Se dice que Federico el Grande de Prusia fue el primero en declarar que el perro es el mejor amigo del hombre. Quizás no imaginaba que, con esta famosa frase, estaba resumiendo 40.000 años de historia, desde que un lobo salvaje se transformó en un compañero inseparable del ser humano. Aunque esta relación ha sido larga y profunda, la ciencia no empezó a estudiar el comportamiento animal hasta hace relativamente poco tiempo.
La etología, la disciplina que estudia el comportamiento de los animales, tiene menos de un siglo de existencia. No fue sino hasta hace unos pocos años que científicos decidieron ir más allá de la simple observación de la conducta animal. Diferentes neurobiólogos, tanto en Europa como en Estados Unidos, llevaron a cabo estudios pioneros utilizando resonancia magnética para entender qué sucede en el cerebro de los perros. Los resultados han confirmado lo que muchos amantes de las mascotas ya intuían: los perros no solo responden a estímulos, sino que también experimentan emociones complejas, lo que los hace casi humanos en su comportamiento.
Está claro para cualquiera que haya tenido un perro que las mascotas no son simplemente máquinas vivas que reaccionan de manera automática. Son seres con una rica vida emocional, que van mucho más allá de esperar una recompensa. 🐾

🧠 El cerebro de los perros: un vínculo sorprendente con el humano
Gregory Berns, neurocientífico de la Universidad de Emory en Atlanta, es el líder de The Dog Project, una investigación pionera que fue la primera en aplicar la resonancia magnética a los perros. Este innovador estudio utilizó la técnica de resonancia magnética funcional (fMRI), que mide la actividad cerebral detectando cambios en el flujo sanguíneo. Para ello, Berns expuso a varios perros a los olores de personas familiares y desconocidas, aprovechando el sentido del olfato altamente desarrollado en los caninos.
El resultado fue revelador: el núcleo caudado, el centro de recompensa en el cerebro, se activó ante los aromas de personas conocidas, pero no ante los de extraños. Este mismo núcleo en los humanos se asocia con la sensación de belleza y el amor romántico. A través de esta prueba, Berns demostró que los perros tienen una sensibilidad emocional comparable a la de los niños.
Siguiendo los pasos de Berns, un equipo de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest replicó la técnica para estudiar la respuesta de los perros ante los sonidos. Los perros fueron expuestos a cerca de 200 sonidos de voces humanas y ladridos, lo que permitió captar un abanico de emociones y sentimientos. Además, un grupo de personas fue sometido a los mismos sonidos para comparar los resultados.
Este fue el primer estudio comparativo de neuroimágenes entre humanos y una especie no relacionada, fuera de los primates. Los hallazgos fueron sorprendentes: tanto en los humanos como en los perros, la corteza auditiva respondió de la misma manera ante emociones como quejidos, risas o llantos, demostrando que las respuestas emocionales de los perros son sorprendentemente similares a las nuestras. 🐕💡

🐶🐱 ¿Los perros y gatos sienten celos? La ciencia dice que sí (y bastante más de lo que imaginamos)
Puede parecer que solo los humanos nos revolcamos en celos cuando alguien acapara la atención de quien queremos, pero nuestros amigos peludos también lo experimentan, y no es solo una idea romántica: la ciencia lo confirma. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de California en San Diego reveló algo bastante curioso. Los investigadores observaron el comportamiento de varios perros mientras sus dueños interactuaban cariñosamente con un peluche… sí, un peluche con forma de perro. ¿El resultado? No hizo falta que el peluche ladrara: los perros empezaron a empujar, a ladrar y a meterse entre su humano y el “intruso” de peluche como si dijeran “¡Ey! Ese cariño es mío”.
Pero no creas que los gatos se quedan atrás, aunque, como siempre, lo hacen a su manera (más sutil, más enigmática, más… gato). Cuando sienten que la atención no está centrada en ellos, pueden alejarse con desdén, intentar atraer miradas con maullidos teatrales, o incluso dejar su “firma olfativa” (sí, marcan territorio) en lugares estratégicos de la casa. ¿Te suena familiar?
Este tipo de actitudes, lejos de ser simples rabietas, muestran que tanto perros como gatos tienen una vida emocional mucho más rica de lo que muchos creen. Están profundamente conectados con sus humanos, y ese vínculo afectivo es tan fuerte que pueden llegar a sentirse desplazados o “reemplazados” cuando otra criatura (real o no) aparece en escena.

