Edward Joseph Snowden, un consultor tecnológico estadounidense con un historial que incluye trabajos para la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y la NSA (Agencia de Seguridad Nacional), sacudió al mundo en 2013 al revelar documentos clasificados sobre los programas de vigilancia masiva del gobierno de EE.UU. Sus filtraciones expusieron la magnitud con la que la NSA espiaba no solo a ciudadanos estadounidenses, sino también a gobiernos y líderes internacionales, desatando un escándalo global sin precedentes.
Lo que Snowden reveló dejó claro que la privacidad en internet era prácticamente una ilusión. Programas como PRISM permitían a las agencias de inteligencia acceder a datos de usuarios en plataformas como Google, Facebook y Microsoft, muchas veces sin que los afectados lo supieran. El mundo entero comenzó a cuestionarse hasta qué punto su información estaba realmente segura y si la tecnología que usamos a diario es tan privada como creemos.
Las consecuencias fueron inmediatas: debates sobre privacidad digital, nuevas legislaciones y hasta cambios en las políticas de grandes empresas tecnológicas. Mientras tanto, Snowden se convirtió en un fugitivo internacional, buscado por el gobierno de EE.UU. por cargos de espionaje. Desde entonces, vive en el exilio en Rusia, convertido en un símbolo de la lucha por la privacidad y la transparencia en la era digital.
Este episodio dejó en evidencia la manera en que operan las agencias de inteligencia de EE.UU. y cómo la vigilancia masiva se ha convertido en parte de nuestra realidad digital. ¿El gran dilema? Seguridad vs. privacidad, una discusión que sigue más viva que nunca.
Vida Personal
Edward Snowden nació el 21 de junio de 1983 en Elizabeth City, Carolina del Norte, pero en 1999 se mudó a Ellicott City, Maryland, donde estudió computación en el Anne Arundel Community College. En 2004, con el deseo de unirse a las Fuerzas Especiales del Ejército de EE.UU., se alistó, pero su carrera militar se truncó por una fractura en la pierna durante un entrenamiento. Tras su salida, comenzó a trabajar como guardia de seguridad en una instalación de la NSA en la Universidad de Maryland.
Su camino en la inteligencia estadounidense arrancó en 2006, cuando ingresó a la CIA y se formó en el CIA Training Center (CTC) en Virginia. Un año después, fue enviado a Ginebra, Suiza, con credenciales diplomáticas para encargarse de la seguridad de la red de la CIA en la misión de la ONU.
Japón: Espionaje y el «Refugio Épico»
Durante su tiempo en Japón, Snowden trabajó en un programa llamado «Epic Shelter», diseñado supuestamente para respaldar datos críticos del Medio Oriente en caso de emergencia. Sin embargo, pronto descubrió que la NSA y otras agencias estadounidenses estaban implantando malware en computadoras gubernamentales, infraestructuras y sistemas financieros de países aliados. El objetivo era claro: si algún aliado se volvía en contra de EE.UU., podrían paralizar sus sistemas en represalia. Tras tres meses, Snowden renunció a su puesto en la NSA en Japón y regresó a Maryland.
Hawái: La Revelación Final
En 2012, Snowden se trasladó a Hawái para trabajar en la NSA a través del contratista Booz Allen Hamilton. Su rol consistía en el contraespionaje a China en el Centro Criptológico de Hawái (CHC), donde se interceptaban señales de inteligencia asiáticas (SIGINT). Pero allí descubrió que su propia creación, Epic Shelter, había sido modificada para proporcionar datos en tiempo real a los pilotos de drones estadounidenses, facilitando ataques letales contra sospechosos de terrorismo en Pakistán.
A lo largo de su carrera en la comunidad de inteligencia, Snowden trabajó en distintos roles, contribuyendo a avances en vigilancia digital. Paradójicamente, su trabajo en programas de seguridad terminó exponiendo el alcance del espionaje masivo de EE.UU.
Revelaciones: Los Programas de Vigilancia Masiva
XKeyscore: La Vigilancia Sin Límites
XKeyscore es un sistema informático ultrasecreto desarrollado por la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU.) para buscar, recopilar y analizar datos de Internet en tiempo real. Su propósito es claro: permitir la vigilancia prácticamente ilimitada de cualquier persona en cualquier parte del mundo.
