No hay nada como la música. A lo largo de la historia, se han encontrado indicios de que la humanidad ha hecho música desde sus primeras etapas. Ya fuera como acompañamiento de danzas, ritos o fiestas, su presencia ha sido una constante en todas las culturas.
Más allá de su impacto social, la música ha evolucionado en estilos, formas y significados, adaptándose a cada época, región y cultura. Es un fenómeno inagotable y diverso, capaz de manifestarse en subculturas, estratos sociales, tribus urbanas e incluso en cada individuo de forma única.
Pero la música no solo acompaña, también transforma. Sus efectos en el cuerpo humano han sido objeto de numerosos estudios científicos, revelando influencias sorprendentes en personas, animales e incluso plantas. ¿Cómo nos afecta realmente? Descubramos más sobre este fascinante fenómeno.