La música clásica es una corriente musical basada en las tradiciones litúrgicas y seculares de Occidente, especialmente en Europa Occidental. Para entenderlo mejor, la música litúrgica o sagrada es aquella que se interpreta en contextos religiosos, mientras que la música secular o profana es la que se desarrolla fuera de estos entornos.
Desde un punto de vista historiográfico, la música clásica se divide en varios períodos:
- Música antigua o medieval (1000-1400): Abarca la Baja Edad Media y el surgimiento de las primeras formas polifónicas.
- Música renacentista (1400-1600): Caracterizada por la riqueza vocal y el desarrollo de nuevas armonías.
- Música barroca (1600-1750): Coincide con el auge del arte barroco, con compositores como Bach y Vivaldi.
- Clasicismo (1750-1800): A menudo llamado «música clásica», con figuras como Mozart y Beethoven.
- Romanticismo (1800-1910): Expresión emocional intensa con compositores como Chopin y Tchaikovsky.
- Música contemporánea (siglo XX en adelante): Incorpora la composición atonal y disonante, explorando nuevas formas musicales.
Debido a su complejidad técnica, la creciente profesionalización de músicos y compositores, y el contexto socio-cultural en el que se desarrolló (bajo el mecenazgo de la aristocracia, la iglesia y la burguesía), la música clásica suele considerarse música de tradición culta.