El sonido es una vibración que viaja a través de un medio, como el aire, el agua o incluso materiales sólidos, y llega a nuestros oídos. Una forma de visualizar este fenómeno es tocando una cuerda de guitarra: al hacerla vibrar, la cuerda se mueve rápidamente hacia adelante y hacia atrás. Al principio, el sonido será fuerte, pero gradualmente se va apagando hasta desaparecer. ¿Por qué ocurre esto?
Imagina un estanque tranquilo y luego una persona lanza una piedra al centro. La piedra provoca ondas que se expanden por toda la superficie del agua, hasta llegar al borde del estanque donde está el observador. Algo similar sucede con el sonido: cuando un objeto vibra, como las cuerdas de una guitarra o las cuerdas vocales al hablar, genera ondas sonoras que viajan a través del aire. Estas ondas son pequeñas perturbaciones que se propagan en todas direcciones.
El sonido se transmite de molécula en molécula a través del aire (o cualquier otro medio), y es percibido por nuestros oídos como una serie de vibraciones. Con el tiempo, a medida que las ondas se alejan de su fuente, su energía disminuye, por lo que el sonido se va volviendo más débil hasta que finalmente desaparece.
En resumen, el sonido es simplemente una vibración que viaja a través de un medio, y su propagación es similar a las olas que se generan cuando una piedra cae en el agua.