El cuento de la criada es una poderosa novela distópica que se sitúa en una sociedad teocrática totalitaria llamada Gilead, surgida en lo que alguna vez fue Estados Unidos. La historia está narrada desde la perspectiva de Defred, una mujer cuya única función en la nueva sociedad es la reproducción. En Gilead, la fertilidad se ha vuelto un recurso valioso, ya que la tasa de natalidad ha disminuido drásticamente debido a la contaminación y las enfermedades. En este régimen, las mujeres son clasificadas en diferentes roles estrictamente controlados: Esposas, Marthas (sirvientas) y Criadas, entre otras. Las Criadas, como Defred, son mujeres fértiles que son asignadas a casas de hombres poderosos con el propósito de darles hijos.
Defred es la protagonista silenciosa pero observadora de la novela. Ella antes tenía una familia, una vida «normal», pero todo eso le fue arrebatado cuando Gilead asumió el poder. A través de flashbacks, el lector conoce detalles sobre su vida pasada, su esposo Luke, su hija y cómo fueron separados durante la creación del nuevo régimen. El tono de la novela refleja el dolor de la pérdida, la opresión y la desesperación que Defred y las demás mujeres deben soportar en este nuevo orden brutalmente patriarcal.
El régimen de Gilead justifica su control extremo sobre las mujeres basándose en interpretaciones bíblicas. Las Criadas, como Defred, están bajo constante vigilancia y son sometidas a rituales abusivos para asegurar la reproducción, en lo que es llamado “La Ceremonia”, un acto sexual sin amor ni consentimiento, en el que participan el Comandante y su esposa. Si una Criada no puede quedar embarazada, corre el riesgo de ser enviada a «Las Colonias», zonas contaminadas donde las personas no sobreviven mucho tiempo.
El Comandante de Defred, sin embargo, no se ajusta completamente a las reglas. Empieza a llamar a Defred para tener reuniones secretas, donde le permite leer (una actividad prohibida para las mujeres) y jugar al Scrabble. A pesar de que estas interacciones parecen humanas, existe una constante tensión porque el poder de vida o muerte sigue estando en manos del Comandante. Al mismo tiempo, Defred intenta mantenerse cuerda y busca una forma de rebelarse contra el sistema, aunque sabe que cualquier acto de resistencia podría ser su final.
La novela es una crítica feroz a las estructuras patriarcales, los extremismos religiosos y los peligros de la pérdida de derechos individuales, especialmente de las mujeres. La historia es sombría y está cargada de simbolismo, mostrando cómo un régimen opresivo puede despojar a los individuos de su identidad y humanidad. La prosa de Margaret Atwood es incisiva y precisa, tejiendo una narrativa que atrapa y deja al lector reflexionando mucho después de haber terminado el libro.
Para qué tipo de lector está recomendado
El cuento de la criada es ideal para lectores que disfrutan de novelas distópicas con un fuerte componente social y político. Si te atraen historias que exploran temas como el control gubernamental, la represión, la resistencia y los derechos humanos, este libro te cautivará. Los fanáticos de obras como 1984 de George Orwell o Fahrenheit 451 de Ray Bradbury encontrarán en esta novela una reflexión igualmente inquietante sobre el futuro de la humanidad. Además, es recomendado para quienes aprecian la literatura feminista y los análisis críticos sobre el poder y la libertad. Con su estilo literario refinado y su trama provocadora, es una lectura perfecta para quienes buscan algo más allá de una simple distopía.