En el mundo marino existe una criatura que parece sacada de una novela de ciencia ficción: la Turritopsis dohrnii, también conocida como la medusa inmortal. Y no, no es un apodo exagerado; la ciencia la considera un organismo con capacidad de vida eterna, al menos en teoría.
Lo que hace a esta medusa tan especial es su habilidad para revertir su ciclo de vida. Cuando llega a la madurez sexual, en lugar de envejecer y morir como la mayoría de los seres vivos, es capaz de volver a su estado juvenil, conocido como pólipo. A partir de ahí, puede desarrollarse nuevamente hasta la adultez… y repetir el proceso las veces que quiera. Es como si un adulto pudiera convertirse otra vez en bebé y comenzar de nuevo. Suena a fantasía, pero es pura biología.
Este ciclo regenerativo infinito convierte a la Turritopsis dohrnii en el único metazoo conocido con esta capacidad. Aunque no es completamente invulnerable —puede morir por enfermedades o depredadores—, en condiciones ideales su inmortalidad biológica es un hecho.
Su existencia desafía todo lo que creemos saber sobre la vida, el envejecimiento y la muerte. ¿Será este pequeño ser el primer paso hacia el secreto de la longevidad humana? Aún no lo sabemos, pero lo cierto es que la naturaleza no deja de sorprendernos… y esta medusa, sin duda, se lleva el premio al truco más impactante del océano.