Aun cuando actualmente el alfabeto Morse tiene una aplicación casi única dentro de los radioaficionados, lo cierto es que en el pasado ha sido un fundamental sistema de comunicación que, aun cuando originalmente utilizaba un sistema telegráfico, con el paso de los años tuvo su primordial soporte en los sistemas de radio. Y si bien en las comunicaciones modernas por el momento no se emplea apenas, conviene reconocer el mérito de esos pioneros que han permitido las comunicaciones inalámbricas a partir de sitios donde era inconcebible la transmisión de información. Sin duda un tema interesante, que impresiona con su funcionamiento y desarrollo.
Código Morse
El Código Morse fue creado por Alfred Vail a medida que colaboraba en 1835 con Samuel Morse en el invento del telégrafo eléctrico. Por un lado, Vail diseñó un procedimiento conforme el cual cada letra o número era transmitido de manera personal con un código consistente en rayas y puntos, o sea, señales telegráficas que se diferencian en la era de duración de la señal activa. Sin embargo, Morse reconoció la idoneidad de este sistema y lo patentó junto con el telégrafo eléctrico siendo conocido como “American Morse Code” y fue utilizado en la primera transmisión por telégrafo.
En sus comienzos, el alfabeto Morse se empleó en las líneas telegráficas por medio de los tendidos de cable que se fueron instalando. Después, se usó además en las transmisiones por radio, más que nada en el océano y en el aire. En el año 1838 el sistema Morse fue presentado en Washington, no obstante, tuvo que aguardar hasta 1843 para obtener los 30.000 $ necesarios para la creación de la primera línea telegráfica que juntó Washington con Baltimore.
Samuel probó su invento usando millas de cables entre Washington DC y Baltimore. En mayo de 1844, envió un mensaje desde Washington a su socio en Baltimore diciendo: «¿Qué ha hecho Dios?» Unos minutos más tarde, su pareja respondió y este nuevo invento estaba en camino de convertirse en parte del estilo de vida estadounidense. Las líneas telegráficas se extendieron rápidamente a través de los Estados Unidos y Europa, llegando a instalarse en Asia, África y Australia a fines de siglo. También se colocaron cables telegráficos (o alambres) a través del Océano Atlántico.
Invención del telégrafo
Para finalizar esta gran obra decidieron materializar la iniciativa de Vail y Morse, este último construyó un artefacto que usaba un pulsador accionado a mano que permitiera el paso de una corriente eléctrica por un electroimán, que paralelamente producía el desplazamiento de una pluma, que dejaría su marca en una cinta de papel. El registro permanente del mensaje, su simplicidad, rapidez y bajo coste han sido las virtudes primordiales de este telégrafo.
Un dato curioso del código Morse es lo esencial que se convirtió a la hora de las transmisiones marinas, ya que fue un aliado de las comunicaciones inalámbricas.
Véase también ¿Cómo se orientan las aves?
Por ejemplo, la señal SOS más utilizada internacionalmente cuando un navío se encuentra en dificultades, se comenzó a utilizar a principios del siglo XX. Fue aprobada durante una conferencia internacional en Berlín en 1906 para reemplazar la hasta entonces utilizada “CQD” en las transmisiones telegráficas en Código Morse. Paso a ser una llamada de auxilio universal.
Aunque las comunicaciones modernas ya no usan el código Morse, hay que reconocer la valía de este esfuerzo de estos grandes inventores con miras hacia el futuro permitiendo realizar comunicaciones inalámbricas en donde era inimaginable las transmisiones de información como las que ahora gozamos. Es increíble el enorme trabajo hecho por Morse y Vail, que ahora se traduce en el día del Código Morse, cada 27 de abril.
Fuentes: Universitat Politècnica de València
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