El mundo del arte ha sido testigo de ventas multimillonarias que han convertido ciertas obras en auténticos tesoros inalcanzables. Más allá de la belleza o la técnica, factores como la historia, exclusividad y el prestigio del artista pueden disparar su valor hasta cifras astronómicas.
En este artículo, exploramos las siete obras de arte más caras jamás vendidas en subastas, aquellas que han batido récords y redefinido el mercado del arte. Desde pinturas icónicas hasta piezas de artistas legendarios, descubre qué hace que estas obras sean tan valiosas y quiénes han estado dispuestos a pagar fortunas por ellas.
«Desnudo acostado» de Amedeo Modigliani: La Obra que Batió Récords en Subasta
La icónica pintura «Desnudo acostado» de Amedeo Modigliani ha alcanzado un nuevo récord en el mundo del arte tras ser subastada en Christie’s, Londres, por la increíble suma de 158 millones de euros (170.4 millones de dólares). La obra fue adquirida por el empresario chino Liu Yiqian, consolidando así su valor como una de las piezas más importantes del artista italiano.
Este desnudo, considerado el más atrevido y desinhibido de Modigliani por la postura de su modelo —con brazos y piernas abiertas—, ha superado ampliamente el récord anterior del artista, que se encontraba en 61.4 millones de euros. Incluso ha superado las estimaciones iniciales de la casa de subastas, que preveía un precio final en torno a los 93 millones de euros.
La pintura forma parte de la última etapa de la breve y trágica vida del artista, quien se estableció en París y dejó un legado de retratos y desnudos reconocidos por su elegancia y expresividad. No obstante, Modigliani no fue el único protagonista de la subasta, pues nombres como Paul Gauguin y Roy Lichtenstein también rompieron sus propios récords, consolidando la noche como un hito en la historia del arte.
Les Femmes d’Alger: La Obra de Picasso que Batió Récords en Subastas
Antes de la venta del Salvator Mundi, la icónica obra de Pablo Picasso, Les Femmes d’Alger, ostentaba el récord de la pintura más cara jamás subastada. Vendida el 11 de mayo de 2015 en Christie’s por 179 millones de dólares, esta pieza consolidó a Picasso como uno de los artistas más cotizados de la historia.
La obra es la más destacada de una serie creada entre 1954 y 1955, inspirada en Les Femmes d’Alger de Eugène Delacroix. Sin embargo, más allá de ser un homenaje al pintor francés, también es un tributo a Henri Matisse, a quien Picasso consideraba heredero del colorido y la temática orientalista de Delacroix.
Con esta venta, Picasso reafirmó su posición en el mercado del arte, ya que cinco de sus obras se encuentran entre las diez más caras jamás subastadas. ¿Te imaginabas que su legado alcanzaría cifras tan astronómicas?
Nafea Faa Ipoipo: La Obra Maestra de Gauguin que Alcanzó los 300 Millones de Dólares
El óleo Nafea Faa Ipoipo (¿Cuándo te casarás?), del icónico pintor Paul Gauguin, fue adquirido por 300 millones de dólares, convirtiéndose en una de las obras más caras jamás vendidas. Según The New York Times, la compra fue realizada por la Autoridad de Museos de Qatar, la misma que en 2011 adquirió Los Jugadores de Cartas de Paul Cézanne.
Pintada en 1892, esta obra representa a dos jóvenes tahitianas en un paisaje exuberante, reflejando la obsesión de Gauguin por lo exótico. El artista postimpresionista dejó atrás Francia, abandonando a su familia para embarcarse en un viaje a Tahití, donde encontró la inspiración para muchas de sus pinturas más emblemáticas.
Este vibrante lienzo no solo destaca por su técnica y colorido, sino también por la historia detrás de su creador. ¿Sabías que su búsqueda de lo «primitivo» lo llevó a romper con el mundo occidental para siempre?
Los Jugadores de Cartas: La Obra de Cézanne que Revolucionó el Mercado del Arte
El arte postimpresionista tiene en Los Jugadores de Cartas de Paul Cézanne uno de sus mayores referentes. Esta serie de cinco cuadros, pintada entre 1890 y 1895, captura la esencia del juego de cartas con un estilo que anticipa el cubismo. De entre todas sus versiones, una en particular alcanzó un hito en el mercado del arte: en 2011, la familia real de Qatar pagó 259 millones de dólares (191,6 millones de euros) por ella, convirtiéndola en una de las obras más caras de la historia.
En la escena, dos hombres de la Provenza, con sombreros característicos, se enfrentan en una partida de cartas enmarcada por una composición geométrica impecable. El ambiente sobrio y concentrado, la construcción a través de volúmenes definidos y el uso del color hacen de esta obra un ícono.
¿Sabías que Picasso consideraba a Cézanne como «la madre de todos nosotros»? Su influencia en las vanguardias del siglo XX es innegable, y Los Jugadores de Cartas sigue siendo un punto de referencia en la evolución del arte moderno.
Interchange y Number 17A: El Récord del Expresionismo Abstracto
En el mundo del arte, las cifras astronómicas en subastas no son novedad, pero en 2015, el multimillonario Kenneth Griffin rompió récords al adquirir dos obras icónicas del expresionismo abstracto por 500 millones de dólares (451 millones de euros).
El lote incluyó Interchange (1955), de Willem de Kooning, por 300 millones de dólares, y Number 17A (1948), de Jackson Pollock, por 200 millones. La compra se realizó a la Fundación David Geffen y las piezas fueron cedidas al Instituto de Arte de Chicago, donde el público pudo apreciarlas.
Mientras que Interchange destaca por sus pinceladas gestuales y vibrantes que redefinen la abstracción, Number 17A representa la técnica del dripping, característica de Pollock. Ambas obras consolidan la importancia del expresionismo abstracto en la historia del arte y demuestran que la pasión por el arte no tiene precio… o al menos, no uno bajo.
Salvator Mundi: La Pintura Más Cara del Mundo
En 2017, la historia del arte vivió un momento sin precedentes cuando un postor anónimo pagó la asombrosa cifra de 450,3 millones de dólares por Salvator Mundi, una de las pocas pinturas atribuidas a Leonardo da Vinci.
Subastada en Christie’s, Nueva York, la obra superó por mucho el récord anterior, que ostentaba Les femmes d’Alger de Pablo Picasso (vendida en 2015 por 179,3 millones de dólares). A pesar de la controversia sobre su autoría, la puja por la obra duró 19 minutos, comenzando en 100 millones y escalando hasta su cifra final.
Su historia es tan fascinante como su precio. Pintada alrededor del año 1500, se cree que perteneció a la corte de Carlos I de Inglaterra y llegó incluso a colgarse en Buckingham Palace. Perdida por siglos, en 1958 fue subastada por apenas 90 dólares y en 2005, tras una restauración, se identificó como un Da Vinci.
El cuadro representa a Cristo bendiciendo, sosteniendo una esfera transparente, símbolo del universo. Más allá de su autenticidad, su venta marcó un hito en el mercado del arte. ¿Vale la pena pagar cifras astronómicas por una obra así? Bueno, para algunos, el arte no tiene precio… o sí, y es 450 millones.
