¿Qué pasa cuando un Papa deja su cargo? Aunque la mayoría de las veces esto ocurre por fallecimiento, como en siglos anteriores, también puede suceder por renuncia, como hizo Benedicto XVI en 2013, algo que no pasaba desde hacía siglos. Cuando eso sucede, se activa un proceso milenario lleno de protocolos: la elección del nuevo Papa.
Durante este periodo, llamado Sede Vacante, el Vaticano entra en modo pausa. Se suspenden todas las decisiones importantes y el que asume el control temporal es el camarlengo, un cardenal con funciones muy concretas. Pero no puede tomar decisiones trascendentales. Su tarea es custodiar la sede hasta que se elija al nuevo Pontífice.
La elección del Papa no es algo democrático ni abierto. No hay urnas para los fieles ni votación popular. Todo recae en el Colegio Cardenalicio, formado por los cardenales menores de 80 años. Ellos se reúnen en el Vaticano, específicamente en la Capilla Sixtina, bajo un juramento de secreto absoluto. Nada de filtraciones, entrevistas ni campañas. De hecho, está prohibido que un cardenal se promocione a sí mismo.
Una vez fallecido el Papa, se realiza su velorio y se celebra el tradicional funeral papal, seguido por el famoso cónclave. Solo cuando sale humo blanco de la chimenea del Vaticano se sabe que hay nuevo Papa.
Un proceso cargado de historia, simbolismo y misticismo que sigue ocurriendo hoy con la misma seriedad que hace siglos. En el Vaticano, cuando el Papa se va, todo cambia.