El 8 de julio de 1947 se publicó en la prensa el anuncio por el ejército de Estados Unidos de la “captura” de los restos de un platillo volante en un rancho cerca de Roswell. El oficial de comunicación de la base aérea del Ejército en Roswell, Walter Haut, emitió un comunicado de prensa indicando que el personal del Grupo de operaciones 509 había recuperado un “disco volador”, que se había estrellado en un rancho cerca de Roswell.
Los antecedentes del caso se remontan al mes de junio. Mac Brazel, un granjero de Nuevo México, descubre unos restos dispersos por su rancho cerca de Corona, Nuevo México, y el 5 de julio da cuenta a las autoridades.
El diario Roswell Daily Record publicaba que el misterioso aparato era un objeto del tamaño de una mesa, poseía caucho de color gris esparcido, gran cantidad de papel de plata, cintas adhesivas con diseños florales y varillas de madera, pero no contaba por ningún lado con metal alguno que hubiese podido ser usado como motor.
Tras la publicación del comunicado militar el 8 de julio, y la visita a la zona de un alto mando militar, la versión cambia y se atribuyen los hechos al impacto de un gran globo del Proyecto Mogul, con el que Estados Unidos pretendía espiar a la URSS. Varios informes militares posteriores corroboraron esta versión.
Lo absurdo es que se afirmó que las pruebas comenzaron en 1953, y el siniestro ocurrió en 1947. Para salvar esta incongruencia, los militares arguyeron que “los testigos olvidan las fechas”. Esta explicación podría ser convincente, pero el suceso apareció en un gran número de rotativos americanos en 1947. Esta contradicción en el Incidente OVNI de Roswell no hizo más que alimentar las teorías sobre un lado más oscuro y paranormal.
Hasta 1978, el caso Roswell recibió poca atención, hasta que los investigadores Stanton T. Friedman y William L. Moore compararon los resultados de una serie de entrevistas que cada uno había llevado a cabo por separado. La versión oficial del globo quedaba en evidencia, y se abría paso la hipótesis del accidente de una nave de origen no terrestre, con la recuperación de varios cadáveres de alienígenas.
Una verdad objetiva es que el militar encargado de recuperar los restos, Jesse Marcel, siendo ya un teniente coronel retirado, declaró en varias entrevistas hechas entre 1978 y 1980 –año en que falleció– que lo que se mostró a la prensa no fue lo que él recuperó en el rancho de Roswell. Asimismo, afirmó que recibió órdenes directas del general Ramey para mantener cerrada la boca.
Existen varias entrevistas en vídeo en las que Marcel explica que entre los restos encontrados había trozos de mayor tamaño de algo parecido al metal que cuando los levantaron: «nos pareció como si no hubiese nada en nuestras manos» de tan livianos que se sentían. Afirma que, aunque eran muy finos, no se partían. Tomó uno de ellos e intentó hacerle una muesca, pero no pudo doblarlo ni marcarlo, así que lo puso en el suelo y lo golpeó con un martillo, pero el martillo rebotó sin afectar al metal.
Asimismo, cuenta que había algo similar a papel grueso que también era de una extraordinaria fortaleza y ligereza: «Conozco bien la aeronáutica y de una cosa estoy seguro: no se trataba de un globo sonda, de un avión, ni de un misil. Estoy completamente seguro de que aquello no era de este mundo porque, como oficial de los Servicios de Información, estaba familiarizado con todos los materiales que se usaban en los aviones y en los viajes aéreos«.
El ranchero Willian Mac Brazel murió en 1963, pero otros testigos que vieron directamente los restos, como Bill Brazel, hijo del ranchero Mac Brazel, o el hijo del Teniente Coronel retirado Jesse Marcel, el comandante y médico de vuelo Jessel Marcel Jr., hicieron declaraciones grabadas en vídeo que apoyan lo dicho por Marcel.
Desde que las declaraciones de Marcel se hacen públicas, otros militares directamente involucrados en los hechos, como el general retirado Thomas J. DuBose, que aparece en las fotos del 9 de julio de 1947, no desmienten las declaraciones de Marcel, sino que apoyan y corroboran una importante parte de ellas. Por ejemplo, existe una entrevista en vídeo en la que DuBose afirma que la versión del globo fue una tapadera usada para «persuadir la curiosidad de la prensa».
El astronauta del Apolo 14 Edgar Mitchell, aunque no fue testigo directo, también afirmó en numerosas ocasiones que Roswell fue un verdadero incidente relacionado con seres de origen no terrestre, basado en sus contactos de alto nivel dentro del gobierno. “Yo he visto los expedientes secretos OVNI, y no hay duda de que hubo contacto con extraterrestres”, dijo.
En 2012, Chase Brandon, un agente jubilado de la CIA con más de 35 años de servicio activo, declaró que, durante la última etapa de su carrera en la agencia, tuvo acceso a una sección especial en la sede de la CIA en Langley, Virginia, donde vio una caja que contenía documentos que dejaban claro que lo que se estrelló en Roswell en 1947 fue una nave de procedencia extraterrestre. Brandon señaló que, por su compromiso de confidencialidad, no puede especificar más.
Fuentes: lavanguardia.com y espaciomisterio.com