Todos tenemos la imagen del Tyrannosaurus rex, uno de los dinosaurios más conocidos. Especialmente porque lució una silueta bastante desproporcionada, es decir, con una gran cabeza y cuerpo, además de sus patas traseras, pero sorprendentemente unos brazos pequeños y cortos.
Estas extremidades, que medían un metro, aproximadamente, poco tienen que ver con todo el cuerpo del dinosaurio y muchas personas se preguntan por qué era así. Aun así, este animal carnívoro también utilizaba los brazos para cazar, pues al contrario de lo que se podía pensar, se trataba de brazos fuertes.
Sus medidas
Este dinosaurio solía medir unos 12 metros de longitud, pesaba unas 6 toneladas y su cráneo era de 1,4 metros. Pero, como hemos comentado, sus brazos apenas llegaban al metro de largo.
Cuestión de equilibrio
Al parecer, que el Tyrannosaurus rex tenga los brazos cortos se debe a una cuestión de equilibrio y de proporciones. Este animal carnívoro debía poseer una gran cabeza y mandíbula para comer bien sus presas, además de las piernas y caderas más grandes y fuertes, pero para compensar esta gran cabeza, los brazos perdieron masa.
A pesar de ser pequeños, los brazos de este dino eran fuertes y ganarían con holgura un pulso a un humano dedicado a la halterofilia. “Se estima que podrían levantar tres veces el peso que podemos levantar los humanos”, comenta a RTVE.es el paleontólogo José Luis Sanz, de la Universidad Autónoma de Madrid.
La explicación de tan pequeñas extremidades superiores tiene que ver, aunque parezca paradójico, con la armonía de proporciones para mantener el equilibrio. “La tendencia evolutiva por aquellas en los dinosaurios hipercarnívoros era aumentar el tamaño de la cabeza para alojar unas mandíbulas potentes para poder machacar las carcasas de los cadáveres y desgarrar la carne de sus presas”, ilustra Sanz.
Contaban con una gran masa muscular localizada en las caderas para mantener al animal de pie y la cola, pero no era suficiente para vencer el contrapeso de la enorme cabeza. “Para compensar la cabeza tan grande, los brazos del T rex se acortaron, perdieron masa. Así se reajustaron las proporciones para que el animal pudiera tener el centro de gravedad en un lugar que le permitiera tener una postura funcional”, asegura el experto.
Los brazos tenían una utilidad particular
Otros científicos especulan con que los brazos del dinosaurio no eran simples vestigios, sino que tenían utilidad. Apuntan que los usaban como punto de apoyo para incorporarse tras dormir o reposar boca abajo, para agarrar a las hembras durante la cópula o para inmovilizar a presas escurridizas que tuvieran en las fauces, aunque es algo que no explicaría para qué utilizaban los brazos las hembras.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Hawai sugiere que los brazos del T-rex eran así de pequeños porque tenían una función muy concreta: ayudar a matar a sus presas.
Los autores del nuevo estudio explican que los brazos del animal, rematados por dos garras de unos diez centímetros de largo, permitían infligir a su víctima heridas de hasta un metro de longitud y de varios centímetros de profundidad. Una herida así no bastaría por si sola para matar a otro dinosaurio ni para dejarlo fuera de combate. Pero muchas de ellas sí que provocarían el efecto de debilitarlo de forma progresiva a causa de la continua pérdida de sangre.
“Dos garras dan más poder de corte que tres, porque cada una puede aplicar una mayor presión. Además, sus bordes eran biselados y afilados como los de un oso, en lugar de planos como las garras de un águila. Esos rasgos apoyan la hipótesis”, concluyó Stanley, un paleontólogo de la Universidad de Hawái.
Los antepasados de los T-Rex tenían los brazos más largos y los usaban para agarrar, pero en algún momento, esa especie y otros tiranosaurios los reemplazaron por sus gigantescas mandíbulas, y sus brazos se atrofiaron, consignó el sitio de noticias científicas, Science News.
Según el informe de los paleontólogos de Hawái, la forma de los huesos coracoides en los brazos y del hueso del húmero en el hombro sugiere que los T-Rex eran capaces de mover los brazos con mucha precisión y rapidez. Además, el hecho de que solo tuviera dos garras en lugar de tres, que suele ser lo habitual en los dinosaurios del orden Theropoda, le habría permitido ejercer un 50% más de fuerza al clavarlas en su presa para desgarrarla.
Si bien muchos científicos no están convencidos, aunque es una idea interesante, todavía es poco probable que un adulto tiranosaurio rex haya utilizado sus brazos como arma principal, dijo el paleontólogo de vertebrados Thomas Holtz de la Universidad de Maryland, en College Park.
Aunque es fuerte, el brazo de un T. rex totalmente desarrollado apenas podía pasar más allá de su pecho, reduciendo en gran medida su zona de impacto potencial. Pero sus brazos crecieron más lentamente que su cuerpo, por lo que los dinosaurios más jóvenes tendrían extremidades proporcionalmente más largas.
En definitiva, es posible que los de menos edad los hayan encontrado útiles para atacar a sus presas, concluyó.
La hipótesis de Steven Stanley sería que los T-Rex usaban sus bracitos musculosos para atacar con sus garras a sus presas a corta distancia. Las garras del T-Rex serían lo suficientemente fuertes para desgarrar a sus presas cuando las tendían atrapadas con ayuda de su hocico, y les permitían causar laceraciones de hasta un metro de largo. Además, la forma de los huesos coracoides de sus brazos y del húmero en el hombro, dan una idea de que los T-Rex podían mover aceleradamente sus manos, e incluso con mucha precisión.
Por si fuera poco, al contar con sólo dos garras en cada extremidad superior, el T-Rex podía usarlas como pinzas que le permitían aumentar la presión ejercida a sus víctimas de forma exponencial y mortal. Es importante mencionar, que la explicación de Steven Stanley no ha sido aceptada por completo.
Fuentes: okdiario.com , rtve.es , elpais.com , quo.es y catawiki.es