¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene la palabra “O.K.”? ¿Y el término “fuck”? ¿Y algunas otras palabras de origen curioso? Las palabras, al igual que los propios idiomas, los países y las personas, poseen su propia historia. Muchas de ellas dignas de su propio guion de Hollywood y que a menudo traspasan la barrera de la historia para alcanzar el estatus de mito.
Antes de comenzar hay que recalcar que ninguno de estos orígenes es completamente verídico y hay distintas versiones que intentan demostrar la procedencia de las mismas. Te invitamos a que si conoces otra explicación la comentes al final de este artículo.
Dicho esto, a continuación, te presento una lista de palabras cuyos orígenes te sorprenderán por su originalidad y por su historia.
O.K
Sus orígenes se remontan a la guerra civil de Estados Unidos. Bien es sabido que durante aquella contienda fueron muchos los hombres que perdieron la vida. Por eso, cuando las tropas regresaban al cuartel sin ninguna baja anotaban en una pizarra “0 killed” (0 muertos), como señal de buena fortuna. Más adelante esta expresión se redujo a “O.K.” y su significado se amplió para indicar que todo está bien.
Aunque, según otra versión, la primera vez que se utilizó esta expresión fue en el diario de William Richardson, quien viajaba de Boston a Nueva Orleans en 1815 cuando escribió “Arriba a Princeton… OK y a Trenton, comeremos a la 1 pm.” Sin embargo, el OK suponía para llamar la atención de los lectores, decir que todo estaba correcto (all correct) mal escrito (oll korrect), pero que significa una afirmación.
Yanqui
Son muchas las historias que circulan alrededor de su origen (como ocurre con casi todas las palabras de esta lista). Sin embargo, el relato más generalizado cuenta que este término procede del vocablo holandés “Janke”, diminutivo de “Jan”. Y es que así es como los colonizadores de América procedentes de los Países Bajos llamaban a sus compañeros de aventuras de los estados de Nueva Inglaterra, debido a que el nombre de John era muy común entre ellos (y aún lo sigue siendo).
Trivial
En el latín clásico había un sustantivo neutro que servía para denominar al “lugar donde concurren tres calles, tres caminos”, y que terminó denominando cualquier cruce, sin necesidad de que fuera tres el número de las calles que lo componían. A este sitio se le llamó trívium, lugares de charla y zonas de reposo donde tradicionalmente se encontraban los viajeros, las personas de negocios, las prostitutas, los albergues y posadas, etc. De ahí derivó, entre otros, el adjetivo “trivialis”, que ya es definido por el historiador Suetonio en el año 69 como algo “vulgar, ordinario, de poca importancia, común y corriente”. De ahí surgió trivial, que es un adjetivo que describe algo común, que carece de importancia o novedad, sabido por todos.
Snob
Dícese de aquellas personas que imitan con afectación las maneras, opiniones, etc. de aquellos a quienes considera distinguidos o de clase social alta para aparentar ser igual que ellos. De todos modos, y a pesar de su significado, esta palabra tiene unos orígenes mucho más humildes. Corría el siglo XVII cuando la universidad de Cambridge decidió admitir entre sus distinguidas filas de estudiantes a algunos plebeyos becados (y es que antes la educación era patrimonio exclusivo de la nobleza). Pero claro, no podían recibir el mismo trato que los alumnos procedentes de familias más pudientes (¡sacrilegio!). Así que para distinguirlos anotaban en su matrícula la expresión “sine nobilitas” (sin nobleza, en latín). Posteriormente abreviaron el término, que escribir tanta letra cansa.
Fuck
El origen de este término inglés que tan bien conocemos y que podría traducirse como nuestro clásico “joder” se remonta a la Edad Media, en Inglaterra. En aquella época no se podían mantener relaciones sexuales sin la venia del Rey. Y es que la Iglesia ejercía un férreo control para preservar “la conducta y la moralidad” de la población. Por ello, si una pareja quería tener un hijo debía solicitar un permiso especial a las autoridades para poder mantener dichas relaciones. Una vez concedido, se les entregaba una placa que decía “Fornication Under Consent of the King”. “FUCK” para abreviar.
Salario
Antiguamente, la sal se usaba para muchas cosas importantes, de ahí a que muchas veces se describiera como “el oro blanco”. Se podía usar como antiséptico para curar heridas (sal >>> salus >>> salud), para conservar alimentos y como forma de pago en Grecia y Roma, entre otras cosas.
Desde el antiguo imperio egipcio, a los trabajadores se les pagaba con sal, gracias a la cual se podía conservar la comida en un momento en el que no existían ni los frigoríficos ni los congeladores, ¿quién no ha oído hablar de la carne en salazón?
Más tarde, en el imperio romano, se siguió utilizando esta forma de pago y rápidamente se adoptó el nombre “salario” para lo que recibían los trabajadores al final del mes trabajado.
Alarma
Palabra de uso más o menos común y para cuyo origen hemos de remontarnos a la guerra entre españoles y musulmanes por el control de la península. En dichos días lo del batallar y el asunto del muere era bastante frecuente. Así que para estar prevenidos de los ataques musulmanes los hispanos apostaban vigías en sus murallas. Estos, al ver tropas acercarse, gritaban sin dudarlo “¡Al arma!” para que sus compañeros vinieran en su ayuda. El resto, como suele decirse, es historia.
Canguro
Hermoso animal, ¿verdad? Orejas grandes y peludas, ojos entrañables, llevando siempre a cuestas a sus criaturitas, y con unas patas que bien podrían mandarle a uno de una patada a Nueva Zelanda. Sí, estas curiosas criaturas recibieron un nombre de lo más curioso. Y es que cuando el occidental que les atribuyó dicha nomenclatura preguntó a los nativos australianos por su nombre, estos le respondieron ‘Kan Ghu Ru’. Lejos de ser el nombre del animal en cuestión, esta expresión significaba simplemente que no le entendían.
Desastre
La palabra desastre viene del francés, désastre, y esta, a su vez, del antiguo italiano, disastro, que originalmente viene del griego. Dis (prefijo peyorativo) y aster (estrella), da lugar a “sin – astro” que viene a ser “mala estrella”, vamos, una desgracia.
Los griegos antiguos estaban fascinados por el cielo y la astronomía, y creían firmemente en la influencia de los astros en los acontecimientos de la vida terrestre. Usaban esta palabra para quejarse de las inclemencias del tiempo o de las posiciones desfavorables de los planetas y cómo estas repercutían en la vida del día al día de los griegos antiguos.
Fuentes: es.babbel.com y infoidiomas.com