Stanley Martin Lieber, más conocido como Stan Lee, nació el 28 de diciembre de 1922 en Nueva York. Fue un guionista y editor de cómics estadounidense que revolucionó la industria con personajes llenos de complejidad y realismo, algo poco común en el mundo del cómic hasta entonces.
Stan Lee es famoso por ser co-creador de algunos de los superhéroes más icónicos del universo Marvel, junto a talentosos dibujantes como Steve Ditko y Jack Kirby. Entre sus creaciones destacan personajes como Spider-Man, Hulk, Iron Man, Daredevil, Doctor Strange, los X-Men y Fantastic Four. Gracias a su visión, Marvel Comics pasó de ser una pequeña editorial a convertirse en una gran corporación multimedia que domina la cultura pop mundial.
Lo que hizo único a Stan Lee fue su habilidad para darles a sus héroes problemas humanos, emociones y dudas, haciéndolos más cercanos y reales para los lectores. Esta fórmula marcó un antes y un después en la narrativa de cómics, influyendo a generaciones enteras.
Su sello de calidad es tan reconocido que, incluso hoy, los cómics Marvel suelen incluir la frase “Stan Lee presenta” en sus portadas, un homenaje a su legado inmortal.
Stan Lee no solo creó superhéroes, sino que también ayudó a construir un universo en el que millones de personas han encontrado inspiración, aventura y esperanza. Su influencia sigue vigente, tanto en los cómics como en el cine y la cultura popular en general.

Stanley Martin Lieber nació el 28 de diciembre de 1922 en Manhattan, Nueva York, hijo de Celia y Jack Lieber, una pareja de inmigrantes judíos rumanos. Su padre trabajaba como sastre, pero sufrió mucho durante la Gran Depresión. Stan tenía un hermano menor llamado Larry Lieber. Desde joven, mostró interés por los libros y las películas de aventuras, especialmente las protagonizadas por Errol Flynn, un ícono del cine clásico.
Estudió en el instituto DeWitt Clinton del Bronx y mientras tanto hizo varios trabajos, desde recadero hasta escritor de obituarios y comunicados de prensa. A finales de los años 40, apenas salido del colegio, consiguió un trabajo como ayudante en la editorial Timely Comics, que años más tarde sería conocida como Marvel Comics. Esta editorial pertenecía a Martin Goodman, el esposo de su prima.
A los 20 años, Stan debutó como guionista con un relato de dos páginas protagonizado por el Capitán América. En ese momento, su sueño era ser un escritor famoso, a la altura de sus admirados autores Robert Louis Stevenson, Arthur Conan Doyle o Edgar Rice Burroughs. Para mantener su nombre para futuras novelas, firmó su primer trabajo con el seudónimo Stan Lee, que suena parecido a Stanley. Décadas después, adoptó oficialmente ese nombre y se hizo universalmente conocido como Stan Lee. Entre sus seguidores también es famoso como “Stan the Man” (“Stan el Hombre”).

En 1960, Stan Lee estaba a punto de dejar Marvel Comics, pero su esposa le animó a crear “el cómic que siempre había querido hacer”. Al año siguiente, en 1961, llegó el éxito con la creación de Los 4 Fantásticos, dando inicio a una era dorada. Pero su creatividad no se detuvo ahí. En pocos años, junto a artistas como Jack Kirby y Steve Ditko, Stan Lee co-creó la mayoría de los personajes clásicos que hoy conocemos: Spider-Man, Hulk, Iron Man, Thor, y muchos más.
Este éxito convirtió a Marvel en la editorial líder del momento y marcó el inicio de la Edad de Plata del cómic estadounidense. Durante gran parte de los años 60, Stan fue el redactor jefe de esta “Casa de las Ideas”, hasta que su ayudante Roy Thomas tomó el relevo.
Stan Lee fue mucho más que un editor: fue un incansable promotor de Marvel y un símbolo de una época. Aunque dejó el puesto de jefe, siguió escribiendo columnas y guiones esporádicos. En 2001, para DC Comics, la competencia directa, escribió la serie especial «Just Imagine Stan Lee…», donde reinventó a los grandes héroes de ese universo, como Superman y Batman.
Desde el estreno del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) en 2008, Stan Lee recibió numerosos homenajes en forma de cameos en las películas, aunque su avanzada edad y problemas de salud a veces le impedían estar en los sets de rodaje. Sin duda, su legado perdura en cada cómic y pantalla.