El sistema funciona con una red de bases de datos, servidores y software especializado, los cuales filtran datos y metadatos previamente recopilados por otros métodos. A pesar de las afirmaciones de la NSA sobre su uso «limitado y controlado», documentos filtrados por Edward Snowden revelaron que su alcance es mucho más amplio.
En una entrevista con la emisora alemana NDR (Norddeutscher Rundfunk), Snowden explicó el poder absoluto de XKeyscore con una sola frase:
«Puedes leer el correo electrónico de cualquier persona en el mundo. Puedes ver el tráfico de cualquier sitio web. Puedes rastrear una computadora portátil mientras se mueve por el mundo. Es, básicamente, una ventanilla única para acceder a la información de la NSA.»
Este sistema tiene similitudes con otros programas de vigilancia global y sistemas de registro de llamadas en ciudades inteligentes, dejando en evidencia el enorme control que EE.UU. ejerce sobre las comunicaciones digitales.
PRISM: Acceso Directo a las Grandes Tecnológicas
El programa PRISM fue creado en 2007 tras la aprobación de la Ley de Protección de EE.UU. bajo la administración de George W. Bush. Este programa opera bajo la supervisión del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) y se centra en la intervención de comunicaciones de plataformas digitales.
A través de PRISM, la NSA obtiene acceso directo a los servidores de gigantes tecnológicos como Google, Facebook, Microsoft y Apple, permitiéndole interceptar correos electrónicos, mensajes, videollamadas y otros datos almacenados en sus sistemas. Esta recopilación de información se ampara en la Sección 702 de la Ley de Enmiendas de FISA de 2008, que obliga a estas empresas a entregar datos de usuarios sin notificación previa.
Uno de los datos más impactantes filtrados por Snowden fue que, un día después de sus revelaciones, el Tribunal FISA ordenó a Verizon entregar registros masivos de llamadas de sus clientes a la NSA. Esto confirmó que no solo los datos en Internet estaban en riesgo, sino también las comunicaciones telefónicas de millones de personas.
Las revelaciones sobre PRISM y XKeyscore desencadenaron una crisis global sobre privacidad digital, exponiendo la magnitud del espionaje gubernamental y generando un intenso debate sobre seguridad vs. privacidad en la era digital.
Snowden en Hong Kong: El Inicio del Escándalo
Tras completar uno de sus trabajos para la NSA, Edward Snowden tomó una decisión que cambiaría su vida (y la historia de la ciberseguridad) para siempre: revelar al mundo los secretos de la vigilancia masiva del gobierno de EE.UU.. Su destino inicial fue Hong Kong, donde comenzó a filtrar documentos clasificados a reconocidos medios de comunicación como The Guardian y The Washington Post.
Con la ayuda de los periodistas Ewen MacAskill, Laura Poitras y Glenn Greenwald, Snowden sacó a la luz información que, hasta ese momento, era impensable: la NSA tenía acceso casi ilimitado a los datos de millones de ciudadanos y líderes mundiales. La primera gran filtración se publicó el 5 de junio de 2013, seguida de más publicaciones en los días siguientes.
The Guardian no dudó en llamarlo un héroe, pero, como era de esperarse, el gobierno de EE.UU. y el Reino Unido entraron en pánico. No solo por lo que ya se había publicado, sino también por todo lo que Snowden podría haber revelado y aún no había salido a la luz. Esto obligó a la comunidad de inteligencia a asumir que toda la información a la que Snowden accedió estaba comprometida y debía ser descartada.
El Espionaje que Sacudió al Mundo
Las revelaciones de Snowden fueron un auténtico terremoto en la comunidad internacional. Uno de los datos más impactantes fue que EE.UU. había estado espiando a líderes europeos, utilizando el ya mencionado programa PRISM. ¿Conversaciones privadas entre presidentes? Interceptadas. ¿Datos estratégicos de países aliados? Monitoreados.
