suelo hay una temperatura de 9 °C o más. Además, un punto fundamental es la humedad, por eso existen zonas de fríos extremos, pero climas secos en las que jamás nieva. Un ejemplo son los Valles Secos de la Antártida, donde hay hielo, pero nunca nieve.
Sin embargo, existen casos de nieve seca. Esta es nieve que se forma con humedad en la atmósfera, pero atraviesa un aire seco que convertirá a los copos en una especie de polvo que no se pega y que es ideal para los deportes de nieve.
Fuentes: vix.com