🐱 El misterio de los gatos: ¿por qué no responden a su nombre?
Cuando hablamos de gatos, es común hacer comparaciones con los perros: los perros son sociables, diurnos y serviles, mientras que los gatos son solitarios, nocturnos e independientes. Sin embargo, esta es una simplificación que no hace justicia a la verdadera naturaleza de los felinos y limita nuestra comprensión de su comportamiento. Por ejemplo, los gatos son crepusculares, lo que significa que están más activos durante el crepúsculo, tanto matutino como vespertino. Este patrón tiene sentido, ya que sus presas naturales están activas en ese período, pero no durante la noche.
Entonces, ¿qué dice la ciencia sobre los gatos (Felis silvestris) hoy en día? Sorprendentemente, ¡bastante! Numerosos estudios han revelado aspectos interesantes sobre el comportamiento de los gatos y su relación con los humanos. Un equipo de la Universidad de Tokio llevó a cabo un experimento para analizar cómo los gatos responden al sonido de su nombre, sin la presencia de su dueño.
El resultado fue claro: ningún gato se molestó en acudir. Aunque reaccionaron al sonido de las voces de diferentes personas, incluidos sus dueños, los gatos no se desplazaron. Los investigadores sugieren que esta conducta se debe a dos factores principales: la relativa reciente domesticación de los gatos (apenas 9.500 años) y el hecho de que no fueron domesticados para obedecer a los humanos, a diferencia de los perros. 🐾

🐾 El vínculo entre gatos y humanos: ¿nos consideran iguales?
John Bradshaw, de la Universidad de Bristol, va un paso más allá en su estudio sobre los gatos. Según Bradshaw, los gatos no nos perciben como una especie distinta. Mientras que los perros actúan de forma completamente diferente con otros perros que con los humanos, los gatos parecen no hacer distinciones. “Los gatos se comportan hacia nosotros de la misma manera que lo hacen con otros gatos: levantando la cola, frotándose contra nuestras piernas, sentándose a nuestro lado y aseándose”, explica Bradshaw. Estos gestos son típicos de la interacción entre felinos.
Estas afirmaciones parecen reforzar la antigua creencia de que los gatos nos ven con cierto desdén, quizás con una actitud más paternalista. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que el vínculo entre gatos y humanos es mucho más complejo de lo que se pensaba. Un estudio realizado por la Universidad de Viena analizó el comportamiento de 40 gatos y sus dueños. Los resultados mostraron que los humanos con personalidades más extrovertidas o concienzudas generaban patrones de conducta más complejos en los gatos.
La conclusión de este estudio es fascinante: los patrones de relación entre los gatos y las personas son similares a los que se dan en otras relaciones complejas y de largo plazo, como las que tenemos con otros seres humanos. 🐱🤝

🐱 ¿Los gatos imitan a sus dueños? Un estudio lo confirma
Un estudio realizado por la Universidad de Mesina (Italia) refuerza la idea de que los gatos imitan a sus dueños. En este experimento, se formaron dos grupos de gatos. Un grupo se mantuvo dentro de la casa, en contacto cercano con sus dueños, mientras que el otro grupo permaneció tanto dentro como fuera de la casa, pasando las noches afuera. Los resultados mostraron que el primer grupo, el que pasó más tiempo con sus dueños, adaptó sus hábitos de alimentación y sueño a los de los humanos con los que convivían. Sus niveles de actividad se sincronizaron con los de sus dueños, lo que demuestra una notable capacidad de adaptación.
Estamos acostumbrados a escuchar que el perro es el mejor amigo del hombre, pero gracias a los avances científicos, tal vez estemos comenzando a darnos cuenta de que, en realidad, el hombre también es el mejor amigo del gato. Y, con suerte, ¡podremos fortalecer aún más este vínculo único entre humanos y felinos! 🐾💕