Stan Lee se casó con Joan Clayton Boocock el 5 de diciembre de 1947, formando una pareja que duraría casi siete décadas. En 1950 nació su hija Joan Celia, conocida como «JC», y en 1953 tuvieron a su segunda hija, Jan, que tristemente murió a los tres días de vida. En 1981, la familia Lee decidió mudarse a la costa oeste de Estados Unidos, donde pasarían muchos años juntos.
Después de 69 años de matrimonio, Joan falleció en julio de 2017 a los 93 años, víctima de un derrame cerebral, dejando a Stan viudo. Apenas un año después, el 12 de noviembre de 2018, Stan Lee murió a los 95 años en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles debido a una neumonía.
A lo largo de su vida, Stan Lee dejó un legado imborrable en la cultura popular gracias a sus creaciones, que se han convertido en iconos universales. Personajes como Spider-Man, X-Men, Iron Man, Thor, Doctor Strange, Daredevil, Los Cuatro Fantásticos, Hulk, Los Vengadores, Pantera Negra, Silver Surfer y Nick Fury forman parte del imaginario colectivo mundial. Además, Lee tuvo incursiones en el mundo del manga con Heroman y escribió el guion de la serie Ultimo, mostrando su versatilidad y alcance creativo.
Su influencia sigue viva, inspirando a generaciones y consolidando su lugar como una leyenda en el mundo del cómic y el entretenimiento.

El carisma y la creatividad de Stan Lee dejaron una huella imborrable en el mundo del cómic, influenciando a innumerables autores posteriores. Uno de sus sellos más característicos fue la humanización de sus personajes: no solo eran superhéroes con poderes increíbles, sino personas con debilidades y conflictos internos que los hacían mucho más cercanos y reales. Para Lee, ningún héroe debía ser perfecto, y esa vulnerabilidad fue clave para conectar con el público.
Otra de sus marcas fue el uso de un lenguaje grandilocuente y recargado, que en ocasiones rozaba la autoparodia o lo circense, especialmente en textos publicitarios o artículos promocionales. Ese estilo único se convirtió en parte del encanto de Marvel y de la «voz» inconfundible de sus historias.
Stan Lee también revolucionó la manera de trabajar con los dibujantes mediante el llamado “método Marvel”: primero escribía una sinopsis breve que entregaba a los artistas, quienes dibujaban la historia. Después, Lee escribía los diálogos basándose en esas ilustraciones, un proceso que hacía que la colaboración fuera muy orgánica, aunque a veces difícil de distinguir quién aportaba qué.
Por último, otro toque icónico fue su insistencia en que los personajes tuvieran nombre y apellido con la misma letra inicial. Ejemplos como Peter Parker, Matt Murdock o Bruce Banner son un clásico que refuerza la identidad única de cada héroe y villano en el universo Marvel.

Stan Lee no solo fue el genio detrás de los personajes más icónicos de Marvel, sino que también se convirtió en una especie de estrella invitada en sus propias historias, apareciendo en breves y divertidos cameos en las películas basadas en sus creaciones. Estas apariciones, aunque cortas, se volvieron un clásico esperado por los fans, casi un juego para descubrir en cada estreno.
Desde Spider-Man hasta Los Vengadores, pasando por Iron Man, Hulk, Daredevil y Los 4 Fantásticos, Stan Lee apareció como un personaje peculiar, a veces un simple transeúnte, otras un oficial o un ciudadano común que hace algún comentario memorable. Curiosamente, solo se ausentó en algunas entregas de la saga X-Men y en ciertos títulos de Los 4 Fantásticos, pero en general su presencia es casi constante en el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM).
Estas participaciones se volvieron más que cameos; eran un tributo a la leyenda que había creado todo un universo lleno de superhéroes complejos y entrañables. Su carisma y sentido del humor brillaban en cada escena, regalando a los espectadores un momento especial y un guiño cómplice.
Por sus aportes, Stan Lee recibió múltiples reconocimientos, destacando su ingreso en el Jack Kirby Hall of Fame en 1995 y la estrella con su nombre en el Paseo de la Fama de Hollywood en 2011, un justo homenaje a quien ayudó a dar vida a muchos de los héroes que hoy amamos.
