Desde tiempos inmemoriales, las plantas medicinales han sido un pilar fundamental en la medicina de diversas culturas alrededor del mundo.
Civilizaciones como la egipcia, la china y la india desarrollaron extensos conocimientos sobre el uso de hierbas para tratar enfermedades, conocimientos que a menudo se transmitían de generación en generación.
En el antiguo Egipto, los papiros médicos, como el famoso Papiro de Ebers, documentaban cientos de remedios herbales para tratar una amplia variedad de dolencias, desde infecciones hasta problemas digestivos. Los sacerdotes, considerados los principales guardianes de este conocimiento, combinaban magia, rituales y medicina natural para curar a los enfermos. En la antigua China, textos como el Shennong Bencao Jing recopilaban información sobre cientos de plantas, incluyendo sus propiedades curativas y su uso en tratamientos holísticos, sentando las bases para la medicina china tradicional que aún se practica hoy en día.
De manera similar, el Ayurveda indio, una de las tradiciones médicas más antiguas, incluía elaboradas descripciones de hierbas y métodos de preparación que integraban cuerpo, mente y espíritu. Estas prácticas ancestrales han sobrevivido al paso del tiempo y continúan siendo una fuente de inspiración para la medicina moderna.