Cuenta la leyenda que Caravaggio, utilizaba espejos y lentes para proyectar imágenes sobre lienzos, facilitándole el trazo inicial de sus figuras tan realistas. Esto no solo aceleraba su proceso, sino que también le permitía capturar las complejas expresiones humanas y los efectos de luz que lo hicieron famoso. Y no fue el único. Leonardo da Vinci empleaba un dispositivo llamado “ventana de Leonardo” para lograr la precisión necesaria en sus composiciones, método que está descrito detalladamente en su Tratado de la Pintura, en el capítulo de métodos para representar un lugar correctamente.
Desde Leonardo da Vinci hasta Caravaggio y pasando por muchos otros, los artistas han recurrido a todo tipo de técnicas ópticas para facilitarse la vida y lograr el acabado ideal en sus obras. Es que imagínate intentar dibujar la perspectiva, luz y forma perfecta repetidas veces sin ayuda alguna, se vuelven locos antes de tiempo. Por eso, durante el Renacimiento fueron populares herramientas como la cámara lúcida, la cámara oscura, el velo de Alberti o la ventana de Leonardo da Vinci, entre muchas otras.
La cámara oscura, por ejemplo, consistía en una caja o habitación oscura con un pequeño agujero por donde entraba la luz. Esta, gracias al principio de refracción de la luz, proyectaba una imagen invertida de la escena exterior sobre una superficie interior, en la cual los artistas podían calcar con facilidad. Este principio óptico, conocido desde la antigüedad, fue refinado durante el Renacimiento para ayudar en la composición y el detalle, y se considera un precursor de la fotografía actual, la cual heredó dichos principios.
Por otro lado, herramientas como la cámara lúcida o cámara clara se vale de espejos, prismas y el posicionamiento correcto de luces y objetos para ver de forma simultánea el objeto a dibujar y la superficie en la cual este se quiere trazar.
El velo de Alberti, inventado por Leon Battista Alberti, consistía en un marco sobre el cual se extendía un velo translúcido dividido en una cuadrícula, el cual se posicionaba de forma vertical entre el artista y el paisaje u objeto a retratar. De esta forma permitía dividir la imagen que pasaba a través del velo en secciones más manejables que luego se replicaban en el papel guiándose de la cuadrícula. De esta manera podían copiar cada parte con exactitud y mantener las proporciones correctas. Asimismo, la ventana de Leonardo da Vinci, era un dispositivo similar que permitía al artista observar la escena a través de un marco con un vidrio dividido en cuadrados, donde se trazaba el contorno de lo que se veía a través de este para tener una referencia permanente que ayudara a trasladar los detalles al lienzo.
Incluso las sombras proyectadas fueron una técnica común. Artistas iluminaban objetos o modelos con velas o lámparas para trazar rápidamente sus contornos sobre las superficies. Este método era particularmente útil para capturar poses dinámicas y realistas, reduciendo el tiempo necesario para crear bocetos preliminares.
La evolución de estas herramientas no se detuvo en el Renacimiento. Con el desarrollo de nuevas tecnologías, los artistas del siglo XIX en adelante adoptaron la fotografía como referencia visual o el collage como una forma de composición de escenas más rápida que luego utilizarían como referencia para la obra final.
Hoy en día, las tabletas gráficas o programas como Photoshop o Procreate han transformado el proceso de creación artística, pero la esencia sigue siendo la misma: herramientas para simplificar y perfeccionar el arte. Ya sea mediante el uso de proyecciones digitales, fotografías, realidad virtual, o modelado 3D, entre otras, los artistas modernos continúan experimentando y creando nuevas formas de hacer arte adaptada a nuestro tiempo. Y eso es lo fascinante del arte, siempre avanza, cambia y se adapta.
No es trampa, es eficiencia
Hay quienes ven el calco como una especie de herejía artística. Pero, siendo justos, usar herramientas para mejorar la precisión y acelerar el proceso no disminuye el talento; más bien, lo demuestra. Un arquitecto no dibuja cada línea perfectamente recta a mano cuando puede usar AutoCAD, y nadie le dice que está haciendo trampa.
Del mismo modo, los artistas actuales utilizan proyectores, tabletas digitales y aplicaciones de dibujo para perfeccionar sus obras. Estas herramientas no reemplazan la creatividad ni el esfuerzo, simplemente eliminan las barreras técnicas y permiten centrarse en lo realmente importante: expresarse a través de su arte.
Además, calcar es una etapa más del proceso de aprendizaje por el que todo artista pasa, como cuando los músicos tocan covers antes de componer sus propias canciones. El calcar permite analizar y comprender las proporciones, los vacíos, la composición, y desarrollar un ojo entrenado que posteriormente lo ayudará a desarrollar sus obras con mayor confianza y profesionalidad.
Hoy en día, existen una gran variedad de softwares que siguen los mismos principios que en el pasado, herramientas como Photoshop o Procreate, entre muchísimos otros, nos permiten experimentar con el arte y las referencias a utilizar. Si un artista de hoy puede proyectar su boceto en una pared para ajustar la composición antes de pintar un mural, no está haciendo trampa, sino aplicando conocimientos técnicos para optimizar el proceso.
En última instancia, el arte no se trata solo de las herramientas utilizadas, sino de la visión y el mensaje que transmite el artista. Los grandes artistas que estudiamos en libros y vemos en museos no temieron usar dispositivos ópticos para perfeccionar sus creaciones, y nosotros tampoco deberíamos hacerlo. El calcar no resta mérito; es una etapa más del extenso proceso creativo y si eres un ilustrador y te salen con la de «cualquiera es bueno dibujando si calca» rétalos a ellos a intentarlo, a ver si solo por calcar son artistas.
Así que la próxima vez que te enfrentes a un lienzo en blanco, no temas usar las herramientas que tengas a tu disposición. Recuerda que el arte siempre ha sido un equilibrio entre la técnica y la inspiración. No se trata solo de cómo llegas al resultado final, sino de la pasión y la historia que dejas plasmada en cada trazo.