“La acidificación del océano es el nombre dado al descenso en curso del pH de los océanos de la Tierra, causado por la absorción de dióxido de carbono antropogénico desde la atmósfera. Se estima que entre 1751 y 1994 el pH de la superficie del océano ha descendido desde aproximadamente 8.179 hasta 8.104” – Wikipedia.org.
Con esta definición, vamos profundizando un poco más algunos conceptos básicos de química. El agua puede ser ácida, básica o neutra. Cuanto mayor sea el nivel de hidrógeno, más ácida será la solución. Esta característica se cuantifica en el pH, que se expresa en una escala de 0 a 14.
Un pH inferior a 7 es ácido, uno de 7 es neutro y un pH por encima de 7 es básico.
Tomada en su conjunto, la superficie de los océanos tiene una gama básica de pH que va de 8.0 a 8.3. Los organismos marinos han evolucionado en un medio marino con ese pH y, por esa razón, están particularmente adaptados a ese entorno.
El pH de las aguas en general y del océano en particular no es constante ni en el tiempo ni en el espacio y se ve afectado por varias variables naturales, encontrándose en un equilibrio dinámico. Algunas de esas variables son la temperatura del agua y la concentración de CO2 en la atmósfera. La acidez del océano está por tanto relacionada con el ciclo del carbono, uno de los subsistemas más importantes de la biosfera.
Actualmente se está observando una rápida acidificación en los océanos del mundo debido -según se cree- a las actividades humanas desde la revolución industrial y relacionada con la emisión de gases de efecto invernadero.
La causa de la presente acidificación de las aguas es uno de los efectos del aumento de emisiones de gases de efecto invernadero, concretamente, del CO2. De forma natural y como parte del ciclo del carbono, el océano actúa como sumidero para torno al 25-30% del CO2.
Este efecto es a priori positivo ya que reduce la intensidad del cambio climático, pero como toda causa, esto también tiene sus consecuencias. El dióxido de Carbono se disuelve en el océano y provoca un aumento de la acidez del mismo al combinarse con agua para formar ácido carbónico que se ioniza parcialmente en protones e iones bicarbonato.
Al igual que ahora, ha habido episodios previos de acidificación oceánica en la historia de nuestro planeta. Por ejemplo, en el PETM o máximo térmico del Paleoceno-Eoceno sucedido súbitamente hace 55.8 millones de años. En ese período hubo extinciones abundantes tanto en tierra firme como en el mar. Este episodio se encuentra aún en estudio y no está claro cuáles fueron sus causas.
Conviene reseñar que se estima que ese cambio climático se produjo durante un tiempo no menor a mil años y se estima que la emisión de dióxido de carbono que lo causó se produjo a una velocidad de aproximadamente un cuarto a un décimo de la actual provocada por el hombre.
Entonces, si esto fue así, imagina lo rápido que está pasando por nuestra culpa.
¿Qué efectos tiene la acidificación de los océanos?
Para empezar, esto supone la alteración de los diferentes ecosistemas marinos pero el efecto más importante parece ser el de la reducción de la calcificación.
La presencia de mayor cantidad de iones bicarbonato en disolución hace que la solubilidad del carbonato cálcio (CaCO3) aumente, dificultando el que los organismos marinos conserven sus conchas calcáreas nuevas. Esto tiene un efecto particularmente notable sobre la fauna marina, en particular sobre la que requiere de esta sustancia para fabricar sus conchas, cáscaras, exoesqueletos y demás estructuras protectoras o de soporte.
Las especies más afectadas de forma directa pertenecen a los siguientes grupos: corales, moluscos, crustáceos, equinodermos, cocolitofóridos, foraminíferos.
El efecto más notable y señalado es el del blanqueamiento del coral.
Existen en nuestros océanos inmensas superficies cubiertas por corales, esencialmente en latitudes tropicales. Las zonas cubiertas por ellos son el equivalente submarino de las selvas tropicales. Son las zonas donde existe mayor biodiversidad de todo el océano. El blanqueo del coral es un proceso que sufre el coral cuando está bajo estrés y que puede acabar con su muerte de mantenerse las circunstancias que lo provocan. La acidificación es uno de los factores detonantes del blanqueo y suele ir de la mano del aumento de temperatura del agua provocado por el cambio climático.
¿Cómo evitarlo o detenerlo?
La solución pasaría por reducir al mínimo las emisiones de gases de efecto invernadero. Aun así, la inercia del dióxido de carbono extra que ya está en la atmósfera y en las aguas tardaría un tiempo en ser digerido por el ciclo de carbono global. Por tanto, es muy probable que el aumento de la temperatura, de la acidez de los océanos y otros efectos sigan aumentando durante al menos unas décadas.
Acabar con la deforestación, la erosión y la degradación de suelos podrían servir a la causa contra la acidificación, ya que los bosques actúan como sumideros de carbono. A su vez, evitar botar basura en las calles o la quema de plásticos. Así como la tierra nos dio la vida, preocupémonos de mantener la vida de ella. Cuidemos nuestro hogar
Fuentes:
- https://triplenlace.com/2012/07/23/la-acidificacion-de-los-oceanos-causas-y-efectos/
- https://es.wikipedia.org/wiki/Acidificaci%C3%B3n_del_oc%C3%A9ano
- http://www.undp.org/content/undp/es/home/blog/2017/3/14/Ocean-Acidification-What-it-means-and-how-to-stop-it.html
Temática sugerida por: Fran Labra
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