
Algunas personas limitan sus posesiones a 100 cosas, para otras significa hacer consistentemente solo lo que les trae alegría. Para la mayoría de ellos, significa, sobre todo, decidir por ti mismo cuánto tiempo, energía y dinero vas a invertir para alcanzar tus metas y deseos. Por lo tanto, todos deben descubrir por sí mismos cómo es su minimalismo.
Estilo de vida minimalista: así es como funciona
Para vivir una vida minimalista, hay que reducir las posesiones, las actividades y las relaciones sociales hasta que lo que queda es lo que tiene sentido y da placer. Las cosas que no se usan y no brindan placer desaparecen. Se abandonan las actividades que no ayudan a lograr un objetivo importante. Lo mismo ocurre con los contactos sociales y las amistades. Si no traen algo positivo, es hora de decir adiós.

Esto puede sonar radical. Al menos parece mucho trabajo. Pero incluso los primeros pasos son muy liberadores. Idealmente, comienzas con algo pequeño. Primero se limpia el armario, luego todo el apartamento y, por último, pero no menos importante, los casos difíciles, como las relaciones o el trabajo.
El minimalismo no significa tirar por la borda toda tu vida pasada. Pueden permanecer recuerdos sentimentales, como cartas o imágenes. Siempre y cuando todavía traigan alegría. Pero ayuda enormemente a liberarse de todo lo posible para reconocer incluso cuáles son sus propias metas y deseos.

Minimalismo: ¿qué gano yo?
Pero, ¿qué nos ofrece el minimalismo en la vida cotidiana, privada y profesional? Además de las ventajas obvias, como un menor esfuerzo y costes, existen otras buenas razones.
Quienes tienen más claridad sobre sus prioridades y saben lo que quieren también toman el control de sus acciones. A menudo tomamos decisiones bajo una gran presión y bajo la influencia de factores externos, sin tener claras las prioridades reales. En última instancia, no decidimos por nosotros mismos, sin embargo, si logramos ganar claridad, también podemos tomar el control de nuestras acciones. Dado que somos responsables de ello, está bien.

El minimalismo crea claridad
Cuanto menos superfluo lleve consigo, más clara será la vista. La mayoría de ellos llevan demasiado lastre que obstruyen literalmente su vista. Cuanto mejor sea la vista al despejar el desorden, más fácil será ver las conexiones y separar lo importante de lo no importante. De repente, trabaja de forma más eficaz, toma la decisión correcta cada vez con más frecuencia y sabe diferenciar mejor entre lo que es y no es importante.
El minimalismo es liberador
Lo que suena distante en un principio es una ventaja decisiva y, sobre todo, sostenible. Cualquiera que comience a vivir una vida minimalista se deshace del bagaje material y emocional. La mayor parte es angustiante de alguna forma. Ya sea el equipo deportivo sin usar que solo te recuerda que tu yo más débil siempre tiene la ventaja, o cualquier cosa que creas que tienes que hacer sin querer hacerlo. Decirle adiós es muy liberador.

Véase también La meditación
El minimalismo es una mirada filosófica que siempre estuvo presente. Mientras el mundo evoluciona nosotros con él, se dan nuevas costumbres consientes e inconscientes ya sean movimientos sociales, nuevas ideologías o un pensamiento alterno a los demás. El minimalismo es lo contrario a consumismo, busca atesorar las cosas que son necesarias en nuestra vida y deja afuera a las que no.
Fuentes: jordisanchez.info
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