Como todo ser vivo alguna vez hemos sentido este sentimiento poco agradable. Independiente del motivo, es inevitable a veces no estar triste y por lógica deberíamos buscar algo que nos alegre para salir de ese estado, pero ¿qué hace el ser humano?… escuchar música aún más triste que nos hace sentir peor, pero ¿por qué se siente un poco “agradable” hacerlo?
Estudiantes de la Universidad de Berlín, Lilla Taruffi y Stefan Koelsch, realizaron una encuesta para determinar porque sucedía esto, y esta encontró que la nostalgia era el sentimiento más recurrente cuando la gente escuchaba música triste, lo que básicamente significa que escuchamos canciones de esa índole para recordar momentos felices y sentirnos cercanos al pasado.
La encuesta también encontró que, en comparación con música más movida, escuchar una canción con notas menores es mejor para el cerebro, especialmente cuando estás tratando de lidiar con emociones complejas.
Otro motivo por el cual realizamos esta acción algo ilógica es porque buscamos que algo nos entienda y/o nos acompañe, es ahí cuando entra la selección musical.
Quieres que la música se conecte y haga juego con tu estado de ánimo actual ya que no quieres que te suba el ánimo, sino que quieres quedarte con esas emociones durante un tiempo hasta sentirme listo/a para deshacerte de ellas.
Es por la selección musical que inconscientemente haces que cuando estás triste ignores o, mejor dicho, no seas empático/a con las canciones alegres. ¿Lo has notado?
Pero, ¿cómo puede un ser humano sentir gusto por la música triste, cuando le hace sentir triste y cuando la tristeza es algo no deseada?
La teoría que explica de manera más racional este fenómeno, es la de un profesor llamado David Huron, el cual según sus investigaciones dice que la hormona prolactina es la responsable de sentir ese extraño placer oculto en la tristeza, y ese mismo placer es el que nos hace escuchar canciones tristes.
¿Qué es la prolactina?
En pocas palabras, esta hormona se produce cuando estamos tristes, y nos da la sensación de consuelo, algo así como un pequeño antídoto que viene con la tristeza.
Finalmente, todos estos beneficios de la música triste se producen porque no hay consecuencias reales en nuestras vidas.
La música nos permite revisitar el pasado o crear realidades alternas, pero nuestras vidas siguen siendo las mismas, en esencia, tras los minutos que dura una canción. En ese sentido, la música triste también puede obrar como una catarsis (Liberación o eliminación de los recuerdos que alteran la mente o el equilibrio nervioso).
En lo particular, ¿te gusta escuchar música triste?