ImagĂnate estar yendo al cementerio a visitar a un ser querido fallecido y al momento en el que llegas al lugar te das cuenta de que la tumba en donde se encontraba aquella persona ha sido profanada y no hay más que tierra, polvo, suciedad y vacĂo. Preocupante, Âżno?
Esto era lo que les sucedĂa a familias durante muchos años en Rusia, en la ciudad de Nizhny Novgorod. Ciudad que en 2011 aparecĂan tumbas destruidas y saqueadas y donde aparentemente no existĂa un vĂnculo entre ellas que uniera los casos.
La investigaciĂłn del caso comenzĂł en el 2010 y terminĂł en el 2011 con el arresto de Anatoly Moskvin, cuando lo consiguieron vagando por un cementerio con una bolsa llena de huesos. Producto de esto la policĂa pidiĂł ir a su casa sin imaginar las cosas horripilantes que se encontrarĂan.
Una vez en su casa descubrieron lo insĂłlito, allĂ donde mirasen su hogar estaba repleto de estanterĂas de libros apilados por doquier, juguetes, y ropa de niños pequeños. Lo más impactante no era el desorden en sĂ, si no aquellos juguetes perfectamente colocados en sillas, sofás, camas… El tamaño exageradamente grande de esas muñecas y sus vestimentas que eran autĂ©nticamente reales.
Aquellas muñecas desprendĂan un olor extraño y al examinarlas detenidamente fue cuando descubrieron el terrorĂfico suceso. Aquellas muñecas escondĂan bajo sus máscaras un terrible secreto, eran los cadáveres momificados de las niñas y mujeres desaparecidas.
Pero… ¿Quién era Anatoly Moskvin?
Anatoly Moskvin era un profesor ruso de historia de 50 años que era considerado un genio. Autodidacta experto en lingĂĽĂstica, doctor en cultura celta, polĂglota; hablando trece idiomas y es autor de diversos libros y ensayos sobre toponimia y onomástica. Se le considera una verdadera eminencia en los cementerios de Rusia despuĂ©s de visitar y estudiar más de 750 de ellos… Pero con un lado oscuro que nadie sabĂa.
A cada cadáver le hacĂa una máscara de cera y le pintaba los rasgos con esmalte de uñas. Cada cuerpo estaba vestido de forma diferente, coleccionaba todo tipo de ropa, incluyendo trajes de novia.
HabĂa saqueado más de 150 tumbas de mujeres y niñas, las llevaba a casa y allĂ las embalsamaba con una soluciĂłn compuesta de sal y bicarbonato de sodio.
Entre sus cosas se encontrĂł informaciĂłn actualizada sobre las vidas de cada niña, informaciĂłn sobre el proceso para convertirlas en muñeca, trozos de las lápidas y placas, mapas de los cementerios de la regiĂłn y fotografĂas y videos de las tumbas abiertas y los cuerpos desenterrados.
Encontraron los cuerpos momificados de 26 niñas vestidas con distintos atuendos, maquillaje y otros accesorios, Ă©stas se encontraban en posiciones que hacĂan parecer que realizaban actividades propias de un infante.
Desde su detenciĂłn, Anatoly Moskvin coopero de todas las formas posibles con la policĂa, ofreciĂ©ndoles detalles realmente chocantes de sus actividades. Durante los interrogatorios, Moskvin afirmĂł que intentaba “resucitar” a las niñas, colocando cajas de mĂşsica dentro de las muñecas para que pudieran “cantar”. Cada una tenĂa un nombre particular y una personalidad bien definida.
“Realmente querĂa una niña, una hija. Pero el tribunal no lo permitiĂł por mi situaciĂłn econĂłmica. AsĂ, yo y todas esas muñecas Ă©ramos niños. VivĂa con ellas como vivĂa con los vivos, les mostraba dibujos animados, les contaba historias”, dijo Moskvin a los policĂas.
Sus extraños intereses comenzaron cuando tenĂa 12 años -explico en un artĂculo que hizo para un sitio web-, cuando fue al funeral de una pequeña compañera de clase, que muriĂł con tan solo 11 años. «Un adulto empujĂł mi cara hacia la cerosa frente de la niña y no pude hacer nada más que besarla, tal como me lo indicaban. La bese una vez, y otra vez.»
