El daltonismo es una condición en la que una persona no distingue los colores de manera normal. En la mayoría de los casos, la dificultad se concentra en los tonos rojos y verdes, aunque en algunos casos también afecta la percepción de los azules u otros colores. Básicamente, el daltonismo es un tipo de discromatopsia, es decir, una alteración en la percepción de los colores.
Para entender cómo funciona esta condición, primero hay que conocer un poco sobre la anatomía del ojo. En la retina, que es el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo, hay dos tipos de células encargadas de captar la luz: los bastones y los conos. Los bastones solo detectan luz y oscuridad (básicamente nos ayudan a ver en condiciones de poca iluminación), mientras que los conos son los encargados de percibir los colores.
Ahora bien, hay tres tipos de conos, cada uno especializado en captar un color específico: rojo, verde y azul. El cerebro procesa la información de estos conos para interpretar los colores que vemos en el mundo y, como quizás ya hayas adivinado, es aquí donde se produce el daltonismo.

¿Cuándo se produce el daltonismo?
El daltonismo ocurre cuando una o más células cónicas en la retina están ausentes, no funcionan correctamente o captan un color diferente al normal. Esto afecta la forma en que el cerebro procesa los colores, generando distintos grados de alteración en la percepción cromática.
Existen dos grados de daltonismo según la severidad del problema:
- Daltonismo severo: Se produce cuando los tres tipos de conos están ausentes o no funcionan. En estos casos, la persona no puede percibir ningún color y ve el mundo en tonos de gris, como si estuviera en una película en blanco y negro. A esta condición se le conoce como acromatopsia o ceguera del color, y aunque es poco común, puede afectar significativamente la calidad de vida.
- Daltonismo leve: Ocurre cuando uno o más conos funcionan de manera anormal, detectando un color diferente al que deberían. Esto significa que la persona puede distinguir los colores en condiciones de buena iluminación, pero le resulta difícil diferenciarlos cuando hay poca luz. En la vida cotidiana, esto puede hacer que ciertas combinaciones de colores se perciban como muy similares o incluso idénticas.
Dependiendo del tipo de conos afectados, existen variantes del daltonismo, como la deuteranomalía (dificultad con los verdes), la protanomalía (dificultad con los rojos) o la tritanomalía (dificultad con los azules).

Los problemas de daltonismo están relacionados con el cromosoma X
El daltonismo, o como se le conoce en términos más técnicos, la deficiencia en la visión de los colores, es un trastorno hereditario que afecta principalmente a los hombres. Según Prevent Blindness America, alrededor del 8% de los hombres y menos del 1% de las mujeres tienen dificultades para percibir los colores correctamente. Este trastorno es especialmente común entre aquellos hombres con ascendencia del norte de Europa. Si alguna vez te has preguntado por qué es más frecuente en hombres, aquí viene la explicación: el daltonismo está relacionado con el cromosoma X.
Ahora, para entender por qué esto sucede, tenemos que meternos un poco en el mundo de la genética, que no es tan aterrador como suena. Las mujeres tienen dos cromosomas X, mientras que los hombres solo tienen uno, junto con un cromosoma Y. Este detalle cambia la jugada. En el caso de las mujeres, para que se manifieste el daltonismo, ambos cromosomas X deben tener el defecto genético. Es decir, una mujer tiene que «heredar» el problema de ambos padres. Pero en el caso de los hombres, todo lo que necesitan es recibir el cromosoma X afectado de su madre, ya que no tienen un segundo cromosoma X para «compensar» la deficiencia. Así que, si un hombre hereda un cromosoma X con el gen del daltonismo, es prácticamente seguro que tendrá el trastorno.
Y aunque puede parecer que la naturaleza es un poco injusta con los hombres en este caso, no todo está perdido. Hoy en día, con el avance de la ciencia, las investigaciones sobre terapias génicas y tratamientos están progresando, por lo que no sería raro que pronto veamos algunas soluciones a este problema visual.

