Cambia el idioma a tu gusto

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

¡Usa nuestra APP y potencia tu Aprendizaje!​

¡100% GRATIS para siempre!

2 Asesinos macabros que han pasado por la historia

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Tiempo de lectura: 5 minutos

La historia de la humanidad ha tenido grandes personajes, tales como Isaac Newton, Albert Einstein, etc., pero como todo, también tiene su lado oscuro. Hoy veremos a dos personas que pertenecen a ese fragmento, dejando su rastro de maldad.

Andrei Chikatilo

Chikatilo mató por primera vez cuando tenía 42 años. Abordó en la calle a una niña de nueve años de edad y la convenció para que se fuera con él a una cabaña. Una vez allí la desvistió con violencia. Accidentalmente, le hizo un rasguño del que brotó sangre, hecho que le propició excitación. Con esto y muchos otros horrores más, había descubierto un nuevo fetiche.

Tres años pasarían antes de que Chikatilo asesinara por segunda vez. El 3 de septiembre de 1981 asaltó a su segunda víctima, llamada Larisa Tkachenko, prostituta de 17 años de edad. La convenció de ir con él al bosque para tener relaciones sexuales, pero falló en el intento por lo que ella se rio de él, esto lo enfureció, perdió el control, y asesinó a la muchacha. En esos momentos supo que volvería a matar.

Su tercera víctima fue Lyuba Biryuk, fue raptada de un pueblo y fue asesinada en el bosque. Le mutiló los ojos, y esto se volvería algo común en sus asesinatos, la firma mortal de Chikatilo.

Chikatilo asesinó a otras tres personas ese año, y entre ellas se encontraba su primera víctima masculina, Oleg Podzhiváev de 9 años de edad. El cuerpo no se encontró, pero Chikatilo afirmó ser el responsable.

Chikatilo los elegía entre la multitud en estaciones ferroviarias y en paradas de autobús, y con algún pretexto, los convencía para que lo siguieran a alguna zona boscosa. Una vez allí les infligía numerosas puñaladas (entre treinta y cincuenta). Casi todas las víctimas sufrían la mutilación de los ojos.

Un golpe para aturdirlos con las manos atadas y unos golpes de cuchillo poco profundos para establecer su dominio sobre ellos. Posteriormente, los mutilaba a mordiscos, les cortaba los genitales o solamente extirpaba los testículos, que guardaba a modo de trofeo.

LEER  Muñecos poseídos: 5 escalofriantes casos reales que desafían la realidad

Además, practicaba actos de canibalismo. En sus declaraciones confesaría que le gustaba tragarse las partes del cuerpo más blandas.

Jeffrey Dahmer

Jeffrey se encontró a Steven Hicks haciendo autostop y lo llevó a su casa. Dahmer tenía la fantasía de recoger autoestopistas y acostarse con ellos. Una vez en su casa, se dio cuenta de que Hicks no le interesaba y cuando este quiso irse, Dahmer no pudo soportarlo y lo golpeó en la cabeza con una pesa para luego estrangularlo. Luego de asesinarlo, lo puso en bolsas de plástico y las metió en su coche para ir al vertedero y tirarlas. A medio camino la policía lo detuvo por conducir demasiado a la izquierda. Le preguntaron por las bolsas que llevaba en el asiento trasero y Dahmer contestó que era basura. Le creyeron, y como pasó el test de alcoholemia, le pusieron una multa por conducir fuera de su carril y le dejaron ir.

Volvió a su casa con los restos del cadáver y los llevó al sótano, exceptuando la cabeza con la cual subió al baño del segundo piso donde la lavó y la apoyó en el suelo para apreciarla. Posteriormente la volvió a llevar con el resto del cuerpo y guardó las partes del cadáver en una tubería de la casa. Después de abandonar la universidad y volver del ejército, desenterró los restos, destruyó los huesos y los esparció en la maleza.

Luego de unos años, conoció a Steven Toumi en un bar gay. Allí bebieron mucho y fueron a su habitación de hotel. Dahmer no recuerda cómo lo asesinó, solo que cuando despertó a la mañana descubrió que estaba muerto. Para deshacerse del cadáver compró una maleta, en la que lo metió, y lo llevó al sótano de la casa de su abuela. Se quedó con la cabeza, la hirvió y blanqueó para después exponerla como trofeo en su habitación.

LEER  Los atroces experimentos nazi: Parte 2

Dahmer conoció a Anthony Sears en un bar. Le ofreció dinero para sacarle unas fotografías y lo llevó a la casa de su abuela donde lo estranguló y lo desmembró. Él quería que sus amantes se quedaran en la casa y ante la negativa de estos los mataba.

Su modus operandi era invitar a las víctimas a ver pornografía o a sacarse unas fotos, les ponía una droga en la bebida, los estrangulaba y violaba. Luego tomaba fotografías del cuerpo y de cada etapa del desmembramiento. Solía utilizar ácidos para deshacer la carne y los huesos, pero solía conservar la cabeza y los genitales como trofeo. Otra de sus características era comerse parte de sus víctimas, le daba la sensación de que empezaban a formar parte de él.

Algunos años más tarde llevó a Konerak Sinthasomphone a su departamento, hermano del joven por el que fue procesado por abuso. Allí lo drogó y le realizó unas trepanaciones en el cráneo para inyectarle ácido en el cerebro. Dahmer quería tener control sobre sus víctimas y su intención al realizar las trepanaciones era convertirlos en una especie de «zombis». El joven consiguió escapar cuando Dahmer salió a comprar licor y al correr desnudo por las calles los vecinos alertaron a la policía. Cuando se dio cuenta de que se había escapado, lo persiguió y tuvo que enfrentarse a la policía y a una multitud de curiosos.

El muchacho no podía hablar porque estaba aturdido por el ácido que Dahmer le había inyectado. Dahmer argumentó que el joven era su amante de 19 años que estaba alcoholizado. Los policías los acompañaron hasta el apartamento, creyeron su historia y depositaron al moribundo joven en una silla. Si hubiesen revisado el apartamento habrían encontrado un cadáver en una de las habitaciones, además de miles de pruebas de otros asesinatos. Sinthasomphone fue estrangulado ese día.

Fuentes: Wikipedia.org Andréi Chikatilo y Wikipedia.org Jeffrey_Dahmer

Temática sugerida por: Abigail Yedy y Miriam Ortíz

¿Te gustó el artículo?

Comparte el conocimiento

Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Compartir en Linkdin
Compartir en Pinterest

Artículos relacionados

Anuncio publicitario

¡Usa nuestra APP y potencia tu Aprendizaje!

¡100% GRATIS para siempre!

Deja tu opinión

[firebase-comments]