El tétrico momento finalizó cuando la mamá de la niña fallecida, le colocó un anillo de matrimonio a Moskvin simbolizando una unión entre él y su hija. «Mi matrimonio con Natasha Petrova fue muy útil, me ayudó a desarrollar un profundo interés en ceremonias mágicas.»
ExplicĂł que habĂa aprendido que los antiguos druidas dormĂan cerca o encima de las tumbas para comunicarse con los espĂritus de sus difuntos. De esa forma Moskvin, comenzĂł a buscar obituarios de niños recientemente muertos. Cuando encontraba un obituario que le «hablaba», dormĂa en dicha tumba para determinar si el espĂritu del niño, deseaba volver a la vida. AfirmĂł que estuvo haciendo esto durante unos 20 años, insistiendo en que nunca desenterrĂł una tumba sin el «consentimiento» previo del niño.
Moskvin, dijo que era totalmente consciente de que estaba cometiendo un crimen, pero sintió que los niños muertos, lo «llamaban», clamando ser rescatados. Pensó que rescatar a los niños de la oscura muerte, era más importante que obedecer la ley.
A medida que se hacĂa mayor, se volviĂł doloroso fĂsicamente para Ă©l dormir en las tumbas, asĂ que, decidiĂł llevar los cuerpos a su casa, donde serĂa más confortable dormir cerca de ellos. Pensaba que los espĂritus, estarĂan más dispuestos a hablar en un hogar seguro y acogedor, y que podrĂan ser más fácil escucharlos si no estaban bajo tierra.
Una vez fue encerrado Anatoly, se le dispuso un juicio en la corte rusa frente a todos los familiares de las personas que este habĂa agarrado como ‘compañeros’ en su hogar y es aquĂ en donde los mismos sintieron el verdadero terror ya que en vez de estar arrepentido de sus actos, Moskvin se sintiĂł feliz de lo que habĂa realizado.
44 cuerpos de niñas de entre 3 y 12 años fueron las ‘victimas’ que admitiĂł haber tenido entre sus filas.
Moskvin argumentĂł que sentĂa mucha pena por los niños muertos y creĂa que podĂan ser devueltos a la vida mediante la ciencia y la magia negra. El profesor explicĂł que ponĂa sus cuerpos dentro del de muñecas para darles una apariencia más atractiva que sus debilitados cuerpos cuando consiguiese el modo de retornarlos a la vida.
NegĂł cualquier atracciĂłn sexual por las «muñecas» y, por el contrario, explicĂł que las trataba como sus hijas, les cantaba canciones, miraba con ellas dibujos animados y hasta les festejaba los cumpleaños. Como cualquier niña harĂa con su muñeca.
«Ustedes abandonaron a sus niñas en el frĂo, yo las llevĂ© a mi casa y les di cobijo», fue lo Ăşltimo que dijo Anatoly en la corte a todos los que estaban presentes, dándole el motivo suficiente a la misma de declarar al señor Moskvin con esquizofrenia, siendo inimputable y enviándolo a una clĂnica psiquiátrica.
A continuaciĂłn, compartimos un vĂdeo en el que podrás ver imágenes reales grabadas por la policĂa en la vivienda de Moskvin. Advertimos que las imágenes, pueden herir la sensibilidad del espectador. Son espeluznantes:
Fuentes:
- https://mag.elcomercio.pe/historias/rusia-historia-profanador-tumbas-fabricaba-munecas-cadaveres-reales-historias-terror-miedo-suspenso-criminales-detectives-viral-nizhny-novgorod-anatoly-moskvin-deep-web-nnda-nnrt-noticia-652468-noticia/
- https://www.infobae.com/america/mundo/2018/09/24/espanto-en-rusia-el-depravado-de-la-casa-de-munecas-del-horror-podria-volver-al-hogar-donde-ocurrio-todo/
- https://culturizando.com/anatoly-moskvin-ruso-robaba-cadaveres-ninas-las-convertia-munecas/