Las Cruzadas son uno de los acontecimientos más representativos de la Edad Media, una de las etapas más oscuras de la historia de Europa. Los ejércitos de cruzados atravesaron Europa luchando en nombre del Papa y del cristianismo y buscando recuperar la Tierra Santa, dejando a su paso miles de muertes.
La iglesia a causa de que los musulmanes se expandían perdía seguidores y su poder en la sociedad. Para la Iglesia católica, se abrió la posibilidad de ampliar su influencia para ganar nuevos seguidores en el Este, así como una posible reunificación con la Iglesia ortodoxa, que se había separa en 1054.
Pero esta no era la única interesada en el éxito de esas expediciones: la nobleza feudal tenía interés en la conquista de nuevas tierras; las ciudades mercantilistas como Venecia y Génova deslumbraban con la posibilidad de ampliar sus negocios hacia el Oriente y todos estaban interesados en las especias orientales, por su alto valor, como: pimienta, clavo, nuez moscada, canela y otros.
¿Qué provoco todo esto?
El entorno del año 1000 vio el significativo crecimiento de las peregrinaciones de cristianos a Jerusalén, pues creían que el fin del mundo estaba cerca y, por eso, hacían sacrificios y buscaban las tierras sagradas para evitar la eternidad en el infierno. El mundo no acabó y los musulmanes ocuparon cada vez más la Tierra Santa, creando grandes impedimentos para el tránsito de cristianos.
La situación se agravó a lo largo del siglo XI e irritó a los cristianos, que se reunieron para la primera expedición militar que los llevaría a Tierra Santa para intentar expulsar a los musulmanes de la región y devolverla a los cristianos.
Los participantes de estas expediciones en su ropa llevaban era una gran cruz estampado a la altura del hombro (motivo por el cual en el futuro se le llamaría “Cruzadas”). La cruz hacía una referencia al sacrificio y victoria de Jesucristo.
Comienzo de las Cruzadas
En el año 1096 grandes señores de Francia, Flandes y Alemania partieron con sus ejércitos hacia Asia Menor. Desde este lugar, se dirigieron a Siria, donde se dio el primer enfrentamiento contra los turcos. Tras seis meses de combate, los cruzados triunfaron en la ciudad de Antioquía y conquistaron Jerusalén el año 1099.
La caída de Jerusalén fue seguida de una gran matanza, todos los musulmanes, hombres, mujeres y niños, fueron asesinados.
Para proteger los nuevos territorios cristianos nacieron las Órdenes Militares, caballeros dirigidos por monjes que tomaron las armas para defender la fe, y que se pusieron al servicio de los peregrinos, procurándoles alojamiento y seguridad. Las principales Órdenes Militares en Tierra Santa fueron la de los Templarios, los Hospitalarios, la Orden Teutónica y la de Malta.
Expuestos a los ataques musulmanes, los estados cristianos no podían sostenerse sin refuerzos. La segunda cruzada se organizó con ese fin, pero no pudo cumplir su cometido, ya que el año 1187, el sultán Saladino tomó Jerusalén. Con ello se perdió la principal ciudad del reino palestino y también, el principado de Edesa.
La tercera cruzada (Cruzada de los reyes), realizada por mar el año 1187, fue organizada por Ricardo Corazón de León, rey de Inglaterra; Felipe II Augusto de Francia y el emperador alemán Federico Barbarroja. No obtuvo éxito, pero un acuerdo de paz fue firmado, permitiendo la peregrinación de los cristianos a Jerusalén con seguridad.
A diferencia de las tres primeras que tuvieron un carácter religioso, esta cruzada en el año 1202 organizada por comerciantes venecianos, fue en busca de nuevos territorio y mercados que conquistar, ésta se realizó por el mar y no se dirigió a la Tierra Santa, fue hacia Constantinopla.
En consecuencia de esa cruzada, Venecia asumió el mando del comercio marítimo existente en el Mediterráneo, reconviniendo económicamente el Occidente al Oriente.
La quinta cruzada comandada por el rey Andrés II de Hungría, se desarrolló entre los años 1217 y 1221. Su objetivo era tomar Egipto y desde allí avanzar a Palestina. Una vez más, esta cruzada fracasó.
La sexta cruzada fue emprendida en 1227 por el emperador Federico II de Alemania. Este monarca alcanzó a tomar Jerusalén, Belén y Nazareth. Sin embargo, entró en tratos comerciales con los turcos, lo que provocó un rechazo absoluto en Europa.
Las dos últimas cruzadas, sétima y octava, fueron organizadas en el año 1248 y 1268 por Luis IX o San Luis, rey de Francia. Estos movimientos recuperaron la finalidad religiosa de las primeras cruzadas; su objetivo fue dominar el norte de África. Por eso los ataques se dirigieron contra Egipto y Túnez. Sin embargo, ambas expediciones fracasaron. La octava cruzada fue la última expedición al Oriente; con la caída de Acre el año 1291, terminó este importante episodio de la historia europea.
Consecuencias de las Cruzadas
Doscientos años de duro combate produjeron una serie de cambios en Europa.
Una de estas consecuencias fue un fortalecimiento del cristianismo y de los símbolos religiosos. Por el lado contrario, se creó entre la población una fuerte animadversión hacia los pueblos judío y musulmán.
Asimismo, también se produce el desarrollo de una nueva clase social como es la burguesía. Se trataba de pequeños artesanos o comerciantes que eran cada vez más necesarios para proveer de armas y herramientas al ejército.
El comercio entre Oriente y Occidente adquirió un gran impulso, y los puertos italianos de Génova y Venecia, que se habían beneficiado con el embarque de los cruzados, incrementaron en forma extraordinaria sus negocios.
Fuentes: mihistoriauniversal.com , sobrehistoria.com y profeenhistoria.com
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