Estamos seguros de que en algún momento de tu existencia habrás oído mencionar la historia del diluvio, pues esta leyenda ha terminado prácticamente formando parte de la cultura popular. Sobre todo la versión bíblica que presenta el Arca de Noé y cómo este hombre salvó a su familia y especies de animales de la Tierra agrupados en parejas, subiéndolos a esta embarcación. Quizás por su popularidad, son muchas las personas especializadas –arqueólogos, historiadores y científicos- que han investigado si el Diluvio Universal fue algo real. En su estudio, se toparon con la misma historia en distintas culturas, lo que podría indicar que… ¿sí sucedió?
Escritos antiguos con la misma historia
Casi todas las civilizaciones que han sido descubiertas tienen una leyenda sobre una inundación en tiempos remotos. Lo curioso del caso no es la inundación en sí, sino lo parecido de la historia que se cuenta, a pesar de que no se conocían en absoluto. Está el relato del Arca de Noé, una leyenda muy similar a la misma en la mitología hindú, antiguos escritos de Sumeria…
Los hindúes a través de las Escrituras Védicas nos hablan del rey Svayambhuva Manu, éste fue avisado del diluvio por una encarnación de Visnú una encarnación de uno de sus dioses en forma de un pez. Este pez arrastraría el barco de Manu salvándolo de la destrucción.
En Grecia se habla de la ira de Poseidón originando ese Diluvio para acabar con la existencia del hombre… Prometeo le dijo a su hijo que construyera un arca para salvarse y Deucalión así lo hizo junto a Pirra (su esposa) y su familia. Todos ellos junto a sus animales sobrevivieron.
Los Mapuches tiene su propia tradición que nos habla en similares términos y la lucha entre las dos serpientes Treng treng vilu y Caicai Vilu. Así ellos también hablan en sus textos sagrados de un diluvio y un castigo divino.
En la mitología Maya se habla también de un diluvio originado por el dios Huracán.
Los aztecas en el “Códice Borgia” hablan del mundo dividido en edades, la última de ellas terminó con un gran diluvio a manos de la diosa Chalchitlicue.
Incluso una copia babilonia del Poema de Gilgamesh, describe cómo este héroe conoce a un hombre inmortal que le cuenta que, tiempo atrás, el dios Ea le enseñó cómo construir una gran embarcación, para que pudiera sobrevivir -junto con su familia, amigos y los animales- a un gran diluvio, cuyos responsables serían los dioses.
¿El arca de Noé?
Las instrucciones para construir un arca existieron realmente. Las mismas fueron encontradas en tablillas sumerias de cuatro mil años de antigüedad. Irving Finkel, curador de artefactos mesopotámicos del célebre British Museum, estuvo durante décadas intentando traducir el contenido de las milenarias tablillas, que han resultado muy verosímiles.
El erudito afirma que los datos proporcionados para la construcción de un arca redonda son completamente verificables y las medidas tienen sentido. Esta construcción, ambiciosa para la época, pudo haber tenido la forma de un tazón de cuerdas apiladas como una especie de costillar hecho de sauces.
Las instrucciones antiguas indicaban que debería tener la forma de un bote para el que se requeriría algo más de 527 kilómetros de cuerda, según las instrucciones dadas por el dios mesopotámico Enki, que se desprenden de las tablillas.
Sin embargo, los valores entre las indicaciones del dios a los constructores y las medidas reales distan mucho, aunque las tablillas hablen incluso, del tiempo necesario para cocinar el alquitrán para impermeabilizar el gigantesco bote. En las tablillas se cuenta como los dioses deciden acabar con la humanidad enviando un diluvio que arrasará con toda la vida, igual que en el libro del Génesis.
En el texto se indica también que los animales deben ser colocados en el arca de “dos en dos”, siendo la referencia más antigua antes del relato de Noé. Aparentemente, los hebreos, un pueblo sometido por los babilonios en ese entonces, pudieron haberse apropiado del mito de la gran inundación por el dios Enki, transcribiéndolo luego en su gran epopeya narrativa.
Descubrimiento del Arca de Noé
La primera mención no bíblica de la existencia del arca data de 1271 y aparece en los diarios del famoso viajero veneciano Marco Polo, quien en su viaje a China aseguró haberse detenido en el monte Ararat. Tras ascender a su cima, describe haber visto una gran nave de madera enterrada en los glaciares más altos de la montaña.
En junio de 1949 una misión de la fuerza aérea americana fotografió lo que parecía ser una enorme construcción de madera metida entre el hielo. Y en 1955 el alpinista francés Fernand Navarra aseguró haber observado una estructura de madera a más de 4 mil metros de altura y que identificó positivamente como el Arca de Noé. Adicionalmente, logró rescatar un travesaño de madera negra que encontró entre el hielo (en el monte Ararat, una montaña de origen volcánico, no existen árboles).
