Los tiburones pertenecen a la clase Chondrichthyes, que incluye a todos los peces cartilaginosos y al superorden Selachimorpha de donde se deriva la gran variedad de órdenes y especies de tiburones que existe actualmente. Los ancestros más antiguos conocidos hasta ahora de estos escualos, vivieron hace más de 420 millones de años en nuestro planeta, esto es mucho tiempo antes de la extinción de los dinosaurios, hace unos 65 millones de años.
Durante todo este tiempo, los tiburones han evolucionado en las modernas especies que tienen ciertas características bien definidas como: un esqueleto cartilaginoso, de 5 a 7 pares de branquias dependiendo de la especie y varias filas de dientes.
En la actualidad, existen entre 470 y poco más de 500 especies de tiburones que incluyen especímenes de todo tipo y tamaño, que van desde los 17 centímetros de largo como el tiburón linterna enano que es considerada la especie más pequeña, hasta el gran tiburón ballena que no solamente es el tiburón más grande, sino el pez más grande del planeta llegando a medir hasta 12 metros de largo.
Aunque los tiburones son unos animales con adaptaciones evolutivas dignas de admirar, son vistos por la mayoría de las personas como una amenaza debido a los sobre-publicitados ataques de tiburones a seres humanos, cuando otros animales salvajes en su hábitat producen más ataques a humanos que los tiburones.
Los tiburones son sumamente importantes para el balance del ecosistema marino, pues algunas especies, principalmente las que tienen peor reputación, son superpredadoras, esto es, animales que no tienen enemigos naturales en su medio ambiente y como tales, mantienen en equilibrio el medio ambiente del océano.
Aunque la vida útil varía según las especies de tiburones, la mayoría de los tiburones son de larga duración y por lo general tienden a vivir durante 20-30 años. Especies como la mielga y el tiburón ballena se cree que viven más de 100 años.
Una implacable anatomía
Los tiburones tienen el esqueleto de cartílago ligero y flexible, en vez del hueso denso y pesado de los animales terrestres. Incluso muchas otras especies de peces tienen huesos, pero no los tiburones y esto les permite ser veloces y ágiles en el agua, usando menos energía y manteniéndose a flote cuando lo requieren.
Sus dientes están organizados en hileras donde una pieza dental de la fila posterior reemplaza al diente frontal en caso de perderlo. Los tiburones continuamente pierden dientes que son reemplazados y esto puede ocurrir miles de veces durante la vida de estos escualos.
Otra característica de los tiburones es sus branquias laterales, que a diferencia de los peces que tienen una sola cavidad, los tiburones tienen regularmente cinco hendiduras branquiales laterales, aunque algunas especies llegan a tener seis o siete.
La sangre de los peces cartilaginosos es diferente a la de los peces con esqueleto óseo ya que posee una elevada concentración de urea y óxido de trimetilamina. Estas dos sustancias ayudan a los tiburones a mantener los fluidos del cuerpo en equilibrio con el agua de mar.
La piel de los tiburones es otro gran activo de su anatomía, ya que está hecha de unas escamas llamadas dentículos dérmicos que reducen la fricción con el agua, proporcionando ventajas tan sutiles como reducir el ruido, mejorar la velocidad y, por consiguiente, requerir menos energía para moverse; pero también le dan mayor resistencia a la piel de los tiburones y una textura semejante a la de una lija.
Muchos tiburones tienen un tipo de coloración críptica, la parte superior de un tiburón es generalmente oscura para mezclarse con el agua desde arriba y sus partes inferiores son blancas o de color más claro para mezclarse con la superficie más clara, esto los ayuda a camuflarse tanto de sus depredadores como de sus presas. A diferencia de otros peces, los tiburones carecen de vejiga natatoria, una cámara llena de gas que permite a los peces flotar. Por el contrario, los tiburones tienen grandes hígados llenos de aceite de baja densidad que regula su flotabilidad y les da una movilidad vertical, por lo que pueden nadar fácilmente hacia arriba y hacia abajo en la columna de agua. Los tiburones de aguas profundas tienen hígados mayores y, por tanto, con mayor cantidad de aceite. Así, son pesca objetivo por este aceite, especialmente por su compuesto escualeno, utilizado en muchos productos de cosmética.
