¿Sientes frío y piensas en fantasmas? Puede ser tu cuerpo… o una ventana mal cerrada
Hay varios fenómenos naturales que provocan infrasonidos: tormentas, olas, vientos, movimientos sísmicos e incluso los rayos solares. No es raro que ese malestar “extraño” que se suele asociar a un fantasma tenga más que ver con una fuente natural que con algo del más allá.
Otro clásico del mundo paranormal es el llamado punto frío. Según dicen, es un área donde la temperatura baja sin explicación… y eso “confirma” la presencia de un espíritu. Pero hay respuestas mucho más simples: corrientes de aire, fallas en el aislamiento, una chimenea abierta, un aire acondicionado rebelde o esa ventana mal cerrada que nunca revisaste.
El psicólogo británico Richard Wiseman, en su libro Paranormality, va más allá. Explica que el cuerpo reacciona al miedo también físicamente: la sangre se redistribuye para prepararnos a huir o pelear, y eso puede hacernos sentir frío repentino. Tu cuerpo está diciendo: “¡Prepárate!”… aunque solo sea por una sombra mal interpretada.
Además, cuando sentimos miedo, nuestro cerebro entra en modo hipervigilancia, y eso puede hacernos ver o escuchar cosas que no están pasando realmente.
Así que la próxima vez que sientas que alguien te observa, tenés escalofríos y un gato te mira raro… tranqui: puede ser paranoia, infrasonido, o solo tu cuerpo haciendo lo que siempre hace: protegerte.
Y si querés saber más, no te pierdas los próximos artículos… ¡la ciencia tiene mucho más que contar!