Entonces, ¿por qué una mujer con un cromosoma X afectado no puede ser daltónica? La respuesta está en el hecho de que las mujeres tienen dos cromosomas X. Aunque, efectivamente, una persona tiene alrededor de 20.000 genes, y muchos de ellos pueden tener mutaciones recesivas, las mujeres están protegidas por ese segundo cromosoma X. Si uno de los X está afectado, el otro, si no tiene la misma mutación, puede «salvar el día» y contrarrestar el efecto del gen defectuoso. Este fenómeno es el que les da a las mujeres una protección natural contra el daltonismo.
Por otro lado, en los hombres, el tema se complica. Ellos solo tienen un cromosoma X y uno Y, lo que significa que no cuentan con una «copia de seguridad». Si ese único cromosoma X tiene el gen defectuoso, no hay nada que lo compense, lo que hace que los hombres sean más susceptibles a este tipo de trastornos hereditarios.
Sin embargo, las mujeres no se salvan completamente del todo. Aunque no tengan el trastorno, pueden ser portadoras del gen defectuoso en su cromosoma X, lo que significa que, aunque ellas no sean daltónicas, sí podrían transmitir el gen a sus hijos. Y si esos hijos son varones, bueno, tendrán daltonismo.

¿Cuáles son los síntomas del daltonismo?
En muchos casos, si el grado del problema es leve, el trastorno pasa desapercibido durante un tiempo. Esto ocurre porque la persona afectada tiende a adaptarse a su forma particular de ver los colores, lo que hace que no sea tan evidente para los demás.
Los padres suelen notar que algo no está bien cuando su hijo está aprendiendo los colores. Y aunque todos hemos tenido esos momentos en los que confundimos el rojo con el verde, en los casos de daltonismo, los síntomas son un poco más consistentes. Algunos de los síntomas típicos incluyen:
Confusión entre colores específicos, como el rojo y el verde, o el azul y el amarillo. Esto se debe a la incapacidad para distinguir entre ciertos tonos, especialmente los que están más cerca en la gama de colores.
Dificultad para identificar objetos basándose en su color. Por ejemplo, una persona con daltonismo podría no notar una señal de tráfico roja o no distinguir el color de las frutas en una tienda, como las fresas y los tomates.
Visión desaturada de los colores, lo que significa que los colores pueden aparecer más apagados o menos brillantes de lo que realmente son. Esto es especialmente evidente en tonos rojos y verdes, que pueden parecer más oscuros o pálidos.
Dificultad para interpretar señales de colores, como los semáforos. Las personas con daltonismo pueden no percibir correctamente si están viendo una luz verde o roja.
Es importante resaltar que, aunque estos síntomas pueden ser frustrantes, las personas con daltonismo suelen aprender a adaptarse y encontrar maneras de navegar el mundo de forma eficiente.

¿Qué puede provocar daltonismo en las personas adultas?
El daltonismo generalmente es una condición con la que se nace, pero lo que muchos no saben es que también puede desarrollarse durante la edad adulta debido a ciertos factores. Si bien no es tan común como el daltonismo hereditario, existen enfermedades y condiciones que pueden aumentar el riesgo de sufrir cambios en la visión de los colores a medida que envejecemos. Entre las más conocidas están el glaucoma, el Alzheimer y el Parkinson.
Glaucoma: Esta enfermedad ocular, que daña el nervio óptico y está relacionada con la presión ocular elevada, puede interferir con la capacidad para percibir los colores correctamente. Las personas con glaucoma a menudo experimentan una pérdida progresiva de la visión periférica, lo que puede hacer más difícil distinguir entre ciertos colores, especialmente en condiciones de poca luz.
Alzheimer: El Alzheimer no solo afecta la memoria, sino que también puede tener un impacto en cómo procesamos la información visual. Alteraciones en la percepción del color son un síntoma frecuente en personas que padecen esta enfermedad. Los pacientes pueden tener dificultades para identificar los colores o incluso confundirlos entre sí debido al daño cerebral progresivo que interfiere con la interpretación visual.
Parkinson: Esta enfermedad neurodegenerativa, que afecta el control motor, también puede provocar alteraciones en la percepción del color. A medida que el Parkinson avanza, algunos pacientes experimentan trastornos visuales, incluyendo problemas para distinguir los colores o verlos de manera apagada. Esto ocurre debido al daño en las áreas del cerebro que procesan la información visual.
Además de estas condiciones, traumatismos oculares o trastornos en la retina también pueden contribuir al desarrollo del daltonismo en adultos. Si bien el daltonismo en la edad adulta no es lo más común, es una buena idea consultar con un oftalmólogo si notas algún cambio en tu capacidad para percibir los colores, especialmente si tienes antecedentes de alguna de estas condiciones. ¡Recuerda que la vista es algo que no debemos dar por sentada!
Temática sugerida por: Ernesto Dei Castelli
Fuentes:



