William Wirt Winchester fue un empresario que ganó una cantidad apocalíptica de dinero al ser parte de la Winchester Repeating Arms Company: una de las empresas más importantes en la fabricación de rifles. El matrimonio sufrió su primera tragedia cuando su única hija, Annie, nacida en 1866, falleció a las seis semanas de nacer. William murió de tuberculosis en 1881, esto fue lo que provocó que después de su muerte, Sarah Winchester heredara más de 20 millones de dólares, además de la mitad de la Winchester Repeating Arms Company. A pesar de recibir un salario diario de unos 23 mil dólares, la infelicidad de Sarah se hacía cada vez mayor.
Aconsejada por un amigo, buscó respuestas a través de una médium. “Tu marido está aquí”, le dijo la médium describiéndolo. “Dice que hay una maldición sobre vuestra familia, que se llevó la vida de vuestra hija y la suya. Pronto se llevará la tuya también. Es una maldición provocada por las terribles armas creadas por la familia Winchester. Miles de personas han muerto por culpa suya y sus espíritus ahora buscan venganza”.
La misma médium le dijo a Sarah que debía mudarse, que su marido la guiaría y cuando encontrara un nuevo hogar, ella lo reconocería. “Debes empezar una nueva vida y construir un hogar para ti y para los espíritus de los caídos también. Nunca pares la construcción de esa casa. Si continúas construyendo, vivirás. Para y morirás”.
Convencida por las palabras de la médium, Sarah se mudó hasta California encontrando una propiedad de 6 habitaciones que aún estaba en construcción.
Sarah Winchester contrató a numerosos carpinteros que trabajaron todo el día y sin parar en la construcción de la mansión durante los siguientes 38 años. Historiadores del Smithsonian aseguran que la viuda les pagaba tres veces el sueldo normal, con tal de mantenerlos contentos – y ocupados, ya que todo el tiempo había algo que hacer.
Ella creyó que su única oportunidad para vivir una vida normal era la de construir una casa de forma permanente. Si la casa nunca se terminaba, ningún fantasma podría instalarse en ella.
La casa contiene –aparte de sus 4 pisos, 160 habitaciones, 467 entradas y 47 chimeneas – muchas características utilizadas para atrapar o confundir a los espíritus. Hay puertas pequeñas o que no conducen a ninguna parte, y ventanas que miran adentro de otras partes de la casa.
También parece que Sarah tenía una cierta fijación con el número “13”. El “13” se repetía en el número de cúpulas del invernadero, ganchos en el armario de Sarah, agujeros en las coladeras de las duchas, el número de paneles de cristal de las ventanas o el de las paredes de madera. Los tramos de muchas escaleras eran de 13 escalones o el número de candelabros en algunas habitaciones, que volvía a ser 13. Probablemente sólo otra superstición más de las que dominaban a Sarah.
Esta fijación extraña de la viuda Winchester con el número 13 también la extendió a su propio testamento, que incluye justamente 13 apartados. Por eso, en honor a esto, en la casa se tocan 13 veces las campanas cada día 13, especialmente los viernes 13, justo a las 13 horas.
Luego de dirigir la continua construcción de la mansión durante 38 años, Sarah falleció mientras dormía a la edad de 82 años en 1922. Muchos acontecimientos extraños han ocurrido a través del tiempo y siguen reportándose actualmente. Los psíquicos han visitado la casa y creen que muchos espíritus deambulan por ella, incluyendo el fantasma de Sarah Winchester.
La imponente mansión, ubicada en el número 525 de la calle S. Winchester Boulevard en San José (California), recibe anualmente unos 12 millones de turistas que vienen no sólo por su fama de casa embrujada, sino por las maravillas arquitectónicas que esconde en cada rincón.
La Casa Winchester es una de las principales curiosidades de una parte de California que habitualmente queda de paso hacia San Francisco. Winchester Mystery House es su nombre oficial, y quien piense que lo del misterio es sólo un argumento turístico para atraer visitantes hacia la ciudad de San José, sin duda está equivocado.
Hay pocos sitios tan raros como esta mansión de estilo victoriano, en una esquina anodina de esta típica ciudad norteamericana, de calles anchas y ambiente tranquilo. Sin embargo, las sorpresas se suceden apenas cruzar el umbral.
Así que, por las dudas, conviene tomar en serio la primera recomendación de los guías (la casa Winchester sólo se puede visitar acompañado): no desviarse nunca del recorrido propuesto porque nadie puede garantizar que el visitante perdido sea encontrado nuevamente.
La mayoría de las imágenes publicadas las hemos sacado de su perfil oficial de Instagram, winchestermysteryhouse, donde puedes encontrar más imágenes relacionados con esta tenebrosa mansión.
Temática sugerida por: Yasmin C
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