Uno de los animales preferidos por una gran mayoría de personas es el águila. Estos depredadores alados, son asesinos elegantes, ágiles, rápidos y muy silenciosos, llegando incluso a matar sin que la víctima se dé cuenta de que está en peligro.
Características del águila
Las características principales de esta gran ave radican sobre todo en el cuerpo estilizado y aerodinámico que tienen. Las águilas, a diferencia de muchas otras aves, tienen un cuerpo quizás algo más delgado con unas amplias alas y una cabeza pequeña, pero con grandes ojos. Se dice que un águila puede ver, mientras está volando, a su objetivo que se encuentra a varios kilómetros de distancia, siguiéndolo sigilosamente desde las alturas para darle caza. El águila real posee dos puntos focales en sus ojos, uno para mirar de frente y otro para localizar la mirada hacia los costados escudriñando a la distancia. El plumaje por lo general es de un color marrón parduzco, como en el caso del águila real, sin embargo, puede variar mucho según el tipo de águila que vayas a observar, pudiendo ser algunas de un color grisáceo como el águila harpía.
Además de esto, puesto que todas las águilas son depredadoras y por lo tanto carnívoras en potencia, tienen en su poder varias armas que utiliza cuando está cazando y que la hacen un animal muy letal. Por un lado, tiene unas garras grandes y muy poderosas, estas son muy duras y afiladas, con el fin de ejercer de pinza sobre sus presas, consiguiendo aguantarlas mientras vuelan, ya que pueden llegar a cargar con víctimas muy pesadas, hasta más pesadas que ellas. Por otro lado, el pico del águila se curva al final de este, terminando en un filo que le ayudará a separar la piel de la carne interna de la que prefiere alimentarse.