Una de las pruebas más concretas de la existencia del Arca se produjo en 1962, luego que un avión espía norteamericano U2 fotografiara un enorme objeto metido entre el hielo del monte Ararat, en un sector que posteriormente sería denominado como la “anomalía Ararat”, una formación geológica inusual situada sobre los 4.600 metros que semeja haber sido depositaria del arca, ya que presenta la forma de un navío en forma de hoja, muy similar a la caricatura popular del arca con forma de barco, y cuyas medidas son bastante parecidas a las descritas en la Biblia.
La anomalía del Ararat se encuentra a cuatro mil 663 metros de altura, está en la zona noreste del Monte Ararat y está cubierta por hielo glacial.
La pregunta, entonces, es pertinente: Si el arca existe, ¿por qué todavía no es encontrada? Y ¿por qué no se realiza una expedición al más alto nivel para desvelar todo? En primer lugar, durante casi todo el año el monte Ararat está cubierto de nieve y la espesura del hielo es muy profunda (además los glaciares, en la parte alta del monte, van cambiando de lugar según la época del año); en segundo lugar, los fundamentalistas kurdos de la región interceptan cualquier expedición, lo que transforma a la zona en una región muy peligrosa (en la década de 1990 más de 6.000 personas murieron en el monte y apenas existe permiso para subir del lado sur, mientras que la supuesta arca se ubicaría en el lado norte).
¿Qué opinan los científicos?
Los científicos nunca han dado por verídica la hazaña de Noé ni tampoco que se produjera una lluvia de tales proporciones. En todo caso, lo que sí se considera probable es que una gran inundación en la Antigüedad haya motivado la leyenda. Para la NASA, el fenómeno pudo tener su origen en un meteorito que habría estallado sobre la capa de hielo que cubría el norte de Canadá, derritiéndolo y causando una serie de tsunamis que habrían afectado ciertas partes del globo.
La teoría más cercana con la religión ha sido formulada por los geólogos marinos William Ryan y Walter Pitman. Ellos señalan que la inundación se habría producido hace 7,500 años en lo que hoy conocemos como Mar Negro, en aquel tiempo durante la última era glacial pudo haber sido un lago de agua dulce cuyo nivel descendió considerablemente. Al terminar la era glacial, con el aumento del nivel de los océanos, la estrecha franja de tierra que lo separaba del mar Mediterráneo se habría erosionado causando una inundación catastrófica en toda la cuenca del mar Negro. El Mediterráneo se habría abierto paso a través del Estrecho del Bósforo, haciendo crecer el caudal del Mar Negro a un ritmo de entre 15 y 30 centímetros por día. Esta teoría la basan en el hallazgo tanto de fósiles de moluscos de agua dulce como salada contemporáneos en un mismo espacio.
El Relato de Gilgamesh es compatible con esta interpretación pues en él se indica: «La vasta tierra se hizo añicos como una perola. Durante un día la tormenta del sur sopló, acumulando velocidad a medida que bufaba sumergiendo los montes, atrapando a la gente como una batalla«. Los habitantes de la región del Mar Negro habrían visto, por tanto, llegar la inundación procedente del sur sumergiendo montes y atrapando a la gente. Los supervivientes de dicha inundación podrían haberse desperdigado a su alrededor dando lugar a la zona de influencia del idioma indoeuropeo, junto con sus mitos.
Otras hipótesis apuntan como causa probable una intensa actividad sísmica en la zona del Mediterráneo, que hubiera originado igualmente una serie de tsunamis que golpearon la costa con violencia.
Por otro lado, se sugiere que el mito del diluvio universal estaría relacionado con la Teoría de la catástrofe de Toba, por la cual hace 70.000 años la población humana se redujo a unos 10.000 individuos, tras un invierno volcánico de 6 años de duración caracterizado por una bajada de las temperaturas de hasta 15 grados y lluvias generalizadas. La transmisión oral de esta catástrofe a través del tiempo explicaría por qué el mito del diluvio universal es común a diversas culturas a lo largo del mundo como, por ejemplo, en los indios Innu de Canadá.
Fuentes:
- https://www.abc.es/20111216/ciencia/abci-diluvio-universal-201112161015.html
- https://supercurioso.com/diluvio-universal-fue-real/
- https://www.guioteca.com/fenomenos-paranormales/realmente-existio-el-arca-de-noe-evidencias-muestran-cual-seria-su-ubicacion-actual/
- https://www.vix.com/es/btg/curiosidades/5502/sucedio-el-diluvio-universal