Para muchos, Snowden se convirtió en un símbolo de la lucha por la privacidad digital, exponiendo hasta qué punto los gobiernos pueden controlar la información. Para otros, fue considerado un traidor que puso en riesgo la seguridad nacional.
Independientemente de la postura que se tome, lo cierto es que sus filtraciones cambiaron para siempre la forma en que el mundo ve la vigilancia gubernamental.
¿Héroe o Traidor? El Precio de la Verdad
Desde el momento en que Edward Snowden filtró documentos clasificados sobre el espionaje masivo de la NSA, su nombre quedó marcado. Mientras algunos lo consideran un héroe de la privacidad digital, en su país fue tachado de traidor y perseguido por la justicia.
Las consecuencias de sus revelaciones no tardaron en llegar. Durante 2013 y los años siguientes, se desató una batalla legal sobre la recolección masiva de datos telefónicos por parte de la NSA. Los fiscales federales no se anduvieron con rodeos: lo acusaron de robo de propiedad del gobierno, comunicación no autorizada de información de defensa nacional y filtración intencional de información clasificada.
Mientras tanto, el escándalo ponía en jaque al gobierno de EE.UU. En enero de 2014, el presidente Barack Obama intentó calmar las aguas, asegurando que tomaría medidas para regular la vigilancia estatal. Como parte de su estrategia, ordenó al fiscal general Eric Holder revisar los programas de vigilancia del país.
El Motivo de Snowden: ¿Una Cuestión de Conciencia?
Según el Washington Post, la razón detrás de las filtraciones era exponer el gigantesco aparato de vigilancia estadounidense. Pero Snowden fue aún más claro:
«No puedo, en conciencia, permitir que el gobierno de Estados Unidos destruya la privacidad, la libertad en internet y las libertades básicas de la gente de todo el mundo con esta gigantesca máquina de vigilancia que están construyendo en secreto.»
Su declaración no dejó lugar a dudas: Snowden no veía su acto como una traición, sino como una responsabilidad moral. La pregunta que sigue en el aire es, ¿realmente el mundo cambió después de sus revelaciones?
“No quiero vivir en una sociedad que hace este tipo de cosas… No quiero vivir en un mundo donde se registra todo lo que hago y digo. Es algo que no estoy dispuesto a apoyar o admitir”.
– Edward Snowden, hablando con The Guardian, 2013.
El Éxodo de un Héroe: La Huida de Edward Snowden
Cuando Edward Snowden salió de Hong Kong con rumbo a América Latina, su plan parecía claro. Pero el gobierno de EE.UU. tenía otros planes: revocó su pasaporte, dejándolo varado en Rusia. El 25 de junio de 2013, el presidente Vladímir Putin confirmó que Snowden se encontraba en la zona de tránsito del aeropuerto Sheremétyevo, sin poder salir ni avanzar. Además, descartó su extradición, argumentando la falta de un tratado bilateral con Estados Unidos.
El Avión de Evo Morales: Un Conflicto Internacional
La paranoia sobre el paradero de Snowden desató un escándalo diplomático. El 3 de julio de 2013, Francia, Portugal, Italia y España negaron el aterrizaje del avión del presidente boliviano Evo Morales, que volaba de Moscú a La Paz, sospechando que Snowden estaba a bordo. Morales fue retenido en Austria, lo que generó protestas y tensiones internacionales.
El Asilo en Rusia: Un Nuevo Comienzo
Desesperado por encontrar refugio, Snowden solicitó asilo a más de una docena de países, entre ellos Bolivia, Brasil, Cuba, Francia y Finlandia, según reveló WikiLeaks. Sin embargo, solo Rusia respondió positivamente. El 1 de agosto de 2013, el gobierno de Putin le concedió asilo temporal por un año, permitiéndole finalmente salir del aeropuerto y establecerse en Moscú.
Mientras tanto, Julian Assange, fundador de WikiLeaks y refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, le recomendó a Snowden buscar asilo en América Latina. Pero el exanalista de la NSA ya había encontrado en Rusia su nuevo hogar… al menos por el momento.
Artículo enviado por Steven Mora C. para Despertar Sabiendo.
Fuentes:
