Poltergeist
Es la película maldita por excelencia, puesto que el supuesto “maleficio” que acompañó al primer filme de la saga se extendió a toda la trilogía. Así, entre el primer y el tercer filme, murieron cuatro miembros del reparto. Entre ellos se incluye a Dominique Dunne, quien interpretaba a la hermana mayor de la protagonista, fue estrangulada por su novio a los 22 años; Julian Beck, que debía aparecer en la segunda parte, murió de cáncer de estómago a los 60 años; y Will Sampson, que hacía de un médico indio, falleció por complicaciones en una operación a los 53 años. Pero la tragedia más famosa es la de la misma protagonista, Heather O’Rourke, que murió de un shock séptico a los 12 años, tras filmar la tercera parte de la saga. Se dice que su madre, mientras se encontraba en la sala de espera del hospital donde atendían a su hija, aseguró haberla visto por una ventana diciéndole: “Mamá, no voy a volver”. Muchos aseguran que la maldición comenzó después que se usaran restos de tumbas reales además de esqueletos humanos reales como accesorios durante el rodaje de la primera parte. Y por si quieres saber más, en una de las escenas en la película se ve un cartel del Superbowl XXII que tendría lugar seis años después, en 1988. O’Rourke murió el día después de la Superbowl XXII en San Diego. Casualidades.El exorcista
Es uno de los filmes que atemoriza a más espectadores. Es que las maldiciones relacionadas con el diablo suelen ser algunas de las más realistas. Mientras filmaban la película debieron pedirle a un sacerdote que hiciera un exorcismo de verdad para alejar a los espíritus después de que varios decorados se incendiaran, lo que atrasó en seis semanas la filmación, además varios dicen haber visto teléfonos levantarse sin explicación lógica. Sin embargo, la muerte también hizo su aparición en el rodaje. Según las versiones, entre cuatro y nueve personas murieron por distintos acontecimientos, dos de ellos fueron los actores principales, Jack MacGowran y Vasiliki Maliaros, un especialista en efectos especiales y un cuidador nocturno del rodaje. Además de esto, algunos testimonios afirman que Linda Blair (la niña poseída) “pronosticó” la muerte de un miembro del equipo técnico durante uno de las escenas en las que hablaba simulando estar poseída.
Cuenta la historia que la iglesia al otro lado del cine en el que se estrenó por primera vez fue alcanzada por un rayo, haciendo que la cruz cayera al suelo.
Se habla también de objetos que levitaban en pleno rodaje, de miles de personas que sufrieron mareos, náuseas, vómitos en el estreno cuando vieron la película como espectadores y de un par de cosas más también horribles:
- El hijo de Mercedes McCambridge (actriz que ponía la voz a la niña poseída) asesinó a toda su familia en 1987 y posteriormente se suicidó.
- La versión teatral del film estrenada en 1975 vio cómo la actriz que hacía de poseída (Mary Ure) aparecía muerta en un hotel sobre su cama con los brazos cortados y posición en cruz. Se habló de alcohol, barbitúricos y suicidio. Todo ocurrió la noche posterior al estreno, que fue todo un éxito, por cierto.
Superman
Leyenda negra, negrísima para varios de los actores que se han enfundado en la capa roja el traje azul con la «S» gigante en el pecho. Bud Collyer puso su voz a la serie de radio y dibujos animados de los años 40 y 60. Una enfermedad de complicaciones circulatorias terminaron con su vida. El primer actor que lo encarnó como serie de televisión fue George Reeves, allá por los años 50. Apareció muerto con un disparo en el pecho. El siguiente en sufrir este peculiar gafe fue Christopher Reeve muchos años después. Fue el mítico Superman en 4 películas y su asombroso parecido con el personaje de comic asombró a todos. Un grave accidente al caer de un caballo le postró en silla de ruedas hasta su muerte. En el caso de la actriz Margot Kidder (Lois Lane) el problema fue mental. Un día desapareció sin dejar huella y apareció tres días más tarde tirada en un jardín con signos de violencia causados, al parecer, por ella misma. Desarrolló un caso clínico de trastorno bipolar y tuvo que estar interna varios años en un centro psiquiátrico. El también actor de la saga de películas de Superman, Richard Pryor, se le diagnosticó esclerosis múltiple. El director adjunto de dos de las entregas de la saga, Richard Lester, tuvo un accidente hípico y tras la rotura de la pelvis, sufrió una hemorragia interna que terminó con su vida.
La profecía
Una leyenda relacionada con las catástrofes persigue a este filme desde su realización. Cuentan que el actor principal Gregory Peck viajaba en un avión cuando éste fue alcanzado por un rayo en medio de una tormenta. Por suerte, no provocó ningún daño ni a los pasajeros ni a la nave. Pero lo curioso es que lo mismo le pasó al guionista David Seltzer, ocho horas después, en otro avión y con otro destino. Antes de eso, Peck estuvo a punto de subir a un jet alquilado por la producción y a último momento canceló el viaje. Otra vez la buena racha estaba de su lado, porque dicho jet se estrelló al poco de elevarse y chocó contra un vehículo que mató, además de a los miembros del avión, a todos los ocupantes del coche y a los de otro contra el que golpearon donde iban la esposa e hijo del piloto. Pero la maldición no termina ahí. En la película se incluyen varios animales, entre ellos, dos perros rottweiler que, por un descuido, atacaron a su adiestrador, y en otra oportunidad un león que salía en la escena del zoológico mató a un guardián. Además, el productor se salvó de una bomba que el grupo terrorista IRA había colocado en su hotel, y John Richardson -de efectos especiales- sufrió un accidente automovilístico en el que una colaboradora resultó decapitada, tal como ocurre en una escena de la película.
El bebé de Rosemary
Según dicen, el culpable del mal que acechaba a esta producción cinematográfica fue la locación en donde se filmó: la leyenda indica que toda persona que ingrese al edificio Dakota, en Nueva York, morirá en forma trágica. Un poco exagerado, ¿verdad? Ya que en sus departamentos vivieron cientos de personas desde su construcción en 1880. Lo cierto es que al año siguiente del estreno de esta obra maestra del terror dirigida por Roman Polanski, el compositor de la música, Krzysztof Komeda, falleció por un coágulo cerebral, de forma similar a uno de los personajes del filme. Ese mismo año, 1969, la pareja del director, la actriz Sharon Tate, que participó como extra, fue asesinada por una supuesta secta en una situación muy poco agradable. Años más tarde, John Lennon murió en la puerta de este edificio, tras ser atacado por un fanático. Coincidencia o no, varios finales trágicos se relacionan con los que estuvieron alguna vez en este lugar.
El Cuervo
El actor Brandon Lee, hijo del mítico actor de artes marciales Bruce Lee, falleció de un disparo en pleno rodaje mientras filmaba una escena en la cual le disparaban. La pistola que se usó en la escena debía estar cargada con una bala de salva, pero, por causas que nunca se aclararon, estaba cargada con una bala de verdad, lo que causó la muerte del actor. Los productores del filme, consternados por lo sucedido, quisieron detener la filmación, pero el director decidió quemar el metraje de esta secuencia y completó la película utilizando un doble y retoques digitales por computadora. Al final del metraje se puede leer una dedicatoria que dice: “Para Brandon y Elisa”.
Juego con la muerte
Al igual que su hijo, Bruce Lee tuvo un extraño deceso. Mientras grababa la película se acostó sobre una cama y nunca despertó. Se dice que una amiga le dio un analgésico porque le dolía la cabeza, atribuyendo una posible aneurisma o una reacción alérgica. Tras su fallecimiento, esta cinta fue arreglada en 1978 con Gig Young en el reparto. Meses después este actor mató a su esposa y luego se suicidó.
Véase también Películas malditas: Parte 2
Temática sugerida por: Mily Picuntureo
Fuentes: