¿Alguna vez te has preguntado si esos vagos recuerdos de tu infancia son reales o producto de tu imaginación? Muchos programas de nuestra niñez parecen haber desaparecido del radar, pero aquí estamos para desempolvarlos y recordar lo especiales que eran.
Número 1: Los Moomins (1969)
Los Moomins fue un programa basado en los cómics del mismo nombre de la escritora e ilustradora finlandesa Tove Jansson. Relata la vida de la familia Moomin, estos personajes tiernos, blancos y semi desnudos, los cuales, si bien pueden parecer hipopótamos, realmente son trolls escandinavos y viven en una gran casa azul en el Valle Moomin.
Los Moomins es uno de esos programas que quizás no muchos conocen pero, los que alcanzaron a verla, recuerdan con mucho cariño por lo acogedor de sus capítulos y la tranquilidad que transmitían las aventuras de estos personajes, tocando temas de la vida, la naturaleza, la familia y la amistad. Los protagonistas más destacados de este programa eran Moomintroll, su mejor amigo Snufkin, la pequeña Little My y el resto de la familia Moomin.
Cada episodio presentaba dilemas cotidianos y problemas que los personajes resolvían de manera pacífica y reflexiva. La animación, aunque simple, destacaba por sus colores suaves y una música de fondo relajante. Además, el universo de los Moomins ha perdurado a lo largo del tiempo, inspirando series más recientes, libros adicionales y hasta parques temáticos dedicados a estos entrañables personajes.
Número 2: La cabina mágica (1970)
Esta es difícil de explicar… Si alguna vez viste esta película es probable que en tu mente queden escenas bastante extrañas de ella.
Nos cuenta la historia de Milo, un niño que de alguna forma encuentra una entrada hacia otra dimensión 2D llena de color, personajes variados, situaciones fantásticas y un montón de experiencias peculiares que vive acompañado principalmente por un perro reloj llamado Tock.
A lo largo de la película, Milo recorre esta nueva realidad junto a Tock en un auto rojo, visitando la ciudad de las palabras, un castillo en el aire, la ciudad de los números y la montaña de la ignorancia, conociendo y enfrentando un montón de personajes excéntricos y escenarios irreales y desconocidos.
Esta película también se basa en un libro, titulado originalmente como The Phantom Tollbooth, del autor estadounidense Norton Juster, escrito en 1961 y tanto el libro como la película exploran temas como la educación, la imaginación y el crecimiento personal. Aunque algunas escenas pueden parecer caóticas o incluso perturbadoras, especialmente para los niños más pequeños, es precisamente esto y su estilo surrealista lo que ha llevado a que muchos espectadores la recuerden, dejando una huella duradera en quienes la vieron en su infancia.
Número 3: Dragon Tales (1999)
“Sueño y deseo con todo mi corazón ir a una tierra lejana volando en un dragón”
Con esta frase y con la ayuda de una escama mágica, los personajes principales del programa, dos hermanos llamados Emmy y Max, viajan a un mundo fantástico y viven aventuras acompañados por dragones.
Este programa es bastante recordado principalmente por la frase que decían los niños a la escama mágica para poder viajar y luego volver a su casa. En general, era un programa de capítulos auto conclusivos bastante tranquilo, que abarcaba temas como la amistad, la resolución de problemas y la magia.
El programa, que tuvo una duración de tres temporadas, se estrenó en Latinoamérica en Cartoon Network y Discovery Kids, quedando en la memoria de muchos niños por ofrecer lecciones valiosas sobre la resolución pacífica de conflictos, el valor de la empatía y la colaboración. Cada dragón tenía personalidades y habilidades únicas, lo que permitía a los niños identificarse con diferentes aspectos de los personajes. La inclusión de temas como la superación de miedos, la ansiedad y el trabajo en equipo hizo que el programa tuviera un impacto positivo en el desarrollo emocional de los espectadores.
Número 4: Jim y el durazno gigante (1996)
Basada en el libro del reconocido autor Roald Dahl, esta película mezcla la realidad con la animación en un estilo bastante lúgubre. Muchos de los que la vieron cuando pequeños recuerdan incluso con miedo algunas escenas y, la verdad, si es un poco turbia la historia.
Para resumir un poco la película, y sin spoilers, la historia comienza cuando Jim, de siete años de edad, quedó huérfano luego de que una tormenta en forma de rinoceronte asesinara a sus padres. Partiendo por aquí la trama ya marca un tono algo oscuro para el público al cual está orientada, pero no se preocupen porque luego se pone peor.
Al quedar huérfano, Jim es enviado con sus tías, quienes lo tratan como si fuera su esclavo, obligándolo a hacer los quehaceres, lo alimentan con sobras, lo encierran de vez en cuando y no puede tener amigos o refugiarse en los pocos recuerdos que tiene de sus padres. Hasta que un día, y luego de que un extraño le diera a Jim unas lenguas de cocodrilo que este pasó a desparramar por el jardín de la casa, crece en uno de los árboles un durazno gigante. En este durazno, Jim encontrará el acceso a un mundo nuevo e irreal donde conocerá a personajes aún más peculiares y vivirá aventuras difíciles de explicar.
Esta película quedó grabada como un vago recuerdo en la mente de muchos y como una experiencia traumática en la mente de algunos, y es reconocida por su particular estilo de animación, atribuido a su productor Tim Burton.
Número 5: La bruja novata o Travesuras de una bruja (1971)
La bruja novata es una película de Disney que nuevamente mezcla la realidad con la animación. La historia sigue a Eglantine Price, una mujer aparentemente común pero que en realidad es una aprendiz de bruja quien, durante la Segunda Guerra Mundial, se dedica a aprender brujería por correo en Inglaterra, pero su vida se ve interrumpida por la llegada de tres niños a los que tiene que dar refugio en contra de la voluntad de todos. Así, la aprendiz de bruja, su maestro y los niños se encaminan en una serie de sucesos y aventuras mágicas.
Esta película si bien es considerada un clásico de Disney, muchas personas no la recuerdan del todo, viviendo en la memoria de la gente principalmente la icónica cama voladora o algunas de las canciones o melodías más pegajosas con las que contaba la historia.
Esta película tiene de todo, música, magia, animales antropomórficos, criaturas marinas, drama, humor e historia.
Número 6: Jackie y Nuca (1977)
Jackie y Nuca, también llamado El bosque de Tallac, fue un programa japonés de animación basado en una novela de Ernest Thompson Seton. Cuenta la historia de dos oseznos que viven libres en las montañas y, luego de la trágica muerte de su madre, se ven obligados a enfrentar el mundo y aprender a vivir por su cuenta. A lo largo de la serie Jackie, la hembra, y Nuca, el macho, enfrentan retos naturales, exploran su entorno y crecen juntos, conociendo además a Senda y Olga, dos niños humanos que los cuidan y acompañan en sus aventuras.
El programa es recordado por su estilo emotivo y su enfoque en la naturaleza, mostrando los lazos familiares, el amor y la supervivencia a través de una animación acogedora y tranquila, propia de su tiempo.
Si bien la serie tiene momentos emotivos y tristes, también ofrece una mirada esperanzadora sobre la resiliencia, la capacidad de adaptación y la importancia de la relación de amor y respeto entre humanos y animales.
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