¿Es la marihuana adictiva?
Si, la marihuana puede ser adictiva. Con el tiempo, la sobre estimulación del sistema endocanabinoide por el uso de marihuana puede causar cambios en el cerebro que llevan a la adicción. Se estima que alrededor del 9% de las personas que usan marihuana se volverán dependientes a ella.
Este número incrementa a aproximadamente el 17% en los que comienzan a usar marihuana durante la adolescencia y entre un 25%-50% entre los que la usan a diario.
¿Cuáles son los efectos de la marihuana en el cerebro a largo plazo?
Existe una cantidad considerable de evidencia científica basada en investigaciones en animales y estudios en personas que indican que estar expuesto a la marihuana durante el desarrollo puede causar cambios dañinos a largo plazo o posiblemente permanentes en el cerebro.
Ratas que han sido expuestas a THC antes de nacer, justo después de nacer o durante la adolescencia, muestran problemas notorios más tarde en la vida al realizar ciertas tareas específicas de memoria y aprendizaje. El deterioro cognitivo en las ratas adultas que han sido expuestas a THC durante la adolescencia está asociado con cambios estructurales y funcionales en el hipocampo.
Estudios de imágenes diagnósticas en personas adolescentes muestran que al compararlos con aquellos que no usan marihuana, los consumidores empedernidos de marihuana manifiestan una conectividad neural atrofiada en ciertas regiones específicas del cerebro involucradas en una amplia gama de funciones ejecutivas del cerebro como memorizar, aprender y el auto control.
Estos últimos descubrimientos pueden ayudar a explicar los resultados de un estudio longitudinal a gran escala que se condujo en Nueva Zelandia, en el cual se encontró que el uso frecuente y empedernido de marihuana, empezando en la adolescencia, tenía una relación con una pérdida de un promedio de 8 puntos de coeficiente intelectual, medido durante la edad adulta. Las personas que solo habían comenzado a usar marihuana de forma empedernida ya siendo adultos, no perdieron ningún punto en su coeficiente intelectual.
Estos resultados indican que el impacto más grande y a largo plazo del uso de marihuana ocurre en los jóvenes ya que su cerebro aún continúa creando nuevas conexiones y madurando en otras formas. El sistema endocanabinoide tiene un papel muy importante en la formación apropiada de las sinapsis (las conexiones entre las neuronas) durante el comienzo del desarrollo del cerebro (hasta los 25 años de edad aproximadamente), y se ha propuesto que este podría tener un rol similar durante la refinación de las conexiones neurales durante la adolescencia. Si esto es confirmado por investigaciones científicas en el futuro, se podría decir que esta es una de las formas en que el uso de marihuana durante la adolescencia produce sus efectos a largo plazo.
Nuestra capacidad de derivar conclusiones definitivas sobre el impacto del uso de marihuana a largo plazo en el cerebro humano, basándonos en estudios pasados, es usualmente limitada por el hecho de que los participantes en estos estudios tienden a usar varias sustancias, y típicamente no se tiene toda la información sobre la historia de la salud de los participantes o de su funcionamiento mental antes de participar en el estudio.
¿Puede el consumo de marihuana llevar al uso de otras drogas?
Las ratas de laboratorio que han sido expuestas a cannabinoides durante la adolescencia muestran más tarde en la edad adulta una disminución en la respuesta a la dopamina en el centro de gratificación del cerebro. En la medida que esto se puede generalizar a los humanos, estos hallazgos podrían ayudar a explicar los descubrimientos que se han reportado en la mayoría de estudios epidemiológicos indicando que el uso de marihuana a una temprana edad incrementa la propensión a usar drogas y a desarrollar una adicción a otras sustancias más tarde en sus vidas.
Esto también es consistente con experimentos en animales que han demostrado la habilidad que tiene el THC de «preparar» el cerebro a tener una respuesta exagerada a otras drogas. Por ejemplo, las ratas a las que se les ha administrado THC muestran una respuesta más exagerada en su comportamiento, no solo cuando vuelven a estar expuestas al THC sino también cuando son expuestas a otras drogas como la morfina—un fenómeno llamado sensibilización cruzada.
Estos descubrimientos son consistentes con la idea de que la marihuana puede ser «una puerta de entrada» a el uso de otras drogas. Cabe recalcar, sin embargo, que la mayoría de las personas que usan marihuana no terminan usando otras sustancias «más potentes». Asimismo, la sensibilización cruzada no es un fenómeno únicamente relacionado con la marihuana. El alcohol y la nicotina también disponen al cerebro a tener una respuesta más aguda a otras drogas y son también, como la marihuana, típicamente usadas antes que una persona progrese a usar otras sustancias más peligrosas.
También es importante destacar que otros factores aparte de los mecanismos biológicos, como el ambiente social que rodea a una persona, también son factores críticos en el riesgo de que una persona use drogas. Una alternativa a la hipótesis de que existen drogas que son una «una puerta de entrada» al uso de otras drogas, es que las personas que son más vulnerables a usar drogas son simplemente más propensas a empezar a usar sustancias que están fácilmente a su alcance como la marihuana, el tabaco o el alcohol, y sus interacciones sociales subsecuentes con otras personas que usan drogas incrementa la posibilidad de probar otras drogas. Es necesario realizar más investigaciones para explorar esta cuestión.
¿Cómo afecta el uso de marihuana el rendimiento en la escuela, el trabajo y la vida social?
Investigaciones científicas han demostrado que los efectos negativos de la marihuana en la atención, la memoria y el aprendizaje pueden durar días o semanas después de que los efectos agudos de la droga han pasado, dependiendo del historial de uso de drogas que la persona tenga.
Consecuentemente, alguien que fuma marihuana a diario puede estar funcionando a un nivel intelectual más bajo la mayoría o todo el tiempo. Existe una cantidad considerable de evidencia científica indicando que los estudiantes que fuman marihuana tienen resultados académicos más bajos que los estudiantes que no fuman.
Todavía no se puede determinar categóricamente, hasta qué punto el uso de marihuana tiene una relación causal directa en estas asociaciones, por lo que se requieren más investigaciones.
¿Puede el uso de marihuana durante y después del embarazo causarle daño al bebe?
Investigaciones en animales indican que el sistema endocanabinoide del cuerpo juega un papel en el control de la maduración del cerebro, particularmente en el desarrollo de las respuestas emocionales. Por lo tanto, estar expuesto al THC desde muy temprano en la vida puede afectar negativamente el desarrollo del cerebro.
Investigaciones en ratas indican que el estar expuesto aun a bajas concentraciones de THC en los últimos meses del embarazo puede tener consecuencias profundas y perdurables en el cerebro y el comportamiento del bebe.
Estudios en humanos han demostrado que algunos bebes de madres que usaron marihuana durante el embarazo, responden distinto a estímulos visuales, tiemblan más y tienen un llanto agudo, lo cual puede indicar que hay problemas con el desarrollo neurológico del bebe.
En las escuelas, los niños que han sido expuestos a la marihuana antes de haber nacido, son más propensos a mostrar una desventaja en sus habilidades para resolver problemas, memorizar y prestar atención.
Sin embargo, es necesario realizar más investigaciones para poder separar los efectos específicos de la marihuana de otros factores ambientales como la nutrición de la madre, el estar expuestos a negligencia y malnutrición y el uso de otras sustancias por la madre.
Además, a las madres que están amamantando se les advierte que hay estudios que indican que el THC es excretado en la leche materna en cantidades moderadas. Pero hasta el momento los científicos no saben lo que esto puede implicar en el desarrollo del cerebro del bebe.
Fuente: drugabuse.gov
Temática sugerida por: Nestor Mora