Comportamientos y sentidos
Los tiburones tienen un comportamiento complejo, así como capacidad de aprender, y su cerebro es tan grande como el de algunos mamíferos.
Los tiburones poseen un sistema sensorial muy desarrollado y sofisticado. Los tiburones pueden oler miles de veces mejor que los humanos y detectar millones de veces mejor sustancias químicas disueltas en el agua.
En contra de la opinión popular, los tiburones tienen una vista extraordinaria y a menudo dependen de este sentido. Su visión está muy adaptada al ambiente marino y a las distancias largas. Sus ojos son parecidos a los de otros vertebrados, a diferencia de que no pueden cerrarlos.
A pesar de que no tienen orejas, cuentan con unas minúsculas aperturas en las cabezas que llevan a los órganos auditivos internos similares a los de los mamíferos. Los tiburones son sensibles al sonido, especialmente a las bajas frecuencias de animales heridos, que pueden detectar desde hasta cientos de metros de distancia.
Su sentido del tacto es algo diferente: consiste en una detección de los cambios de presión que se aplican en el cuerpo, pero también pueden detectar los cambios de presión que se producen en el agua que los rodea. Como ocurre en otros peces, los tiburones y las rayas tienen una “línea lateral” que les recorre cada lado del cuerpo. Estas células sensoriales ayudan al tiburón a detectar cambios de presión y de la dirección del agua que puedan ser el resultado de movimientos y vibraciones causadas por un animal. Como resultado, los tiburones pueden detectar a sus presas incluso en la oscuridad total.
Los tiburones tienen sentido del gusto. Sus papilas gustativas están en la boca y no en la lengua, ya que carecen de ésta. El sentido del gusto de un tiburón es particularmente sensible a la presencia de grasa en los tejidos de sus presas, pues necesitan una dieta rica en energía y grasas.
Además de los cinco sentidos estándar, los tiburones cuentan con un sexto sentido llamado electrorrecepción. Lo utilizan para detectar los minúsculos campos eléctricos que todos los seres vivos generan.
Donde viven los tiburones
Los tiburones los vamos a encontrar en cualquiera de los océanos que tenemos en la Tierra, son animales que prefieren las aguas abiertas por lo que en muy pocas ocasiones se podrán localizar cerca de las costas. Cuando esto ocurre, es principalmente porque el animal se siente desorientado dado que suelen guiarse mucho por las corrientes marítimas y si estas han estado revueltas debido al mal tiempo o a mucho viento, son más propensos de acercarse a las playas o aguas más bajas.
Tienen una preferencia por las aguas más frías, habitando generalmente el nivel más superficial del agua, habiendo únicamente algunas especies que, si prefieren internarse más en las profundidades, o incluso tocando el lecho marino, pero no es lo que predominará en esta especie. Algunas especies, como el tiburón toro, incluso se sabe que pueden nadar en agua salada, dulce y aguas salobres.
Son animales que les gusta estar rodeados de los suyos, aunque cuanto más grandes son, suelen separarse de su grupo, viajando en solitario o con un grupo muy reducido de otros ejemplares, juntándose solo cuando van a reproducirse.
Alimentación del tiburón
Su dieta se constituye principalmente de moluscos, medusas, plancton, corales, larvas de peces, calamares, focas, leones marinos, delfines, tortugas, aves marinas entre otras especies. Algunas especies de tiburones, como el tiburón blanco, realizan un sorprende ataque a sus presas, generalmente focas y leones marinos, desde abajo. Todo esto depende del tipo de tiburón.
Las especies que habitan en el fondo marino han desarrollado la capacidad de una boca inferior. Otros atacan bancos de peces en un frenesí de alimentación, mientras que los grandes tiburones, como el tiburón ballena y el tiburón peregrino poseen alimentación de filtro, nadando a través del océano con la boca abierta, filtrando grandes cantidades de plancton y krill.
También podemos hacernos una idea cuando vemos sus afilados dientes en forma triangular que clavan en sus presas desgarrando la carne y agarrándola para que esta no escape.
Estos animales pueden comer desde animales más pequeños que ellos, los cuales se tragarán tal cual y sin ningún tipo de problema, haciendo un ataque de tiburón directo y a una gran velocidad, pero también podrá alimentarse de peces u otros seres de mayor tamaño asestándole un buen mordisco.
