A mucha gente le encanta perderse en las historietas cómicas, otras prefieren dejar volar la imaginación con aventuras fantásticas y hay quienes son fanáticos de las historietas japonesas, más conocidas como mangas. Seguro que alguna vez has “visto” un manga… aunque quizás no te diste cuenta porque lo hiciste en forma de animación.
Y es que muchos de los animes que vemos en la tele o en plataformas de streaming están basados en mangas. De hecho, varios de los más famosos a nivel mundial comenzaron como simples páginas en blanco y negro antes de saltar a la pantalla.
Hoy te voy a contar sobre cinco mangas que se volvieron tan populares, que dieron el salto al anime y conquistaron al mundo. Así que si te gustan los dibujos japoneses, o simplemente querés descubrir de dónde salen algunas de tus series favoritas, este recorrido es para vos.
¿Listo para sumergirte en el universo manga? ¡Vamos allá!

Death Note es uno de esos mangas que ya casi no necesita presentación, pero igual vale la pena recordarlo. Comenzó a publicarse en diciembre de 2003 y terminó en mayo de 2006 con un total de 12 volúmenes y 108 capítulos, que lo convirtieron en todo un fenómeno.
Lo curioso de Death Note es que no solo fue un éxito en Japón, sino que explotó en Occidente. Su anime fue nominado a los American Anime Awards, tiene tres películas live action (una de Netflix que… bueno, mejor opiná vos), dos novelas ligeras, videojuegos para Nintendo, un artbook y toneladas de merchandising. ¡Está hasta en la sopa!
Eso sí, no todos lo recibieron con los brazos abiertos. En China, por ejemplo, fue prohibido porque los niños empezaron a customizar sus cuadernos como si fueran el mismísimo Death Note… con amenazas incluidas. Y aunque en Japón vendió la nada despreciable cifra de 27 millones de copias, lo curioso es que se estima que las ventas en el exterior duplican esa cifra.
La trama sigue a Light Yagami, un estudiante que encuentra un cuaderno con un poder mortal: escribir un nombre ahí significa que esa persona… bueno, no la cuenta más. Light decide “purificar” el mundo eliminando a los criminales, pero se topa con L, un excéntrico detective tan brillante como misterioso. Lo que sigue es una batalla de inteligencia y tensión que te mantiene pegado hasta el final.

Naruto es de esos mangas que no solo marcaron una generación, sino que la acompañaron durante años. Creado por Masashi Kishimoto, este fenómeno vendió la impresionante cifra de 135 millones de copias en Japón, y si sumamos las internacionales, alcanza nada menos que 220 millones, colocándolo como uno de los mangas más vendidos de la historia.
La historia gira en torno a Naruto Uzumaki, un adolescente tan hiperactivo como desvergonzado, cuyo sueño es convertirse en Hokage, es decir, el ninja más fuerte y respetado de su aldea. ¿Su motivación? Dejar de ser el chico marginado y finalmente ganarse el reconocimiento de todos.
Además de acción, Naruto está cargado de artes marciales, técnicas ninja imposibles, batallas épicas y, cómo no, esos momentos emotivos que te sacan alguna lágrima (tranqui, a todos nos pasó). Pero no solo es un manga: Naruto tiene un anime larguísimo, películas, videojuegos, toneladas de merchandising y hasta una secuela: Boruto, que sigue la historia de la nueva generación… aunque esa ya genera opiniones divididas.
Lo cierto es que Naruto trascendió el papel y se convirtió en parte de la cultura pop mundial. Si alguna vez escuchaste a alguien decir “Dattebayo” o correr con los brazos hacia atrás, ya sabés de dónde viene.

Kochikame, o si querés lucirte, su nombre completo: Kochira Katsushika-ku Kameari Kōen Mae Hashutsujo (respirá antes de intentar decirlo), es un verdadero ícono del manga japonés. No solo es famoso por su humor, sino por ostentar un Récord Guinness como la serie más larga publicada sin interrupciones en una revista juvenil.
Su andadura comenzó en 1976, dentro de la legendaria revista Shōnen Jump, y ya suma 197 volúmenes… y contando. Vamos, que si te animás a leerlo entero, necesitás tiempo y paciencia de monje budista.
La historia sigue las peripecias de Kankichi Ryotsu, un policía algo holgazán, fanático de la comida y especialista en escaquearse del trabajo. Todo ocurre en la comisaría del parque de Kameari, en Tokio, donde los enredos, las situaciones absurdas y los malentendidos están a la orden del día.
Aunque es una comedia, el manga también deja espacio para temas sociales, como la amistad, el respeto y, cómo no, los animales. Por supuesto, también cuenta con anime, películas, libros y hasta once estatuas de bronce dedicadas a su protagonista en pleno Tokio.
Con su humor simple pero efectivo, y su reflejo de la vida diaria japonesa, Kochikame se ha ganado su lugar como una joya del manga clásico.

One Piece es, sin dudas, uno de los fenómenos más grandes del manga… y no hablamos solo de ventas (aunque ahí también arrasa). Creado por Eiichiro Oda, esta serie ha vendido la friolera de más de 380 millones de copias a nivel mundial, con 300 millones solo en Japón, lo que lo convierte en el manga más vendido de la historia.
Si de longevidad hablamos, va muy bien encaminado: ya supera los 800 capítulos y más de 80 volúmenes, colocándose como uno de los mangas más largos publicados en la mítica revista Shōnen Jump, aunque no le quita el récord al eterno Kochikame.
Pero One Piece no es solo papel y tinta. Su impacto en la cultura pop japonesa es tan grande que incluso existe la Tokyo One Piece Tower, un parque de atracciones y museo dedicado exclusivamente a la serie, ubicado en plena Torre de Tokio. Además, sorprendentemente, el 90% de sus lectores son adultos, lo que demuestra que su historia va mucho más allá de ser “solo para chicos”.
La trama sigue las aventuras de Monkey D. Luffy, un joven pirata con poderes elásticos (sí, literalmente es de goma) que sueña con encontrar el legendario tesoro conocido como One Piece y convertirse en el Rey de los Piratas. Para lograrlo, reúne a una tripulación de personajes inolvidables y se lanza al peligroso mar de Grand Line, donde solo los valientes sobreviven.

Dragon Ball no necesita muchas presentaciones: es el manga que rompió fronteras, el que puso a Akira Toriyama en la cima y, de paso, convirtió a Goku en un ícono mundial. Publicado entre 1984 y 1995 en la revista Shōnen Jump, esta obra se basa libremente en el clásico chino Viaje al Oeste, pero con un toque de artes marciales, aventuras… ¡y peleas épicas!
La serie cuenta con 519 capítulos recopilados en 42 volúmenes, y sus cifras marean: más de 157 millones de copias vendidas solo en Japón y más de 230 millones a nivel global. Y si hablamos de impacto cultural, pocos mangas han sido tan influyentes como este. Dragon Ball no solo popularizó el manga y el anime fuera de Japón, también dio pie a secuelas, películas, videojuegos, figuras de acción y hasta cartas coleccionables con ejemplares raros que alcanzan precios absurdos.
La historia sigue las aventuras de Goku, un niño con una fuerza sobrehumana y un corazón noble, que junto a la ingeniosa Bulma, se embarca en la búsqueda de las míticas esferas del dragón, capaces de invocar a un dragón que concede cualquier deseo. Claro, no todo es tan simple: villanos de todo tipo también quieren ese poder, así que Goku, que resulta ser un guerrero saiyajin, debe proteger a la Tierra y a sus seres queridos.
Dragon Ball no solo es nostalgia, es parte de la cultura popular… y de las infancias de varias generaciones.



