La meditación se puede definir como un grupo de técnicas destinadas a impulsar o fomentar un estado elevado de conciencia y atención enfocada. La meditación es además una técnica de cambio de conciencia que ha demostrado tener una gran cantidad de beneficios para el bienestar psicológico.
A lo largo del mundo la meditación se ha practicado durante miles de años por culturas y religiones distintas. Si bien la meditación se usa a menudo con fines religiosos muchas personas la practican independientemente de cualquier creencia, práctica religiosa o espiritual.
Razones para meditar
Hay una serie de cosas diferentes que las personas pueden hacer para alterar sus estados de conciencia, desde practicar hipnosis hasta usar drogas psicoactivas y tomar una siesta. Si bien algunos métodos, como el uso de drogas, pueden ser dañinos, otros, como la hipnosis, el sueño y la meditación, pueden tener un impacto positivo en la salud.
La meditación puede proporcionar una serie de beneficios, por lo que hay muchas razones por las que es posible que desee comenzar a meditar:
• Ayudarle a lidiar con el estrés
• Puede ayudar a aliviar los dolores de cabeza.
• Puede ayudar con los síntomas de ansiedad y depresión.
• Puede mejorar la autoconciencia
• Puede ayudarlo a sentir más empatía por usted mismo y los demás.
• Puede mejorar la inmunidad
• Puede mejorar la atención plena
Cómo meditar
Si bien hay muchas formas diferentes de meditaciones y formas de practicar, aprender una meditación básica para principiantes es un gran lugar para comenzar.
• Elija un lugar tranquilo que esté libre de distracciones. Apague su teléfono, televisión y otras distracciones. Si opta por reproducir música tranquila, seleccione algo tranquilo y repetitivo.
• Establece un límite de tiempo. Si recién está comenzando, es posible que desee ceñirse a sesiones más cortas de aproximadamente 5 a 10 minutos de duración.
• Presta atención a tu cuerpo y ponte cómodo. Puede sentarse con las piernas cruzadas en el suelo o en una silla siempre que sienta que puede sentarse cómodamente durante varios minutos a la vez.
• Concéntrate en tu respiración. Intente realizar respiraciones profundas que expandan su abdomen y luego exhale lentamente. Preste atención a cómo se siente cada respiración.
• Observe sus pensamientos. El propósito de la meditación no es aclarar tu mente, tu mente inevitablemente va a divagar. En cambio, concéntrese en devolver suavemente su atención a su respiración cada vez que note que sus pensamientos se desvían. No juzgue sus pensamientos ni intente analizarlos; simplemente dirija su mente de regreso a su respiración profunda.
Tipos de meditación
La meditación puede adoptar muchas formas diferentes, pero hay dos tipos principales: meditación de concentración y meditación de atención plena:
• La meditación concentrativa implica enfocar toda tu atención en un objeto específico mientras te desconectas de todo lo que te rodea. El objetivo es experimentar realmente aquello en lo que te estás enfocando, ya sea tu respiración, una palabra específica o un mantra, para alcanzar un estado superior del ser.
• La meditación de atención plena incluye, entre otras, tanto la reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR) como la terapia cognitiva basada en la atención plena (MBCT). La atención plena puede abordar diferentes problemas, como la depresión, lo que significa que su enfoque puede ser diferente de una práctica a otra. En general, implica el estado de estar consciente e involucrado en el momento presente y hacerse abierto, consciente y aceptar.
Véase también Qué son los sueños lúcidos y como lograrlos
Impacto de la meditación
Las investigaciones han demostrado que la meditación puede tener efectos tanto fisiológicos como psicológicos. Algunos de los efectos fisiológicos positivos incluyen una disminución del estado de excitación física, disminución de la frecuencia respiratoria, disminución de la frecuencia cardíaca, cambios en los patrones de ondas cerebrales y disminución del estrés.
La meditación es una disciplina que requiere tiempo, voluntad y práctica. Recuerda que el habito y la constancia ayudan de manera importante para que vayas evolucionando. Es como ir al gimnasio; no tendrás una buena condición física si solo vas una vez por semana, es importante que lo hagas periódicamente para que tu cuerpo, mente y espíritu vayan reconectando, y entonces el día de mañana esto se convertirá en un hábito que forme parte de tu vida diaria.
Fuentes: mayoclinic.org y nccih.nih.gov
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