“Hay tres formas de hacer las cosas: la manera correcta, la manera incorrecta y la mía, que es lo mismo que la manera incorrecta, solo que más rápida”.
Este icónico epígrafe atribuido a Homero Simpson, maestro indiscutible de la improvisación cuestionable, nos invita a reflexionar con humor. Pero, dejando a un lado las travesuras de Homero, ¿sabías que otro Simpson, en este caso Edward H. Simpson, también dejó su huella en la historia? No con una rosquilla, sino con una fascinante contribución estadística: la paradoja de Simpson.

¿Qué es la paradoja de Simpson?
La paradoja de Simpson es como una ilusión óptica, pero para los números. Describe situaciones en las que las conclusiones a las que llegamos al analizar datos globalmente pueden ser completamente opuestas a las que obtenemos al desglosarlos por categorías. Es una lección de humildad matemática que nos dice: “Cuidado, los números también tienen sus trucos”.
En palabras simples, lo que parece cierto cuando ves el panorama general puede no serlo cuando desmenuzas los detalles. Es como mirar un mosaico: desde lejos parece una imagen clara, pero de cerca te das cuenta de que cada azulejo cuenta una historia diferente.

Un ejemplo con Bart y Milhouse
¿No sería genial usar a los personajes de Los Simpson para entender esta paradoja? Imagina que Bart y Milhouse están compitiendo en un partido de baloncesto. Analicemos sus estadísticas cuarto por cuarto:
Desempeño de Bart
- Primer cuarto: 1 acierto en 1 intento → 100%
- Segundo cuarto: 1 acierto en 1 intento → 100%
- Tercer cuarto: 1 acierto en 1 intento → 100%
- Cuarto cuarto: 26 aciertos en 50 intentos → 52%
Desempeño de Milhouse
- Primer cuarto: 9 aciertos en 10 intentos → 90%
- Segundo cuarto: 9 aciertos en 10 intentos → 90%
- Tercer cuarto: 9 aciertos en 10 intentos → 90%
- Cuarto cuarto: 1 acierto en 2 intentos → 50%
A primera vista, Bart parece tener la ventaja, especialmente en los primeros tres cuartos con un rendimiento perfecto. Pero si sumamos los totales:
- Bart: 29 aciertos en 53 tiros → 54,7%
- Milhouse: 28 aciertos en 32 tiros → 87,5%
¡Sorpresa! Aunque Bart destaca en cada cuarto individualmente, el rendimiento global de Milhouse es significativamente superior. Aquí está la magia (o el truco) de la paradoja de Simpson: el contexto importa.

¿Por qué es importante esta paradoja?
La paradoja de Simpson no es solo una curiosidad matemática. Tiene aplicaciones prácticas en muchos campos, desde la medicina hasta los deportes. Veamos algunos ejemplos clave:
1. Medicina
En estudios clínicos, un tratamiento puede parecer efectivo cuando se analizan todos los datos juntos. Sin embargo, al desglosar los resultados por grupos (edad, género, etc.), podría revelarse que funciona solo para una parte de la población. Ignorar esto podría llevar a decisiones médicas erróneas.
2. Marketing
Imagina una campaña publicitaria que parece triunfar en cada región individualmente, pero los datos globales muestran lo contrario. Tal vez una región tiene una población mucho mayor, afectando el promedio general. Aquí, entender la paradoja puede marcar la diferencia entre una estrategia exitosa y un desastre comercial.
3. Educación
Un colegio podría presumir de mejores resultados generales en matemáticas en comparación con otro. Sin embargo, al desglosar por nivel socioeconómico, se podría descubrir que el colegio con peores resultados globales sobresale en ciertos grupos específicos.
4. Deportes
Regresando a Bart y Milhouse, este fenómeno es común en deportes reales. Por ejemplo, un jugador de béisbol podría tener un promedio de bateo inferior al de otro jugador en todas las temporadas individuales, pero un promedio global más alto debido a diferencias en la cantidad de turnos al bate.

Lecciones prácticas de la paradoja de Simpson
Este fenómeno no solo es fascinante, sino también una advertencia sobre cómo interpretamos los datos. Aquí hay algunas lecciones que podemos aprender:
- Cuidado con los promedios. Los promedios globales pueden ocultar información importante. Siempre que sea posible, analiza los datos desglosados.
- El contexto lo es todo. Ningún dato existe en el vacío. Variables ocultas pueden influir enormemente en los resultados.
- Utiliza herramientas avanzadas. Las técnicas estadísticas, como los modelos multivariables, pueden ayudarte a evitar malinterpretaciones.
- Comunicación clara. Si presentas datos a un público general, explica las limitaciones de los promedios y las posibles trampas de la interpretación superficial.

Más allá de los números: Aplicaciones cotidianas
La paradoja de Simpson también tiene un mensaje que trasciende los datos: en la vida, lo que parece evidente a primera vista podría ser engañoso si no profundizamos lo suficiente.
- En debates: Una postura que parece correcta en un punto puede perder fuerza cuando se consideran otros factores.
- En relaciones: Juzgar a alguien por un solo acto no siempre refleja su verdadera naturaleza.
- En decisiones importantes: Evaluar las situaciones desde múltiples ángulos puede evitar errores costosos.
Un poco más sobre Edward H. Simpson
Aunque la paradoja lleva su nombre, Edward H. Simpson no trabajó solo. Matemáticos como Richard W. Hamming también abordaron conceptos similares, pero fue Simpson quien la formalizó en 1951. Curiosamente, este fenómeno ha inspirado debates no solo en matemáticas, sino también en filosofía, recordándonos que la realidad rara vez es tan simple como parece.
Artículo enviado por Marcos Paulo Henrique para Despertar Sabiendo.
Fuentes
• Contreras, J.M., Batanero, C., Cañadas, G. y Gea, M.M. (2012). La paradoja de Simpson. SUMA, 71, 27-34.
• “Simpson, globo y cálculos renales”. Publicado el 1 de diciembre de 2015. Disponible en: YouTube.