Los tiburones tienen diferentes métodos para atacar a sus presas, una de las más conocidas es la que utiliza con víctimas de tamaño medio y que necesita aturdir para facilitar su ataque. Para ello va visualizando al animal para luego hacerle un ataque rápido que dejara a esta muy aturdida, momento en el que el tiburón le muerde y mata. Si se trata de tiburones de menor tamaño, son muchos los ejemplares que van a atacar a una víctima mayor. El tiburón blanco suele ser el más depredador de todas las especies y es temido incluso por el hombre.
Apareamiento y reproducción del tiburón
El período de apareamiento resulta ser un tanto salvaje. Ocasionalmente se da a base de mordiscos, cortes y marcas de mandíbulas. El tiburón macho estimula a la hembra para que ceda a la cópula, y cuando acepta, este la sujeta con sus fuertes dientes, de tal modo que llega a ocasionarle grandes heridas. Los machos poseen una aleta para introducir su esperma en la hembra y los embriones están protegidos dentro de unas pequeñas cápsulas.
Dependiendo de la especie, las crías de tiburón pueden ser vivíparas, ovovivíparas (desarrollo de un huevo dentro de la madre) o bien, la madre pone huevos para que posteriormente salgan las crías.
Los tiburones maduran lentamente, y llegan a la edad reproductiva a los 12 a 15 años. Esto, combinado con el hecho de que muchas especies sólo dan a luz a uno o dos crías a la vez, significa que los tiburones tienen grandes dificultades para recuperarse después de que sus poblaciones han disminuido. Poco después del nacimiento, las crías de tiburones nadan lejos y se valen por sí mismos. Nacen con un conjunto de dientes y son capaces de alimentarse y vivir por su cuenta.
Desde el momento del nacimiento, las crías no reciben la protección de su madre como en otras criaturas del reino animal, sino que ellas aprenden por sí solas a sobrevivir.
Depredación del tiburón
El tiburón de gran tamaño no tiene gran cantidad de depredadores, pero los que tiene, son considerados unos de los más peligrosos del reino animal: las orcas y el hombre. Los más pequeños pueden ser víctima de pulpos gigantes y peces grandes.
Infortunadamente existen especies de escualo en peligro de extinción, debido a la pesca comercial clandestina. Unos son pescados por diversión y deporte; otros para el comercio para restaurantes y marisquerías y otros para productos diversos, como, por ejemplo, cápsulas o cremas de cartílago de tiburón considerado como medicina natural y muy eficiente en casos de artritis y otras enfermedades. Esto último no está comprobado científicamente.
Debido a su lenta madurez sexual y poca descendencia, científicos e investigadores luchan por que la caza de estos peces se detenga, ya que el ser capturados sin control, provoca el desequilibrio ecológico del entorno marino y, por lo tanto, afecta toda una cadena alimenticia. Sin tiburones, sin los máximos depredadores acuáticos, simplemente estaríamos acabando con la naturaleza del mar.
Tiburones en la cultura
Los tiburones podrían poner en su historia el día de la presentación de la película JAWS (Tiburón) como el momento más negro de su existencia. A partir de ese momento, la gente cambió su perspectiva de ellos y los puso en la cima de las amenazas contra la humanidad, aunque esto esté lejos de ser cierto.
En promedio, en los últimos 10 años, solamente 45 ataques de tiburón no provocados anuales en promedio han ocurrido en los Estados Unidos, con menos de una fatalidad por año en promedio, mientras que las muertes por ataques de perros han promediado 28. Esto nos permite ver la inadecuada percepción que se tiene de los tiburones.
Adicionalmente, de las 510 especies, solamente 25-32 especies han atacado alguna vez a humanos, por lo que las especies restantes son injustamente catalogadas como una amenaza para los humanos.
Tiburones en peligro
A pesar de todas las historias, los tiburones son realmente víctimas de los seres humanos ya que más de 100 millones de ejemplares son aniquilados anualmente, principalmente con el único propósito de usar sus aletas altamente valoradas en la gastronomía asiática.
Desde que inició la pesca a gran escala, algunos científicos estiman que las poblaciones de ciertas especies han disminuido su tamaño hasta en un 90%.
Fuentes: