(Martin Luther King Jr.; Atlanta, 1929 – Memphis, 1968) Pastor baptista estadounidense, defensor de los derechos civiles. La larga lucha de los norteamericanos de raza negra por alcanzar la plenitud de derechos conoció desde 1955 una aceleración en cuyo liderazgo iba a destacar muy pronto el joven pastor Martin Luther King.
Su acción no violenta, inspirada en el ejemplo de Gandhi, movilizó a una porción creciente de la comunidad afroamericana hasta culminar en el verano de 1963 en la histórica marcha sobre Washington, que congregó a 250.000 manifestantes. Allí, al pie del Lincoln Memorial, Martin Luther King pronunció el más célebre y conmovedor de sus espléndidos discursos, conocido por la fórmula que encabezaba la visión de un mundo justo: I have a dream (Tengo un sueño).
Martin Luther King Jr. nació en Atlanta un 15 de enero de 1929, Fue el mediano de tres hermanos fruto del matrimonio de Martin Luther King Sr. y Alberta Williams King. Luther King fue originalmente bautizado como Michael King Jr. (nombre natal de su padre), pero tras un viaje de la familia a Alemania, Michael King Sr. decidió cambiar su propio nombre y el de su hijo por Martin Luther King, en honor al teólogo agustino Martín Lutero.
Desde muy joven mostró una profunda fe religiosa y aptitudes para la oratoria y el debate. A la edad de 13 años, mientras regresaba en autobús de la escuela a su casa, según lo marcaba la ley, fue obligado a ceder su asiento para un pasajero blanco; según contó después, ese momento le causó «el disgusto más grande de su vida».
En 1948 se graduó del bachillerato en sociología e ingresó al seminario, pues había decidido dedicar su vida al servicio religioso. Seis años después, en 1954, fue nombrado pastor de la Iglesia Bautista de Montgomery, Alabama. Un año después, en 1955, obtuvo un doctorado en teología de la Universidad de Boston.
Muy pronto dio muestras de su carisma y de su firme decisión de luchar por la defensa de los derechos civiles con métodos pacíficos, inspirándose en la figura de Mahatma Gandhi y en la teoría de la desobediencia civil de Henry David Thoreau.
Ese mismo año, en 1955, tuvo lugar un hecho crucial en la vida de Martin Luther King: el 1 de diciembre, la afroamericana Rosa Parks se negó a ceder su asiento en al autobús a un hombre blanco, como lo marcaba la ley segregacionista de Alabama, y fue arrestada. King decidió iniciar una protesta no violenta en contra de la segregación racial que sufría su ciudad. Aprovechando la resonancia que tenía como pastor, sugirió a la población negra de Montgomery no utilizar el transporte público hasta que ese tipo de manifestaciones racistas se erradicaran por completo. Tras un año después del comienzo del boicot contra los autobuses, se declaró ilegal la segregación racial en los transportes públicos de la ciudad y generó tal tensión que la casa de Martin Luther fue bombardeada.
La fama de Martin Luther King se extendió rápidamente por todo el país y enseguida asumió la dirección del movimiento pacifista estadounidense, primero a través de la Southern Christian Leadership Conference y más tarde del Congress of Racial Equality. Asimismo, como miembro de la Asociación para el Progreso de la Gente de Color, abrió otro frente para lograr mejoras en sus condiciones de vida.
En 1960 aprovechó una sentada espontánea de estudiantes negros en Birmingham, Alabama, para iniciar una campaña de alcance nacional. En esta ocasión, Martin Luther King fue encarcelado y posteriormente liberado por la intercesión de John Fitzgerald Kennedy, entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, pero logró para los negros la igualdad de acceso a las bibliotecas, los comedores y los estacionamientos.
En el verano de 1963, su lucha alcanzó uno de sus momentos culminantes al encabezar una gigantesca marcha sobre Washington en la que participaron unas 250.000 personas, ante las cuales pronunció el discurso hoy titulado I have a dream (Tengo un sueño), una bellísima alocución en favor de la paz y la igualdad entre los seres humanos. King y otros representantes de organizaciones antirracistas fueron recibidos por el presidente John F. Kennedy, quien se comprometió a agilizar su política contra el segregacionismo en las escuelas y en la cuestión del desempleo, que afectaba de modo especial a la comunidad negra.
Poco después, el 14 de octubre de 1964, Martin Luther King recibió el Premio Nobel de la Paz por su combate a la segregación y la inequidad racial a través de protestas pacíficas. En marzo del año siguiente encabezó una manifestación de miles de defensores de los derechos civiles que recorrieron casi un centenar de kilómetros, desde Selma, donde se habían producido actos de violencia racial, hasta Montgomery. Entre 1966 y 1967, los intereses de King se ampliaron y, además de combatir asuntos de segregación racial, también se opuso a la pobreza y a la Guerra de Vietnam.
En 1968, Martin Luther King planeaba una campaña por la gente pobre —Poor People’s Campaign—, que incluía la ocupación pacífica de la capital de los Estados Unidos, Washington D.C., pero fue asesinado el 4 de abril en Memphis, Tennessee, por un hombre llamado James Earl Ray.
Mientras se celebraba su funeral en la iglesia Edenhaëser de Atlanta, una ola de violencia se extendió por todo el país. Ray se dio a la fuga, pero fue capturado dos meses después en Londres; se le dio cadena perpetua y murió en 1998, en la cárcel. De manera póstuma, King recibió la Medalla Presidencial de la Libertad y la Medalla de Oro del Congreso. En 1971, se estableció el Día de Martin Luther King (21 de enero) y éste se convirtió en fiesta federal en los Estados Unidos en 1986.
I have a dream
Pese al valor de su obra escrita, ninguno de sus textos despertó la universal admiración del más famoso de sus discursos, el que pronunció el 28 de agosto de 1963 ante los 250.000 integrantes de la marcha sobre Washington, al pie del Monumento a Abraham Lincoln, el presidente que, un siglo antes, había abolido la esclavitud:
«Hace cien años, un gran americano, bajo cuya sombra simbólica nos encontramos hoy, firmó la Proclamación de la Emancipación. Este trascendental decreto apareció como un gran fanal de esperanza para millones de esclavos que habían sido marcados con el fuego de una flagrante injusticia. Llegó como el amanecer jubiloso de la larga noche de su cautividad. Pero cien años después, la América de color sigue sin ser libre.» – Martin Luther King.
Considerado una obra maestra de la oratoria, el nombre con que este discurso es conocido procede de su parte central, en la que reiterando la fórmula I have a dream (Tengo un sueño), Martin Luther King eleva a la condición de ideal la simple materialización de la igualdad:
«Sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán algún día en una nación donde no se les juzgará por el color de su piel sino por las cualidades de su carácter».
Valioso tanto como condensada expresión de sus principios como por su impresionante altura emotiva, su vigencia sigue conmoviendo más de medio siglo después.
Fuentes: milenio.com, biografiasyvidas.com y tufuturovale.com
Temática sugerida por: Hary Rodriguez