Las siete maravillas del Mundo Antiguo son un conjunto de obras de arquitectura y escultura que los helenos de Grecia, especialmente los del período helenístico, consideraban dignas de ser vistas y visitadas. Si bien a lo largo del tiempo se han elaborado distintas listas, la definitiva quedó fijada en el siglo XVI cuando el pintor de Nederland (Países Bajos) Maerten van Heemskrerck realizó una serie de siete cuadros representando esta obra.
Estas siete obras monumentales que existían en la Edad Antigua, después de más de dos mil años las podemos conocer por la historia y la leyenda de los relatos que nos llegan, ya que los restos y evidencias no lograron sobrevivir a su ruina, a excepción de la Gran Pirámide de Guiza.
A continuación, te las presentaremos:
• La Gran Pirámide de Guiza
Esta es la única Maravilla del Mundo Antiguo que sobrevive en la actualidad. Se encuentra en Guiza, Egipto, y es la tumba del faraón Keops. Se estima que se terminó de construir en el año 2570 a.C., convirtiendo esta obra en la más antigua de las maravillas del mundo y siendo la primera y más grande de las tres pirámides de Guiza, situada en las afueras de El Cairo, Egipto.
Durante 3800 años fue el edificio más alto de la Tierra hasta que en el siglo XIV fue superado por el chapitel de la Catedral de Lincoln, Inglaterra.
Originalmente la pirámide estaba cubierta de unos 27.000 bloques de piedra caliza blanca pulida, pero a principios del siglo XIV un terremoto desprendió gran parte de esta piedra y posteriormente los turcos otomanos la tomaron para revestir algunas edificaciones de El Cairo.
• Los Jardines Colgantes de Babilonia
Se supone que los Jardines Colgantes de Babilonia fueron edificados entre el 605 a.C. y el 562 a.C. en la ciudad de Babilonia, (actualmente Irak) durante el reinado de Nabucodonosor II.
Se trata de edificaciones grandiosas construidas, levantadas al lado del palacio del rey, permitiendo que los viajeros pudieran contemplarlos (pero no ingresar). En los jardines se plantaban y crecían palmeras y árboles frutales, como el dátil y los cocos.
Se cree que el rey Nabucodonosor II de la dinastía caldea del Imperio neobabilónico ordenó la construcción de estos jardines como muestra de amor hacia su esposa Amytis, para que le hicieran recuerdo a las montañas de su tierra, aunque esta no es la única leyenda en torno a los Jardines.
La historia afirma que con la posible decadencia de Babilonia y el fin del Imperio neobabilónico, los jardines fueron abandonados progresivamente; y que cuando Alejandro Magno llegó a la ciudad en el siglo IV a.C., los jardines ya estaban parcialmente en ruinas y totalmente abandonados hasta que finalmente fueron destruidos por el rey Evémero en el año 126 a. C.
• El Mausoleo de Halicarnaso
Fue un monumento funerario de gran suntuosidad construido entre el año 353 a.C. y el 350 a.C. en Halicarnaso, actualmente Bodrum, Turquía. Esta edificación medía aproximadamente 45 metros de altura y tenía más de cien columnas que sostenían el techo.
Además, cada una de las cuatro plantas estaba adornada con relieves escultóricos creados por cada uno de los escultores griegos Leocares, Briaxis, Escopas de Paros y Timoteo.
Esta impresionante tumba fue creada para el sátrapa del Imperio Persa Mausolo (de ahí el nombre de Mausoleo).
Este Mausoleo resistió los ataques de Alejandro Magno, de los árabes e incluso de los bárbaros, pero un terremoto terminó por derrumbarlo en el año 1404, reduciéndolo a ruinas.
• La Estatua de Zeus
La Estatua de Zeus en Olimpia (actualmente Grecia) fue edificada en torno al año 430 a.C. en honor al más famoso de todos los dioses griegos del Olimpo y “padre de los dioses y los hombres”, Zeus.
Esta escultura crisoelefantina (es decir compuesta por oro y marfil) fue elaborada por el famoso escultor clásico Fidias en Olimpia. Fue destruida y se perdió en el siglo V d.C., y sólo se sabe de ella gracias a descripciones de historiadores antiguos y representaciones en monedas.
Lo que se sabe de esta estatua es que ocupaba la totalidad del ancho del pasillo del templo en la que se encontraba y medía aproximadamente doce metros de alto. Zeus fue esculpido en marfil con detalles en oro macizo, aunque además de la base de marfil y el oro la escultura tenía ébano y piedras preciosas, lo que la convertían de por si en una obra de arte.
• El Coloso de Rodas
El Coloso de Rodas fue una gran estatua del dios griego del sol, Helios, realizada por el escultor Cares de Lindos en la isla de Rodas, Grecia, en el año 292 a.C. y destruido por un terremoto en 226 a.C., durando solo 66 años. Ante su destrucción decidieron no volver a construirlo ya que un Oráculo predijo que lo mejor era no hacerlo.
La estatua fue hecha con placas de bronce sobre un armazón de hierro, y según el escritor antiguo Plinio el Viejo, medía unos 32 metros de altura sobre una base de mármol blanco de unos 15 metros.
La historia dice que el gran Coloso de Rodas se mantenía parado sobre la entrada del puerto, y su grandeza era tal que las embarcaciones podían pasar debajo de sus piernas.
• El Faro de Alejandría
El Faro de Alejandría fue una torre construida en el siglo III a.C. (entre los años 285 y 247 a.C.) en la Isla de Pharos, Alejandría, (actualmente Egipto) con el objetivo de guiar las embarcaciones que navegaban hacia el puerto.
La obra tenía una altura estimada de entre 115 a 150 metros, y durante muchos siglos fue una de las estructuras más altas hechas por el hombre.
Si bien logró sobrevivir intacto durante todo un milenio, fue derribado por los terremotos de 1303 y 1323, hasta que finalmente todos sus restos desaparecieron en 1480 cuando el sultán de Egipto Qaitbey empleó los bloques pétreos de las ruinas para construir un fuerte. Desde esta primera construcción para guiar embarcaciones todas las que tienen el mismo objetivo reciben el nombre de “faros”.
• El Templo de Artemisa
El Templo de Artemisa fue un templo ubicado en la ciudad de Éfeso, (actualmente Turquía) levantado por el Rey Creso en honor a la diosa helena de la luna y la caza de animales salvajes, Artemisa.
Su construcción (donde predominaba el mármol) duró unos 120 años y fue ideada por un arquitecto de Creta llamado Cherisiphron. Sus medidas eran de 114 metros de largo y 54 metros de ancho, equipado con 127 columnas jónicas que se elevaban a una altura de 60 metros.
El interior era parecido a un museo, y además de contar con Dioses griegos, eran habituales las estatuas de guerreros amazónicos, pinturas en las paredes o detalles de oro y plata. Alrededor del año 356 a.C. fue derribado por un incendio, pero posteriormente Alejandro Magno ordenó su reconstrucción, aunque hoy en día solo volvieron a quedar restos que dejan ver a los turistas curiosos la magnificencia que alguna vez tuvo la construcción.
Fuentes: noticias.universia.com y educacion.uncomo.com
Temática sugerida por: Stonehenge, Natalia Stef, Emprendimientos 4B y Victor peña